Viejo, querido pene
Quiz¨¢ la noticia no sea tan espectacular como sugiere el pensamiento del hombre: el viejo y querido pene ha disminuido. Yo hab¨ªa notado algo, pero cre¨ªa que era cuesti¨®n de edad y de la indiferencia femenina. No: la media erecta ha bajado de quince cent¨ªmetros a trece y medio; y se completa con los datos reales de reducci¨®n en el n¨²mero de espermatozoides, que, adem¨¢s, son m¨¢s lentos en su carrera hacia el despectivo ¨®vulo. Ser¨¢ un mandato de la especie, si ustedes creen en la especie y en la evoluci¨®n. Produce una reducci¨®n de natalidad, como en otros animales sociales: cuando disminuye la fuente de alimentaci¨®n. Hay tambi¨¦n datos concretos sobre el aumento de la homosexualidad en esas especies, sobre todo en las m¨¢s desarrolladas. Creo que tambi¨¦n en la nuestra; no me parece que sea s¨®lo efecto de las salidas de armario, sino de que hay m¨¢s tendencias.
Oigo confesiones de adolescentes en el consultorio de Lorena Verd¨²n (Cadena 40, 22.00) y por otras v¨ªas. Me parece pat¨¦tico el momento en que el chico descubre su atracci¨®n por el propio sexo cuando todav¨ªa sigue cumpliendo con las se?oritas. Pat¨¦tico porque ¨¦l mismo est¨¢ impregnado de represiones, ambientes, morales; del permanente desprecio del machote y de la hembrita, el anatema papal, y no sabe c¨®mo dec¨ªrselo a s¨ª mismo, ni sabe a¨²n si lo es o no. Ni c¨®mo dec¨ªrselo a sus padres. Vivo en otra especialidad sexual, la hetero, que no se han limpiado los viejos prejuicios. Tardar¨¢ poco.
Puede que estos hechos no sean m¨¢s que el imperativo de la especie, la forma de evoluci¨®n contra el m¨¢ximo de poblaci¨®n conveniente; podr¨ªa aventurarse que el rechazo al inmigrante tenga ese impulso: el racismo econ¨®mico, desde la vieja leyenda de la sangre azul: los se?ores no se expon¨ªan al sol y al viento jam¨¢s y bajo la fina piel se trasluc¨ªa el laberinto azulado, mientras el siervo de la gleba ten¨ªa la piel enrojecida y era espesa.
Tambi¨¦n puede actuar f¨ªsicamente el miedo a la nueva mujer, que a veces se plantea en la violencia: crimen y suicidio. Forma parte de la misma evoluci¨®n: su sexualidad libre, su acceso al trabajo que no necesita fuerza, su independencia econ¨®mica. As¨ª sale el macho de pene peque?o y espermatozoide t¨ªmido, y la sociedad contra la demograf¨ªa que a¨²n demandan los acumuladores del capital. Espa?a ha pasado de la natalidad muy alta a ser el pa¨ªs del mundo menos fecundo. Un viejo pueblo inteligente.
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