El juez encarcela a los etarras acusados de matar a dos concejales en Barcelona

El juez hab¨ªa citado a los dos presuntos etarras para que explicasen su intervenci¨®n en el asesinato a tiros del concejal del PP en el Ayuntamiento de Sant Adri¨¢ del Bes¨®s (Barcelona) Jos¨¦ Luis Ruiz Casado, ocurrido el 21 de septiembre de 2000.

Precisamente, tras la detenci¨®n de Krutxaga y Armendariz, el pasado 11 de enero, fueron intervenidas dos pistolas, una de las cuales, la que portaba Krutxaga pudo ser el arma utilizada para asesinar a Ruiz Casado. No obstante, los resultados de las pruebas periciales bal¨ªsticas no han sido todav¨ªa incorporados al sumario.

Los etarras fueron preguntados tambi¨¦n por el asesinato de Francisco Cano Consuegra, concejal del PP en el consistorio de Viladecavalls (Barcelona) quien falleci¨® en Terrassa el 14 de diciembre de 2000 como consecuencia de la explosi¨®n de una bomba colocada bajo del asiento de su veh¨ªculo, una furgoneta con la que el edil circul¨® durante m¨¢s de una hora hasta que el artefacto estall¨®.

Los etarras fueron conducidos por separado ante el juez, en cuyo despacho permanecieron poco m¨¢s de un cuarto de hora cada uno. A petici¨®n del fiscal, Garz¨®n acord¨® la prisi¨®n preventiva de ambos.

Krutxaga y Armendariz ya se encontraban en prisi¨®n por su participaci¨®n en otros atentados como el asesinato del ex ministro socialista Ernest Lluch, hecho por el que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, les proces¨® la pasada semana junto con el tercer integrante del comando, Fernando Garc¨ªa Jodr¨¢, en paradero desconocido.

Aunque tampoco ante el juez Moreno quisieron declarar los dos etarras, por sus manifestaciones a la polic¨ªa se sabe que Krutxaga fue el autor material de esa muerte, que persigui¨® al ex ministro y le dispar¨® dos tiros en la cabeza a corta distancia y que Armendariz cubri¨® la acci¨®n desde fuera del garaje del domicilio de Lluch, mientras Garc¨ªa Jodr¨¢ realizaba labores de intendencia en el piso franco, tarea en la que se turnaban los tres etarras.

El fiscal exculpa al juez

Por otro lado, la Fiscal¨ªa del Tribunal Supremo ha instado el archivo de la querella por supuestas amenazas presentada por el etarra Harriet Iragi contra el juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco, informa Europa Press.

El presunto integrante del comando Andaluc¨ªa de ETA Harriet Iragi amenaz¨® de muerte al juez de la Audiencia Nacional Guillermo Ruiz Polanco el pasado 31 de octubre, cuando ¨¦ste trataba de interrogarle sobre su participaci¨®n en el asesinato del concejal del PP en M¨¢laga Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Carpena. Iragi se neg¨® a declarar y tras culpar al juez de la situaci¨®n en Euskadi, le espet¨®: 'Cuando esta tarde asista al funeral [el del magistrado del Supremo Jos¨¦ Francisco Querol, asesinado el d¨ªa anterior] d¨ªgale a sus compa?eros que usted va a ser el pr¨®ximo'. El juez le replic¨®: 'Si yo no fuera juez y usted no estuviera esposado, le dar¨ªa dos hostias'.

El informe de la fiscal¨ªa tiene en cuenta la situaci¨®n an¨ªmica en la que se encontraba Ruiz Polanco cuando dijo la frase citada. El juez hab¨ªa sido amenazado de muerte y el fiscal recuerda que 'desgraciadamente' esas amenazas se han concretado en numerosas ocasiones.

El dictamen rechaza que se hubiera producido amenaza al etarra, ya que el magistrado antepuso la conjunci¨®n condicional 'si' a lo que ser¨ªa la amenaza 'le dar¨ªa dos hostias'. Iragi fue condenado en enero a dos a?os y medio de c¨¢rcel por las amenazas de muerte al juez y al fiscal Jes¨²s Alonso.

Por su parte, Mar¨ªa San Gil, presidenta del PP de Guip¨²zcoa, denunci¨® ayer la colocaci¨®n en varias calles de la parte vieja de San Sebasti¨¢n de unos carteles insultantes contra profesores, pol¨ªticos y periodistas.

Los carteles en cuesti¨®n est¨¢n firmados por Haika, la organizaci¨®n juvenil del MLNV, sustituta de la autodisuelta Jarrai, y en los mismos se califica de colonizadores de Euskal Herria a varios profesores y pol¨ªticos a quienes se culpa de atacar a la educaci¨®n vasca y de ser los responsables de la estrategia contra Euskal Herria en las universidades y escuelas, o de ser enemigos del euskera. En otros, se acusa de 'fascistas' y 'perros de la pluma' a varios periodistas.