Berlusconi: tan claro como un t¨²nel
Puede que, como afirm¨® ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqu¨¦, no est¨¦ claro cu¨¢l es el procedimiento a seguir para tramitar el suplicatorio solicitado por un juez espa?ol para levantar la inmunidad a un eurodiputado extranjero, nada menos que Silvio Berlusconi. Aclarar este extremo es justamente lo que le pidi¨® seis meses atr¨¢s la presidencia de la Euroc¨¢mara a la representaci¨®n permanente (RePer) de Espa?a en la UE, cuando recibi¨® la solicitud remitida por el Tribunal Supremo. Lo que no est¨¢ nada claro es por qu¨¦ la Administraci¨®n espa?ola -pues la RePer es parte del Ministerio de Exteriores- demor¨® tanto tiempo una respuesta. Para que la confusi¨®n sea a¨²n mayor, a la tardanza de la diplomacia espa?ola se ha sumado un c¨²mulo de irregularidades en el Parlamento Europeo, donde no fue debidamente registrada la carta con el suplicatorio, que sigui¨® una extra?a ruta.
Tras el tiempo transcurrido, no parece de recibo que Piqu¨¦ se escude en 'la falta de jurisprudencia y legislaci¨®n al respecto' para dar nuevas largas, puesto que hay precedentes: el del suplicatorio de Ruiz-Mateos en 1990, por ejemplo. El turbio retraso y las irregularidades detectadas requieren ahora de Piqu¨¦ no unos r¨¢pidos comentarios en los pasillos del Congreso, sino una explicaci¨®n en profundidad, mientras el Parlamento Europeo debe investigar qu¨¦ ocurri¨® en sus propias dependencias y por qu¨¦ la Comisi¨®n de Asuntos Jur¨ªdicos no fue informada como es debido de la petici¨®n cursada por los tribunales espa?oles a ra¨ªz de la demanda del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n, que instruye el caso de supuestas irregularidades cometidas por el eurodiputado italiano en Tele 5. La justicia espa?ola deber¨ªa haberse interesado tambi¨¦n por estos retrasos.
Todo esto ocurre cuando Italia lleva meses en pre-campa?a electoral, con la cita prevista para primavera, y con Berlusconi como favorito. Justamente estos d¨ªas se est¨¢ debatiendo en el Parlamento italiano el proyecto de 'ley del conflicto de intereses', que, de aprobarse -para lo que dudosamente queda tiempo ante el filibusterismo de la oposici¨®n, que ha presentado m¨¢s de 1.500 enmiendas-, obligar¨ªa al magnate de los medios de comunicaci¨®n a vender parte de su patrimonio o ponerlo en manos de fiduciarios totalmente independientes. Berlusconi, que ya gobern¨® durante siete meses en 1994 y que ha sobrevivido a una ristra de procedimientos judiciales en su propio pa¨ªs, es un caso ¨²nico de empresario medi¨¢tico metido a pol¨ªtico. Y ser¨ªa otra vez un caso ¨²nico si desde el Gobierno que llegara a presidir pudiera otorgar a sus empresas licencias de televisi¨®n o telefon¨ªa.
Su partido, Forza Italia, concurre junto con la Liga Norte, y para gobernar necesitar¨¢ el apoyo de la Alianza Nacional, dos partidos cuyos pronunciamientos de tinte xen¨®fobo levantan grandes suspicacias en el resto de la UE, especialmente en el Reino Unido. ?Una victoria de Berlusconi forzar¨ªa a Aznar a elegir entre el amigo Blair y el amigo italiano?
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