La Real agradece la pasividad del Espanyol

El encuentro result¨® aburrido, tal y como auguraba Paco Flores. La previsi¨®n del t¨¦cnico del Espanyol no tuvo ning¨²n m¨¦rito, dado el conservadurismo de su estrategia y la inconsistencia perenne de la Real Sociedad. No resulta dif¨ªcil tejer una estrategia para jugar contra los donostiarras en Anoeta. ?stos salen al galope, se adue?an del bal¨®n y hacen de su vehemencia una cortina de humo que s¨®lo intimida a los que se arrugan por poco. El Espanyol se ajust¨® a la estrategia del m¨ªnimo esfuerzo: un visitante c¨®modo que s¨®lo se preocup¨® de acelerar su cadencia cuando recibi¨® un gol en contra.

El tanto de Sergio en propia puerta descoloc¨® a todos. El cuadro catal¨¢n sufri¨® un ataque de ansiedad, se lanz¨® por donde ni siquiera se hab¨ªa aventurado a pasar y estuvo a punto de sufrir dos goles en cinco minutos.

Sus prisas y el menosprecio del rival estuvieron cerca de arruinarles en un visto y no visto, pero la Real sali¨® en su ayuda con su propensi¨®n a deshacer lo andado: Toledo remat¨® con comodidad una falta de apariencia inocua.

El encuentro se agot¨® en esos cinco minutos fren¨¦ticos. El Espanyol volvi¨® a ordenarse para contemplar la impotencia de los realistas, privados de la clarividencia de Xabi Alonso o de los arranques de genio de De Pedro. Es decir, entregados a la presi¨®n y la buena voluntad, premiada con un penalti y tres puntos que dejan a Flores m¨¢s perplejo que aburrido.