Una carrera sin borrascas
Nadie se alegr¨® de que Ana Fern¨¢ndez se quedara sin su segundo Goya por su papel secundario en la pel¨ªcula de Jos¨¦ Luis Garci You?re the one. Suena aventurada una afirmaci¨®n tan categ¨®rica, pero es que la actriz sevillana concita muestras de simpat¨ªa a raudales, incluso entre un colectivo tan dado a los ajustes de cuentas, al divismo y a la rivalidad. Antiguas compa?eras de Fern¨¢ndez del mundo del doblaje la describen como una profesional concienzuda que jam¨¢s mostr¨® un enfado.
Lo m¨¢s negativo de s¨ª misma que pod¨ªa llegar a exteriorizar cuando algo se le torc¨ªa era un semblante contrariado, de igual forma que lucha contra la depresi¨®n pint¨¢ndose los labios, un gesto banal al que Ana Fern¨¢ndez otorga un poder ritual cuando se le baja el ¨¢nimo como una forma de ahuyentar la fealdad del esp¨ªritu. El escaso af¨¢n de gloria y su sencillez pueden explicarse por razones de car¨¢cter. Es dulce, sensible y cari?osa con los dem¨¢s, pero tambi¨¦n divertida y abierta, pero en la tranquilidad con que ha digerido el ¨¦xito desde que protagoniz¨® Solas, de Benito Zambrano, tambi¨¦n ha pesado la madurez y su propia trayectoria vital.
Ana Fern¨¢ndez, que naci¨® hace 35 a?os en Valencina de la Concepci¨®n (Sevilla), ha trabajado de cajera y, al igual que su personaje de Mar¨ªa en Solas, de limpiadora. Antes de medirse junto a cl¨¢sicos del cine espa?ol como Julia Guti¨¦rrez Caba -precisamente la actriz que logr¨® el s¨¢bado el Goya al mejor papel femenino de reparto por el que tambi¨¦n pujaba Ana Fern¨¢ndez- o Juan Diego, se subi¨® a decenas de escenarios para representar funciones teatrales en pueblos de Andaluc¨ªa con una compa?¨ªa de teatro independiente.
La interpretaci¨®n, a pesar de que en su familia carec¨ªa de antecedentes art¨ªsticos, le tir¨® siempre. De ni?a se divert¨ªa jugando a los personajes de pel¨ªculas. A los 17 a?os se embarc¨® por completo en el teatro independiente y comenz¨® a recorrer barrios y peque?os municipios andaluces. Siempre ha sido disciplinada y de tes¨®n f¨¦rreo, aunque ella misma ha matizado en varias ocasiones que jam¨¢s persegu¨ªa la fama ni el ¨¦xito. Algo que atribuye m¨¢s al azar que al talento. As¨ª que, cuando la fama le lleg¨® con 34 a?os, Ana Fern¨¢ndez sigui¨® fiel a su estilo sosegado, voluntarioso y modesto, totalmente ajeno al de quienes se tropiezan de s¨²bito con los flashes de la popularidad y confunden el arte con el famoseo.
Antes de que los productores de televisi¨®n y cine de Italia comenzaran a disput¨¢rsela y de que su nombre figurase en t¨ªtulos de cr¨¦dito con frecuencia, cultiv¨® la parte menos glamourosa de la interpretaci¨®n: la teatral y la del doblaje. Durante a?os, la voz de Ana Fern¨¢ndez fue la de m¨²ltiples rostros en series de televisi¨®n y en el cine. Incluso recientemente ha prestado tono y timbre a la cara de la modelo francesa Laetitia Casta en la pel¨ªcula Gitano, aunque, a decir de algunos entendidos, no result¨® uno de sus doblajes m¨¢s afortunados.
En los estudios de doblaje de Sevilla y despu¨¦s en Madrid, la actriz dej¨® patente su vena c¨®mica. Una antigua compa?era asegura que el cine todav¨ªa no ha descubierto esa faceta jacarandosa, posiblemente debido a la hondura dram¨¢tica del papel de Mar¨ªa en Solas, donde interpretaba a una limpiadora, alcoh¨®lica y amargada, que intentaba sobrevivir a la soledad en un barrio humilde.
Consciente de lo f¨¢cil que resulta encorsetarse y lo dif¨ªcil que puede ser liberarse, Ana Fern¨¢ndez rechaz¨® los primeros guiones que le enviaron tras triunfar con la ¨®pera prima de Benito Zambrano, que guardaban grandes paralelismos con su trabajo en Solas. No quer¨ªa encasillarse, as¨ª que se visti¨® el uniforme de agente en la serie de Antena 3 Polic¨ªas y, despu¨¦s, la bata de psiquiatra en la pel¨ªcula S¨¦ qui¨¦n eres, de Patricia Ferreira.
Antes de llegar a su segunda nominaci¨®n en los premios Goya -la primera, con Solas, culmin¨® en galard¨®n-, Ana Fern¨¢ndez fue durante un tiempo la encargada de anunciar las idas y venidas de las borrascas y los anticiclones en Canal Sur Televisi¨®n. All¨ª conoci¨® a Zambrano, por entonces c¨¢mara de la cadena auton¨®mica. Cuando la actriz se enter¨® de que su antiguo compa?ero ten¨ªa el proyecto de Solas lo llam¨® desde Madrid para ofrecerse. Al cineasta primerizo le resultaba demasiado guapa para protagonizar a una limpiadora hundida, pero Fern¨¢ndez acab¨® sali¨¦ndose con la suya despu¨¦s de desplegar todo un rosario de variantes interpretativas.
Su m¨¦rito, dicen sus conocidos, es que sigue hablando de las cosas como si le ocurriesen por primera vez. Entusiasta y observadora, Fern¨¢ndez colecciona trajes largos y sombreros con fruici¨®n. Y repara en detalles que pasan desapercibidos para muchos. Cuando se mud¨® a Madrid con su marido, se esmer¨® en arreglar cosas porque ve¨ªa la vivienda impregnada de la due?a anterior.
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