Pateras
La masificaci¨®n se extiende hoy en d¨ªa a casi todos los ¨¢mbitos, incluido el de la inmigraci¨®n clandestina, que ha alcanzado ya dimensiones industriales: las de una actividad que parece reportar ping¨¹es beneficios a las mafias que organizan, cada vez con m¨¢s y mejores medios, tan infame tr¨¢fico, que resulta m¨¢s lucrativo que el trasiego de esclavos propio de otras ¨¦pocas. Las primeras pateras, aquellas chalupas de pescadores, de madera y de reducidas dimensiones, que atravesaban el estrecho de Gibraltar con un pu?ado de marroqu¨ªes o subsaharianos a bordo, hace tiempo que se quedaron peque?as. En su lugar se empezaron a utilizar grandes lanchas neum¨¢ticas, con potentes motores y capaces de transportar a medio centenar de personas en muy poco tiempo desde el norte de ?frica hasta las costas del sur de Espa?a. Pero eso tampoco era bastante, de forma que ¨²ltimamente ya hemos visto c¨®mo las fuerzas de seguridad interceptaban grandes yates de recreo repletos de inmigrantes. El colmo ha sido, el pasado fin de semana, el caso del East Sea, el carguero de bandera camboyana que embarranc¨® de forma intencionada -las favorables condiciones meteorol¨®gicas y la ausencia de llamadas de socorro no dejan lugar a dudas al respecto- en la Costa Azul con el objetivo de desembarcar a casi un millar de inmigrantes kurdos que viajaban hacinados a bordo. S¨®lo se puede hallar una ventaja: el peligro que corren los inmigrantes es mucho menor a bordo de un barco como ese. Una peque?a patera zozobra con suma facilidad, y ah¨ª tenemos, para corroborarlo, las tr¨¢gicas estad¨ªsticas de cuerpos sin vida hallados en los ¨²ltimos tiempos en las costas y playas andaluzas. Este infame tr¨¢fico de seres humanos ha alcanzado ya tales dimensiones, reporta ya tal nivel de beneficio econ¨®mico, que incluso permite al armador dar por perdido un barco de m¨¢s de 50 metros de eslora dej¨¢ndolo tirado en una playa europea. As¨ª no hay Ley de Extranjer¨ªa que valga. Se imponen pol¨ªticas que permitan atajar el problema en origen, ayudas e inversiones que mejoren in situ la calidad de vida en esos pa¨ªses, de manera que sus habitantes no se vean abocados a emigrar a costa de pagar m¨¢s de lo que tienen a unos mafiosos sin escr¨²pulos.
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