'Mi necesidad de crear danza es moral'
La bailarina andaluza Mar¨ªa Pag¨¦s es este a?o la figura central del primer Festival Flamenco de Nueva York. Farruquito y familia, Manolo Sanl¨²car y Carmen Linares tambi¨¦n participar¨¢n, no s¨®lo con sus actuaciones sino tambi¨¦n con clases magistrales en un hotel de Manhattan.
Pag¨¦s es una vieja conocida del p¨²blico neoyorquino. El a?o pasado actu¨® en Broadway. Hace una semana intervino en la Fiesta Americana en Washington, con motivo de la inauguraci¨®n de la presidencia de George Bush. La bailarina aprovechar¨¢ el festival para estrenar Flamenco Republic.
Pregunta. ?De d¨®nde surge la idea de su ¨²ltima coreograf¨ªa y su t¨ªtulo?
Respuesta. Fue una necesidad de reacci¨®n a mis ¨²ltimos trabajos. En cierto sentido vuelvo a Perro andaluz. Flamenco Republic enlaza con Perro... Lo del t¨ªtulo surgi¨® ingenuamente, con la intenci¨®n de acotar ese pa¨ªs imaginario donde manda el flamenco en todas sus formas y pasa todo: amor, odio, trabajo, un territorio que es a la vez un peque?o universo, y no tiene nada que ver con la pol¨ªtica. Flamenco Republic me ha servido para investigar, para seguir la ruta de mi curiosidad, de lo que hay m¨¢s all¨¢ del flamenco, pero partiendo de ¨¦l. Aplicar mi experiencia y ahondar en sus formas. El flamenco no es un universo cerrado, como a veces se cree, y yo estoy satisfecha con lo que he conseguido.
P. ?Y d¨®nde est¨¢n las fuentes?
R. En el baile de antes, bailar las letras de los cantaores de antes. En la obra hay unas siguiriyas grabadas en el 29; tambi¨¦n est¨¢ mi investigaci¨®n sobre el comp¨¢s en el baile. Aquellos tiempos fueron muy fruct¨ªferos, se grababa mucho cante de calidad.
P. Pero Perro andaluz fue muy bien recibido por la cr¨ªtica como una creaci¨®n vanguardista dentro del flamenco.
R. Hasta cierto punto. En el baile se puede innovar, pero las formas de la tradici¨®n est¨¢n ah¨ª.
P. De modo que usted no entra en esa pol¨¦mica de la fusi¨®n enfrentada al flamenco tradicional.
R. No hace falta esa pol¨¦mica. El baile mismo fusiona las cosas. Cuando entras en la g¨¦nesis de un baile como el zorongo descubres la influencia de lo africano, pues Sevilla en los siglos XVIII y XIX estaba llena de negros, y eso marc¨®, se mezcl¨® con el flamenco de forma natural. La fusi¨®n, en cualquier caso, forma parte de una evoluci¨®n l¨®gica del flamenco, y surge una convivencia entre lo estrictamente tradicional y lo renovado, lo nuevo. Lo puro es la mejor fuente de informaci¨®n de que disponemos para avanzar est¨¦ticamente.
P. ?Es as¨ª que la danza moderna llega al flamenco?
R. El flamenco necesita de la experiencia coreogr¨¢fica, de lo que se ha obtenido en otros campos de la escena.
P. ?Y tiene alg¨²n patr¨®n que la inspire?
R. De ni?a me dec¨ªan 'tienes los brazos de La Macarrona', pero yo no he visto bailar a esas generaciones pasadas. Si algo de eso hay, es porque se transmite. Yo he vivido de cerca a Gades, a Cristina Hoyos. De esa generaci¨®n s¨ª he estado atenta y son los que m¨¢s admiro.
P. Su compa?¨ªa trabaja m¨¢s en el extranjero que en Espa?a. Estados Unidos, Jap¨®n...
R. El flamenco es comprendido y aceptado en todas partes, aunque yo creo que la magia se crea particularmente est¨¦s donde est¨¦s, entre el espacio donde se baila, el teatro, y el p¨²blico que lo llena. Al llegar a un teatro yo capto enseguida una cierta energ¨ªa, una fuerza. Si el escenario es acogedor, la funci¨®n saldr¨¢ bien. La verdad es que en Espa?a los teatros son bastante fr¨ªos.
P. ?Las instituciones le han respondido?
R. S¨ª. Tengo un acuerdo por dos a?os con el Ayuntamiento de Torrelodones, que nos da a la compa?¨ªa 10 millones, somos compa?¨ªa residente, tenemos su teatro y usamos de su infraestructura. Tambi¨¦n tenemos ayuda de la Comunidad de Madrid y del Ministerio de Cultura para apoyar las giras al extranjero. Lo que pasa es que nunca es suficiente. Cuando entras en una nueva producci¨®n siempre arriesgas mucho, pues si lo quieres hacer bien, es caro. No creo que la subvenci¨®n deba estar dirigida a ser justificada con una creaci¨®n cada a?o, porque crear no es una cosa burocr¨¢tica. El a?o pasado yo rechac¨¦ una subvenci¨®n a la creaci¨®n porque no me sent¨ªa con la necesidad de hacer una pieza nueva. Este a?o s¨ª. Mi necesidad de crear una pieza de danza es moral, personal, no para justificar una subvenci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.