Un departamento que no conoce la tregua
No es f¨¢cil encontrar un periodo de tiempo en el que bajaran tranquilas las aguas de la Consejer¨ªa de Sanidad desde que Eduardo Zaplana pis¨® el Palau de la Generalitat para quedarse, a mitad de 1995. El primer consejero, Joaqu¨ªn Farn¨®s, ex Uni¨®n Valenciana, lleg¨® al Consell de la mano de la pol¨¦mica. Meses despu¨¦s de obtener del Instituto Nacional de la Seguridad Social una pensi¨®n por 'incapacidad permanente absoluta' relacionada con un infarto que padeci¨® - paga que se concede a quienes demuestran padecer una enfermedad que les impide ejercer una profesi¨®n- fue el elegido por Zaplana para hacerse cargo de la cartera de Sanidad.
Al margen de este hecho, de la par¨¢lisis a la que el ex consejero someti¨® a las mesas de negociaci¨®n laborales, de las denuncias de tratos de favor hacia solares propiedad de Farn¨®s en Benic¨¤ssim y del pol¨¦mico decreto 97/96, conocido como Plan de Choque, que abr¨ªa las puertas a las cl¨ªnicas privadas para intervenir pacientes de la sanidad p¨²blica, el principal problema con el que tuvo que lidiar Farn¨®s fue la crisis de la hepatitis C. El contagio masivo de enfermos operados en el hospital La Fe de Valencia y la Cl¨ªnica la Salud, atribuido al anestesista Juan Maeso, llev¨® a Farn¨®s ante el juez. El ex consejero declar¨® en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana por un presunto delito de revelaci¨®n de secretos al hacer p¨²blicos datos sobre la instrucci¨®n del caso de la hepatitis C, acusaci¨®n que se archiv¨® meses m¨¢s tarde, en mayo de 1999. Sin embargo, a meses de las elecciones auton¨®micas a¨²n se permitir¨ªa dar un ¨²ltimo susto a Zaplana anunciando sin consulta previa la futura creaci¨®n de un nuevo hospital La Fe, dejando descolocado una vez m¨¢s al Gobierno popular.
Su sucesor en el cargo, Jos¨¦ Emilio Cervera, tampoco tuvo una gesti¨®n tranquila. Si bien m¨¢s por motivos ajenos a sus decisiones al frente de la consejer¨ªa que por su forma de dirigir la sanidad p¨²blica valenciana.En los 10 meses que se sent¨® en el Consell tuvo que hacer frente a la revelaci¨®n de que cobraba un sueldo extra de vivienda pese a residir en Valencia, a la fuerte cr¨ªtica que despert¨® el anuncio de privatizaci¨®n de los servicios de resonancias magn¨¦ticas o el haber ocultado al registro de intereses que su mujer participaba en una empresa inform¨¢tica. Precisamente fue la relaci¨®n de su mujer con una empresa inform¨¢tica la que forz¨® su salida del Consell, provocada por una denuncia presentada por Esquerra Unida en la que se acusaba a Cervera de los delitos de fraude, tr¨¢fico de influencias y exacci¨®n ilegal y negociaci¨®n y actividad prohibida a los funcionarios.
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