El Ejecutivo env¨ªa el Plan Hidrol¨®gico al Congreso para que sea aprobado antes del verano
El proyecto de ley incluye el trasvase de 1.050 hect¨®metros c¨²bicos del Ebro al arco mediterr¨¢neo
Quince a?os han pasado desde que la Ley de Aguas (1985) dictamin¨® que para trasvasar agua de una cuenca a otra deb¨ªa regularse mediante un plan hidrol¨®gico.Despu¨¦s de un intento frustrado durante el ¨²ltimo mandato socialista, el PP ha conseguido en su segunda legislatura el respaldo del Consejo Nacional del Agua a un proyecto que ha negociado bilateralmente con las comunidades aut¨®nomas, los regantes y ecologistas.
Lo que no le fue permitido a la anterior ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, lo ha logrado su sucesor, Jaume Matas, en medio a?o con el PP gobernando por mayor¨ªa absoluta y en un momento en el que el calendario pol¨ªtico est¨¢ ayuno de alegr¨ªas.
De todos los posibles trasvases, el PP ha optado por reducirlos a uno para mitigar los posibles conflictos auton¨®micos o internacionales. Salvo el trasvase del Ebro a Bilbao, los ¨²ltimos en aprobarse -el minitrasvase del Ebro a Tarragona y el del Tajo al Segura- han sido una fuente constante de enfrentamientos entre regiones y comarcas por el agua. El plan identifica al Ebro como ¨²nico r¨ªo excedentario y condiciona la cesi¨®n de 1.050 hect¨®metros c¨²bicos anuales de sus aguas a los periodos de m¨¢ximo caudal para evitar la intrusi¨®n de una cu?a marina en su Delta.
Ochos a?os
Para granjearse el apoyo hasta ahora sin ¨¦xito de Arag¨®n, el ministro Matas se comprometi¨® desde el principio a que todas las obras recogidas en el Pacto del Agua de Arag¨®n de 1992 (cuando se preparaba el proyecto del PSOE que preve¨ªa un trasvase a¨²n mayor del Ebro) se incluyeran en el plan con car¨¢cter prioritario. El proyecto incluye una cl¨¢usula seg¨²n la cual no entrar¨¢ en funcionamiento el trasvase mientras no est¨¦n operativas muchas de las obras del pacto aragon¨¦s. En esta regi¨®n se mantienen pendientes de ejecuci¨®n muchas transformaci¨®nes de regad¨ªos declaradas de inter¨¦s general desde principios de siglo. La propia margen derecha del r¨ªo y los abastecimientos de Zaragoza son tan vulnerables a las sequ¨ªas como Murcia o Almer¨ªa, adonde ir¨¢ destinada m¨¢s de la mitad del agua trasvasada desde el r¨ªo Ebro. Los cultivos en el sur obtienen las mayores rentabilidades de Europa.
Salvo los 190 hect¨®metros que se derivar¨¢n para cubrir los d¨¦ficits de abastecimiento del ¨¢rea metropolitana de Barcelona, la mayor parte del trasvase se reservar¨¢n 'oficialmente' a los regad¨ªos con t¨ªtulos concesionales de agua que se nutren de acu¨ªferos esquilmados. No se atender¨¢n nuevos regad¨ªos, aunque muchos observadores sospechan que ser¨¢ dif¨ªcil cumplir esa regla, habida cuenta de las grandes extensiones de tierras que se est¨¢n transformando en los ¨²ltimos meses en Murcia, Almer¨ªa y Comunidad Valenciana, a la espera del acueducto.
El coste del agua trasvasada se estima en 52 pesetas el metro c¨²bico, a pagar indistintamente por todos los beneficiarios, ya sean de Barcelona o Almer¨ªa. Los territorios de la cuenca del Ebro ser¨¢n compensados con cinco pesetas por cada metro c¨²bico derivado para costear programas de restauraci¨®n hidroambiental. El precio del acueducto se estima en m¨¢s de 700.000 millones de pesetas y un plazo de ejecuci¨®n en torno a los ocho o diez a?os.
Aunque el n¨²cleo del plan es el trasvase, la partida econ¨®mica m¨¢s importante - 3,13 billones de pesetas- se reparte entre modernizaci¨®n de regad¨ªos, el saneamiento y la depuraci¨®n de las aguas urbanas, donde hay mucho pendiente por hacer, el aumento de la garant¨ªa de abastecimientos urbanos y la construcci¨®n de 70 nuevos embalses. Un tercio de la factura se pagar¨¢ con fondos europeos. El aumento de estas partidas sobre las cantidades previstas inicialmente han decidido el voto positivo al plan de comunidades aut¨®nomas gobernadas por socialistas como Extremadura y Castilla-La Mancha. A Matas le ha faltado incluir un trasvase desde el Guadiana al Guadalquivir para sumar el voto de Andaluc¨ªa. Todav¨ªa no ha dicho que no pero se guarda las espaldas alegando que los ecologistas no lo consentir¨ªan.
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