Bon Pastor, de la chabola al AVE
Los vecinos rememoran con el derribo de 784 viviendas un tiempo de utop¨ªa que uni¨® parroquia y revoluci¨®n
Hubo un tiempo en que el barrio barcelon¨¦s del Bon Pastor estuvo dejado de la mano de Dios. Al construir las casas baratas, en 1929, para albergar a los chabolistas, los servicios b¨¢sicos quedaron por el camino. Ahora que se avecinan cambios -con el derribo de las 784 casitas, la llegada del metro y el paso del AVE-, sus habitantes rememoran aquella etapa de privaciones pero feliz pese a todo. A la sombra de sus f¨¢bricas y de sus casitas de planta baja floreci¨® en los a?os setenta un grupo de j¨®venes convencidos de que la revoluci¨®n estaba a un paso. No estaban solos. La parroquia, de la mano de unos cuantos sacerdotes, puso todo su empe?o en mejorar las condiciones de vida.
El devenir de Bon Pastor discurri¨® paralelo al de la parroquia, donde dejaron su impronta curas como Joan Cortina, tambi¨¦n conocido como el Padre Botella, y el padre Alberto Losada, jesuita, Ata¨²lfo de nombre de guerra. Los curas obreros consiguieron que se reconciliara con la Iglesia una poblaci¨®n que en los a?os treinta era anarquista y comunista y profundamente anticlerical.
No era f¨¢cil. El episodio m¨¢s tr¨¢gico sucedi¨® en 1936. El sacerdote Carles Ballart defendi¨® hasta la muerte la iglesia, empu?ando dos pistolas, frente al grupo de anarquistas que la asaltaron. En los a?os cuarenta otro cura, Joan Cortina, contribuy¨® incansable, desde postulados conservadores, a que las familias procedentes de Murcia y de Andaluc¨ªa dispusieran de atenci¨®n sanitaria, en un ambulatorio que habilit¨® en las dependencias parroquiales.
Con los aires revolucionarios del 68 recalaron en Bon Pastor dos jesuitas. Alberto Losada y el padre Ramiro P¨¤mpols se instalaron en una casita con tejado de uralita tan pobremente que no falt¨® quien les dijo: 'Miren, si lo que vienen a predicar es que vivamos como ustedes, ya se pueden ir por donde han venido'. El primer contacto del padre Losada con el barrio se remontaba a mucho tiempo atr¨¢s. Fue en 1942, mientras preparaba sus oposiciones a notar¨ªa, cuando empez¨® a trabajar con un grupo de jovenes,que seguramente fue determinante para que cambiase el rumbo de su nueva vida y encaminase sus pasos hacia el seminario. El padre Losada, conocido como Ata¨²lfo, recuerda que 'los inmigrantes que viv¨ªan en el barrio eran de una gran calidad humana'. Con la perspectiva que da el tiempo transcurrido, se refiere a los curas obreros como 'una de las l¨ªneas pastorales m¨¢s eficaces para que la clase obrera perdiera todo su anticlericalismo'. Hoy, pese a sus 85 a?os, no cuesta ning¨²n trabajo imaginar el impacto que debi¨® de causar en Bon Pastor con su 1,90 de estatura, su voz grave, su boina negra y fumando en pipa, pero sobre todo por su preparaci¨®n intelectual, que contrastaba en un colectivo de obreros muy politizados pero de escasa instrucci¨®n.
Del padre Ramiro se recuerda que celebraba misa ataviado con el mono de trabajo -era obrero de La Maquinista-, lo que para algunos era casi una herej¨ªa. Algo estaba cambiando.
El padre Losada vive actualmente en la residencia de jesuitas de Sant Cugat, pero todav¨ªa hoy cuando habla del barrio lo hace en primera persona: 'Hemos dejado de ser el barrio marginado, el basurero de Barcelona. Observo cambios visibles y sustanciales'.
En los a?os setenta el pol¨ªgono era un hervidero de activistas que se encuadraban en torno a cinco o seis partidos pol¨ªticos de izquierda. Clandestinos, por supuesto. La simple reivindicaci¨®n de un sem¨¢foro despu¨¦s de un accidente mortal bastaba para encender la mecha de movilizaciones multitudinarias.
No qued¨® l¨ªder pol¨ªtico de izquierdas que se preciara que no hubiera desfilado por Bon Pastor para celebrar su mitin: Jordi Sol¨¦ Tura, Jordi Borja y Antoni Guti¨¦rrez D¨ªaz, por el PSUC; Eladio Garc¨ªa Castro, por el Partido del Trabajo de Espa?a (PTE). La Joven Guardia Roja caus¨® furor entre la juventud. La lista de nombres propios que dejaron huella en el coraz¨®n de muchos vecinos es larga, pero entre los m¨¢s recordados figuran Jos¨¦ Ramos, que presid¨ªa la agrupaci¨®n del PSUC; Jos¨¦ Joaqu¨ªn Gaiburo, m¨¢s conocido por Gai, del PTE, y Mart¨ªn Cobo, Juan Ferreiro y Dolors Torrents, actualmente en el PSC .
Losada, que imparti¨® clases durante m¨¢s de 20 a?os en los colegios de los jesuitas de Sarri¨¤ y la calle de Casp, compara lo distinta que se percib¨ªa la realidad desde Bon Pastor, donde los vecinos y la parroquia hac¨ªan pi?a, mientras que en algunas paredes de Sarri¨¤ aparec¨ªan pintadas como ¨¦sta: 'Curas rojos, no'. En los a?os ochenta estuvo tentado de irse a las misiones al comprobar que 'de la solidaridad de clase se pas¨® al individualismo feroz del s¨¢lvese quien pueda'. Ha llovido mucho, pero todos recuerdan con cari?o aquel tiempo de utop¨ªas que mientras dur¨® les mantuvo m¨¢s vivos que nunca.
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