Los expertos afirman que el precio de la vivienda crea desigualdad social
'El derecho a la vivienda se ha convertido en un objeto de mercado. O dispones de dinero o te quedas fuera del sistema'. De esta forma, el soci¨®logo Joan Costa constat¨® hace unos d¨ªas hasta qu¨¦ punto la vivienda es ya uno de los principales factores de desigualdad social. Una conclusi¨®n con la que coincidieron otros especialistas que participaron en el Segundo Simposio sobre las desigualdades sociales en Catalu?a, organizado por la Fundaci¨®n Jaume Bofill, celebrado la semana pasada en Barcelona.
Joan Costa present¨® en el encuentro los primeros resultados de un estudio que est¨¢ realizando y del que se deduce que la situaci¨®n de infravivienda en Catalu?a es 'muy grave'. Se han erradicado los casos m¨¢s problem¨¢ticos en los que no exist¨ªa un nivel m¨ªnimo de habitabilidad como en Torrebar¨® y Vallbona, pero el estudio constata que los edificios en condiciones deplorables en los n¨²cleos antiguos de las ciudades, y la autoconstrucci¨®n de casas son todav¨ªa una realidad.
Se trata de viviendas reducidas, que en muchas ocasiones no disponen de instalaci¨®n el¨¦ctrica, ventilaci¨®n, alcantarillado, ni lavabos. Ancianos e inmigrantes, principalmente, viven en esta situaci¨®n en Ciutat Vella, la Barceloneta, la Mina (Sant Adri¨¤ de Bes¨°s), el casco antiguo de Manresa y de Lleida o el barrio de la Salud de Badalona, entre otros. Las cifras m¨¢s recientes sit¨²an en 230.000 el n¨²mero de viviendas en estado ruinoso o deficiente.
'Tenemos un sistema de viviendas sin mecanismos de protecci¨®n para las personas que no disponen de un hogar', explic¨® Carme Trilla, economista y miembro de la asociaci¨®n Mesa para una Vivienda Digna. En su opini¨®n, la pol¨ªtica de vivienda que se lleva a cabo en Espa?a es equivocada porque el Gobierno tiene que negociar cr¨¦ditos con las entidades financieras, y una vez conseguido el dinero cede la gesti¨®n a promotores privados en un 90% de los casos.
En manos del mercado
Por tanto, est¨¢ en manos del mercado inmobiliario que se creen o no viviendas de protecci¨®n oficial, a pesar de que la legislaci¨®n prev¨¦ planes de vivienda y normativas de liberalizaci¨®n del suelo para obtenerlo a mejor precio. En definitiva, 'las normativas que afectan a la vivienda son inoperantes' y las administraciones act¨²an de forma descoordinada, asegura Trillas.
Ante esta situaci¨®n, en el simposio se mencionaron m¨¦todos que se utilizan en otros pa¨ªses europeos, como destinar un porcentaje del ahorro colectivo o de la fiscalidad del salario a la construcci¨®n de viviendas de protecci¨®n oficial. Y se plantearon soluciones, como que la administraci¨®n busque la colaboraci¨®n de entidades, cooperativas y fundaciones sin ¨¢nimo de lucro o promotores privados que se comprometan a edificar viviendas de protecci¨®n oficial.
Mientras tanto, unas 1.700 personas est¨¢n en la lista de espera del Patronato Municipal de Vivienda de Barcelona, una entidad que construye y proporciona viviendas a j¨®venes, jubilados e inmigrantes y personas con ingresos inferiores al mill¨®n de pesetas anuales y que, por lo tanto, no tienen los recursos para 'participar en el mercado privado'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.