El Ayuntamiento pide paciencia y la oposici¨®n exige dimisiones
'Conocemos lo que pasa, estamos trabajando en ello y pedir¨ªa a los vecinos paciencia, que no caigan en el desasosiego'. ?sa fue la reacci¨®n del concejal de Seguridad Ciudadana y delegado de la Polic¨ªa Local de Valencia, Jorge Bellver, ante la pol¨¦mica. Ana Noguera, portavoz socialista en el Ayuntamiento, y Antonio Montalb¨¢n, representante de Esquerra Unida en el Consistorio, exigieron la dimisi¨®n de la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Carmen Mas, por 'negligencia e ineficacia', y la destituci¨®n por parte de la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, del concejal Bellver por 'rid¨ªculo e incapaz de hacer frente al problema'. Ambos grupos pol¨ªticos han presentado en los ¨²ltimos meses m¨¢s de una decena de mociones con acciones concretas a emprender que no han sido aprobadas.
El debate abierto el pasado lunes ha ido in crescendo a lo largo de la semana. Pero s¨®lo en una direcci¨®n, la que dibujan los vecinos y la oposici¨®n al PP.
En cualquier caso, no es una novedad. Los responsables de las administraciones con competencias han reconocido estar al corriente de c¨®mo la droga se vende en la calle en pleno d¨ªa a centenares de consumidores. Y no pod¨ªa ser de otro modo. El Ayuntamiento tiene todo tipo de pruebas sobre el tr¨¢fico de estupefacientes en los barrios afectados. Entre otras cosas, tres asociaciones de vecinos han hecho uso de la palabra en el pleno del Ayuntamiento reivindicando soluciones y dando todo lujo de detalles. Adem¨¢s, el Consistorio de Rita Barber¨¢ acumula denuncias sin contestar de los vecinos del barrio de Natzaret desde 1994. Rafael Rubio, diputado socialista en las Cortes Valencianas, recordaba esta semana c¨®mo, ya en el programa electoral de 1991, Barber¨¢ hizo de la seguridad ciudadana y el tr¨¢fico de drogas un estandarte. Lleg¨® incluso a decir que con ella los camellos se ir¨ªan por las cloacas.
Desde entonces, el presupuesto para pol¨ªticas relacionadas con la drogodependencia ha ido descendiendo. Para este a?o 2001, de 100.000 millones s¨®lo 60 est¨¢n destinados a la lucha contra la droga. Adem¨¢s, no existe ning¨²n centro p¨²blico municipal que atienda a los toxic¨®manos. La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Carmen Mas, orden¨® el lunes a la Jefatura Superior de Polic¨ªa que desplegara las dotaciones necesarias para disolver las concentraciones de compra de droga. Dicho y hecho. Desde el martes, el barrio del Grau y la zona de Campanar tienen agentes como nunca. Las redadas se suceden, pero las iniciativas de fondo se desconocen.
La polic¨ªa reconoce que no tiene medios -y algunos agentes, que sus informes no han salido del caj¨®n de sus jefes-, pero presenta datos de actuaci¨®n. En el mes de enero, en la calle de Bello se identific¨® a casi 1.300 personas, se detuvo a 24 -de las cuales s¨®lo una entr¨® en prisi¨®n- y se realizaron tres incautaciones.
La Generalitat guarda silencio. En la comunidad s¨®lo existen dos centros p¨²blicos de rehabilitaci¨®n, tras el cierre de un tercero que funcionaba en Elche. De ellos, el de Reiets, en Alicante, est¨¢ reduciendo los ingresos, por lo que la oposici¨®n presupone un cierre inminente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.