Dadnos la carne
Lo extra?o del p¨¢nico sanitario que se extiende en Europa es que nada tiene que ver con la salud. (...) A pesar del aumento de casos de encefalopat¨ªa, la posibilidad de encontrar una vaca loca en el continente sigue siendo m¨ªnima. (...) Es una epidemia basada en el miedo, y los Gobiernos no son inmunes. (...)
La preocupaci¨®n por la encefalopat¨ªa espongiforme bovina (EEB) refleja una profunda ansiedad en Europa con la globalizaci¨®n y sus consecuencias. Una estrecha uni¨®n implica un intercambio m¨¢s sencillo de dinero, bienes y servicios, pero tambi¨¦n la propagaci¨®n de enfermedades como la EEB a trav¨¦s de las fronteras. (...) Se desata la sospecha de que las preocupaciones m¨¢s b¨¢sicas de la vida estar¨¢n determinadas por la l¨®gica despiadada de un mercado global. (...) Dichas preocupaciones son err¨®neas. Se ha demostrado que, en materia de salud, los organismos supranacionales protegen con m¨¢s eficacia el inter¨¦s p¨²blico que los Gobiernos nacionales. (...) Los Gobiernos nacionales creen defender mejor la seguridad de sus ciudadanos. En alg¨²n momento fue cierto, pero la econom¨ªa global ha adquirido una complejidad que impide dejar las decisiones en manos de pol¨ªticos locales que piensan en su propia seguridad tanto como en la de sus ciudadanos. Al final, la mejor protecci¨®n es una mayor globalizaci¨®n. (...) La creencia en soluciones comunes ha dirigido el proyecto europeo durante d¨¦cadas. Pero la crisis de la EEB ha empujado a los europeos hacia el proteccionismo, en vez de a un juicio objetivo. Las vacas no son las ¨²nicas locas.
Nueva York, 12 de febrero
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