60 toneladas de pi?ones
Un paseo por los ricos bosques que acompa?an a este afluente del Cofio por el extremo suroriental de ?vila
Este a?o, en el municipio abulense de El Hoyo de Pinares se recoger¨¢n 1,6 millones de kilos de pi?as, que dar¨¢n 60 toneladas de pi?ones mondos y lirondos. La recolecci¨®n se inici¨® en noviembre, como siempre, y se alargar¨¢ hasta abril porque esta cosecha es excepcional y hay gigantes de los que penden hasta 4.000 pi?as. Para derribarlas, los pi?oneros trepan a los ¨¢rboles armados con una vara de unos seis metros acabada en gancho, llamada lata y, ahora no, porque a los sindicatos les dar¨ªa algo, pero anta?o saltaban de copa en copa como aut¨¦nticos tarzanes de Tierra de Pinares. De ah¨ª quiz¨¢ provenga la expresi¨®n darse un pi?azo, qui¨¦n sabe.
De todo esto se rod¨® un No-Do en El Hoyo, all¨¢ por 1940, que en el Hogar del Jubilado nos describen casi hasta con colores: en ¨¦l se ve¨ªa de cine c¨®mo las pi?as se secaban en hogueras -morag¨¢s, les dec¨ªan-; c¨®mo luego se cascaban con machotas y c¨®mo los pi?ones se separaban finalmente del resto con cribas pi?oneras. Hoy, todas las pi?as del t¨¦rmino -y varias toneladas m¨¢s de Andaluc¨ªa y de Portugal- se llevan en camiones a la empresa local Frutos de Pinares, mayorista del pi?¨®n que ha mecanizado casi por completo la obtenci¨®n de este alegrador de guisos, morcillitas y pasteles.
No es lo ¨²nico que ha cambiado. En otros tiempos, al acabar la recogida se celebraba la romer¨ªa de la Virgen de Navaserrada y se entonaba la jota pi?onera, una jota con la que Armando Miguel Roda y su grupo folcl¨®rico grabaron -y vendieron- 3.000 casetes en 1979. Luego la fiesta vari¨® de fecha, los gustos musicales tambi¨¦n, todos los del grupo menos Armando murieron de viejos y hace ya dos lustros que nadie canta en el pueblo aquello de: 'Y de la rica ribera, / soy del Hoyo, soy del Hoyo, / soy de la rica ribera / donde est¨¢n las buenas mozas / y las cribas pi?oneras'.
La rica ribera de la jota era (y es) la del r¨ªo Sotillo, que all¨¢ por el extremo oriental del municipio, lindando casi con el madrile?o de Valdemaqueda, corre en pos del r¨ªo Cofio, con el que se junta poco antes de que ¨¦ste entregue sus aguas al Alberche en el embalse de San Juan. Ya no se cultivan los judiones que la hac¨ªan doblemente rica. Pero en sus recuestos gran¨ªticos sigue intacto el viejo paisaje pi?onero, un mar de copas globosas que, cabrilleando con el sesgado sol invernizo y el roc¨ªo ma?anero, hace feliz contemplarlo.
Nuestro paseo por estos pinares comienza en el kil¨®metro 11,700 de la carretera de Valdemaqueda a El Hoyo, donde sale una pista de tierra a mano izquierda -suponiendo que venimos de Madrid- que en breves minutos nos ofrece una soberbia panor¨¢mica a¨¦rea del r¨ªo Sotillo, el cual traza un amplio arco encajonado entre las p¨¦treas cercas de las viejas huertas. Desde este mirador natural vemos, adem¨¢s, infinidad de rapaces, sobre las que se?orean, por su rareza y su gran envergadura, el buitre negro y el ¨¢guila imperial.
A los tres cuartos de hora de andar por esta pista, rechazamos un desv¨ªo a la diestra que invita a cruzar el r¨ªo por un cercano puente de piedra. Lo mismo hacemos con otros caminos menores y con dos pistas muy claras que salen a la izquierda en los siguientes 20 minutos. No as¨ª con la tercera, que es la que cogemos para subir junto al arroyo del Majo por la llamada Cuesta Mala, aunque tampoco es para tanto. Y de este modo, al cumplirse un par de horas de marcha, alcanzamos tras la cuesta un rellano empradizado con buena vista hacia el sur, que abarca, de izquierda a derecha, los cerros gran¨ªticos de las Cabreras de San Juan, las pe?as de Cadalso y Cenicientos, el cerro de Guisando y las nieves de Gredos, que son lo ¨²nico blanco entre tanto verde de pinos pi?oneros.
En media hora m¨¢s, ahora en suave descenso, salimos por el paraje de la Encrucijada a la carretera Valdemaqueda-El Hoyo, a dos kil¨®metros del punto de partida y a tres horas -en total- del inicio de esta gira por uno de los pinares m¨¢s bellos de Espa?a, si no el que m¨¢s.
F¨¢cil para el invierno
- D¨®nde. El r¨ªo Sotillo (?vila) dista 74 kil¨®metros de Madrid. Se va por la carretera de A Coru?a (A-6) hasta Las Rozas, por la M-505 hasta El Escorial y el puerto de la Cruz Verde, por la M-512 hasta Robledo de Chavela y por la M-537 hasta Valdemaqueda. Desde Valdemaqueda hay que seguir cinco kil¨®metros en direcci¨®n a El Hoyo de Pinares y buscar la pista de tierra que se desv¨ªa a la izquierda 700 metros despu¨¦s de pasar el moj¨®n del kil¨®metro 11. - Cu¨¢ndo. Ruta circular de 12 kil¨®metros y tres horas de duraci¨®n, con un desnivel acumulado de 200 metros y una dificultad baja. Al discurrir siempre por pista forestal, es tambi¨¦n apropiada para bicis. Invierno es la mejor ¨¦poca para caminar por el pinar, pues el terreno est¨¢ verdecido y puede asistirse a las tareas de recolecci¨®n. - Qui¨¦n. Jos¨¦ Manuel Mart¨ªn es el autor de Las sierras desconocidas de ?vila, gu¨ªa editada por la editorial El Senderista (Mayor, 80; tel¨¦fono 91 541 71 70), en la que se describen ¨¦sta y otras excursiones por la Tierra de Pinares. Incluye croquis de los recorridos. - Y qu¨¦ m¨¢s. Cartograf¨ªa: hojas 532-III (El Hoyo de Pinares), 532-IV (Robledo de Chavela), 557-I (Cebreros) y 557-II (Colmenar del Arroyo) del Instituto Geogr¨¢fico Nacional, a escala 1:25.000.
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