Los agentes sospechan que el detenido mat¨® a la mujer porque le iba a dejar por otro
Pedro Mu?oz se qued¨® viudo el 24 de diciembre -el d¨ªa de Nochebuena- de 1997. Irene, su mujer, falleci¨® de un c¨¢ncer. Le dej¨® dos hijos, que ahora tienen 25 y 22 a?os. La familia vive en el bajo de un modesto bloque de pisos de la localidad de Yuncos (Toledo). Mu?oz trabaja en la f¨¢brica de tierras de Yuncos desde hac¨ªa m¨¢s de 20 a?os.
Mu?oz manten¨ªa una relaci¨®n sentimental con Maryorie y, como s¨ªmbolo de su amor, le regal¨® una alianza de oro. El anillo llevaba escrito en su interior el nombre del supuesto asesino. La relaci¨®n se torci¨® y Mu?oz no pudo aguantarlo. Maryorie le dijo que le iba a dejar por otro hombre, un agente de las fuerzas de seguridad retirado que se hab¨ªa quedado viudo, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n.
Mu?oz y Maryorie discutieron. Ella insist¨ªa en su intenci¨®n de separarse y Mu?oz no soportaba la idea de que le abandonaran por otro. Zanj¨® el asunto, presuntamente, con el homicidio de la mujer, seg¨²n las mismas fuentes.
El modo en el que el crimen se cometi¨® no est¨¢ del todo probado, pero los agentes y los expertos del Instituto Anat¨®mico Forense de Madrid creen que Mu?oz mat¨® a Maryorie por ahogamiento. Le puso una bolsa de pl¨¢stico en la cabeza.
Los agentes interrogaron a los allegados de Maryorie y descubrieron que la ¨²ltima persona que estuvo con ella antes de su muerte fue Mu?oz. Los agentes llamaron por tel¨¦fono, el martes pasado, al domicilio del ahora detenido. El hombre respondi¨®. Le dijeron que se presentara en el cuartel de la Guardia Civil de Illescas con sus dos hijos para prestar declaraci¨®n.
En esos momentos, otros agentes vigilaban el domicilio de Mu?oz. Le vieron salir a la calle y acercarse a un contenedor, donde tir¨® varios objetos. Los agentes pudieron comprobar que Mu?oz trataba de deshacerse de todos los efectos personales que le pudieran relacionar con Maryorie. 'Tir¨® parte de la documentaci¨®n de la mujer ecuatoriana y otros objetos de ella', explic¨® ayer un portavoz de la Delegaci¨®n del Gobierno de Toledo.
Despu¨¦s, el padre y los dos hijos se montaron en su furgoneta y pusieron rumbo a Illescas, a cinco kil¨®metros de su casa. 'No s¨¦ lo que mi padre ha declarado a la Guardia Civil. Yo s¨®lo he explicado que he visto a mi padre con esa mujer varias veces en junio pasado, cuando vino al pueblo con ella', explic¨® Pedro Alfonso, el hijo mayor del detenido. 'A m¨ª esa mujer no me gustaba. Era regordeta y no me gustaba. Mi padre sal¨ªa con ella. Si la ha matado en defensa propia, ?ol¨¦ su valor!'. Pedro Alfonso contaba ayer esto sin pesta?ear, con los ojos brillantes, enrojecidos. 'Nadie puede creerse que lo haya hecho mi padre. Es una buena persona. Siempre dec¨ªa que se iba a pescar, al pueblo de su madre, en C¨¢ceres. Pero en realidad se iba con esa mujer', a?adi¨® Pedro Alfonso.
Otro cad¨¢ver calcinado
El m¨®vil que llev¨® a Mu?oz a cometer, presuntamente, un segundo e id¨¦ntico crimen es una inc¨®gnita. Los investigadores tienen la certeza de que Mu?oz es el autor del homicidio de Gladys Irene V. P., ecuatoriana -como Maryorie-, de 33 a?os, tambi¨¦n dedicada a la prostituci¨®n, tambi¨¦n asesinada por ahogamiento, tambi¨¦n abandonada y calcinada en un paraje r¨²stico, tambi¨¦n en la misma zona. Los agentes sospechan que tanta similitud no es fruto de la casualidad, pero todav¨ªa no han logrado pruebas para imputarle este segundo asesinato al detenido.
El cad¨¢ver calcinado de Gladys fue hallado apenas tres meses despu¨¦s del de Maryorie. Lo hall¨® un vecino de Gri?¨®n (Madrid) cuando iba, con su mujer e hijas, a ver c¨®mo iban sus cultivos. Un anillo tambi¨¦n sirvi¨® para identificar a la v¨ªctima. Pero los agentes no hallaron m¨¢s objetos ni pruebas con los que relacionar a Mu?oz con este segundo homicidio. 'Mi padre no ha sido. No tiene nada que ver con ese otro crimen', afirmaba ayer Pedro Alfonso, el hijo mayor del detenido. Mu?oz declar¨® a la Guardia Civil que no sab¨ªa nada de ese otro suceso.
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