Fuga con escolta policial en M¨¦xico

La prisi¨®n de Puerto Grande es una de las m¨¢s seguras de M¨¦xico y s¨®lo una corrupci¨®n a gran escala, la plaga que el presidente Vicente Fox ha prometido erradicar, permiti¨® la fuga del jefe narcotraficante Joaqu¨ªn Guzm¨¢n. May¨²sculo el esc¨¢ndalo, los partidos pidieron la comparecencia ante el Congreso del Procurador General de la Rep¨²blica (PGR), general retirado Rafael Macedo, para que explique lo ya sabido: los corruptores efectos del dinero de los carteles en las 16 c¨¢rceles de m¨¢xima seguridad e instituciones encargadas de impartir justicia. 'C¨¢rcel por c¨¢rcel, hombre por hombre', el Gobierno endureci¨® el r¨¦gimen interno de los presidios que alojan a los delincuentes m¨¢s peligrosos.

Guzm¨¢n Loera, de 43 a?os, alias El Chapo, hab¨ªa sido condenado a 20 a?os y nueve meses despu¨¦s de su detenci¨®n en 1993, poco despu¨¦s del asesinato del cardenal Juan Jes¨²s Posada en un cruce de disparos de bandas rivales. Todo indica que los pistoleros del cartel de los Arellano F¨¦lix, ac¨¦rrimos rivales del fugado, y jefes del cartel de Tijuana, iban a por ¨¦l. Hace aproximadamente ocho d¨ªas, Guzm¨¢n huy¨® del penal oculto en un cami¨®n de la basura, haciendo un corte de mangas a los sofisticados mecanismos de alarma: sensores subterr¨¢neos contra la excavaci¨®n de t¨²neles, perros, alambradas, sistemas cerrados de televisi¨®n en celdas y pasillos, y dos polic¨ªas por interno. Los circuitos de televisi¨®n fueron bloqueados y pr¨¢cticamente fue acompa?ado a la salida. No fallaron los sistemas, sino los responsables de su funcionamiento, y el plan fue ejecutado de manera que fuera conocido 24 horas despu¨¦s, o m¨¢s, porque el diario Milenio ampli¨® ayer el esc¨¢ndalo: fueron tres d¨ªas los transcurridos hasta dispararse la alarma. La fuga es a¨²n portada en la prensa mexicana.

La evasi¨®n de El Chapo, seg¨²n admiti¨® el Consejero de Seguridad Nacional, Adolfo Aguilar Zinser, constituye un desaf¨ªo de los narcotraficantes y de los delincuentes m¨¢s poderosos a los planes del Gobierno contra el delito organizado, que tiempo atr¨¢s penetr¨® en el sistema penitenciario y judicial y en los cuerpos policiales. Son previsibles otras 'reacciones' de los carteles, 'porque son organizaciones m¨²ltiples que operan con grandes m¨¢rgenes de maniobra, porque act¨²an totalmente fuera de la ley con muchos recursos'.

En coincidencia con una sentencia de la Suprema Corte, Fox se manifest¨® favorable a la extradici¨®n de los capos reclamados por Estados Unidos, 'donde permanecer¨¢n en buen resguardo'. La vulnerabilidad de las prisiones de alta seguridad, frecuentemente expugnadas por sobornos multimillonarios, es un hecho, a juzgar por la informaci¨®n recabada por Jos¨¦ Antonio Bernald, visitador de la estatal Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos (CNDH). El Chapo, uno de los m¨¢s notorios narcotraficantes en prisi¨®n hasta su huida, abandon¨® el penal en varias ocasiones acompa?ado por funcionarios, y degustaba a placer drogas, mujeres, medicinas prohibidas, hielo y alcohol para los combinados.

Probablemente, el cartel de Sinaloa invirti¨® m¨¢s de dos millones y medio de d¨®lares en expugnar el presidio y en la contrataci¨®n de intermediarios y gu¨ªas. El director de Puente Grande y 71 guardianes contin¨²an retenidos mientras se depuran responsabilidades.

Para C¨¦sar Navez, diputado del nuevo partido gobernante mexicano, el conservador Partido Acci¨®n Nacional (PAN), la evasi¨®n constituye una afrenta del delito organizado al Gobierno federal. 'Seguramente a ra¨ªz de la actitud del nuevo Gobierno, se han desplazado algunos intereses econ¨®micos y pol¨ªticos muy poderosos, que hist¨®ricamente han estado coaligados con el narco en M¨¦xico'.

Durante el apogeo de la impunidad, las camionetas de reparto de los barones de la droga llegaban al Estado de Sinaloa con bolsas repletas de d¨®lares y costosos regalos para polic¨ªas, funcionarios de ministerios e incluso jueces. As¨ª era El Chapo Guzm¨¢n, inform¨® la prensa, generoso con sus c¨®mplices: repart¨ªa casas, coches, armas sofisticadas, y era un experto en corromper autoridades. Y lo demostr¨® nuevamente en Puente Grande.

Cerca de 15.000 hombres persiguen en nueve de los 31 Estados mexicanos a Guzm¨¢n, uno de los jefes del cartel de Sinaloa. La gigantesca batida es m¨¢s estrecha en la zona fronteriza de Tabasco y Chiapas, temi¨¦ndose que el fugitivo trate de llegar a Centroam¨¦rica.