Pol¨ªtica cient¨ªfica espa?ola
Los 1.059 cient¨ªficos que firmamos esta carta pensamos que la pol¨ªtica cient¨ªfica espa?ola es obsoleta, inconsistente e ineficaz: no existe ninguna planificaci¨®n a largo plazo y la inversi¨®n, tanto p¨²blica como privada, resulta risible. Adem¨¢s, el sistema de plazas carece de flexibilidad y la concesi¨®n de las mismas no siempre responde a criterios exclusivamente cient¨ªficos. As¨ª las cosas, las posibilidades de progreso cient¨ªfico de nuestro pa¨ªs resultan rid¨ªculas comparadas con las de pa¨ªses europeos de nuestro entorno econ¨®mico y cada vez son m¨¢s los j¨®venes cient¨ªficos que, debido a la falta de oportunidades laborales en Espa?a, tienen que quedarse indefinidamente en el extranjero para poder continuar sus carreras con un m¨ªnimo de seguridad y reconocimiento a su trabajo.
Las consecuencias son claras: otros pa¨ªses se est¨¢n beneficiando de la val¨ªa de unos trabajadores altamente cualificados, formados principalmente en Espa?a y en los que el Gobierno ha invertido parte de los impuestos pagados por todos los espa?oles. Y es que cuando un cient¨ªfico decide volver a trabajar en Espa?a sus posibilidades de reintegraci¨®n se ven pr¨¢cticamente reducidas a los llamados contratos de reincorporaci¨®n, contratos por obra y que, independientemente de la calidad de la ciencia desarrollada, no son renovables m¨¢s all¨¢ de los tres a?os; y despu¨¦s, ?qu¨¦? Para muchos, el desempleo o el abandono de la ciencia.
El penoso panorama cient¨ªfico espa?ol se contempla con incredulidad y asombro desde el resto del mundo, y revistas internacionales del m¨¢ximo prestigio cient¨ªfico denuncian con frecuencia una situaci¨®n que, parad¨®jicamente, en Espa?a parece pasar desapercibida.
Mientras tanto, el Gobierno invierte mucho tiempo en convencer a la sociedad del sustancial aumento en los recursos dedicados a la investigaci¨®n. Pero si bien esta pol¨ªtica resulta eficaz de cara a la opini¨®n p¨²blica en general, que no conoce los entresijos del mundo de la investigaci¨®n, no es en absoluto cre¨ªble dentro de la comunidad cient¨ªfica, puesto que gran parte de este aumento se destina a gastos militares. As¨ª, pues, creemos que es deber de los que trabajamos en esto mejorar nuestra comunicaci¨®n con la sociedad y dar a conocer nuestra actividad, as¨ª como denunciar p¨²blicamente la actitud gubernamental que pretende hacernos creer a todos que, tambi¨¦n en ciencia, Espa?a va bien.
En nuestra opini¨®n la situaci¨®n no mejora. Nuestros gobernantes parecen ignorar que el bienestar social y econ¨®mico llega, de forma cada vez m¨¢s evidente, de la mano de la innovaci¨®n cient¨ªfica y tecnol¨®gica. S¨®lo una pol¨ªtica cient¨ªfica consistente puede hacer que dejemos de ir a remolque de otras sociedades desarrolladas con las que nos queremos comparar. Ya es hora de que se nos permita contribuir al progreso de la sociedad espa?ola. Ya es hora de olvidarse del 'que inventen ellos'.-
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