El Rey y la diputada, durante el 23-F
La socialista Anna Balletb¨® revel¨® en la FNAC su conversaci¨®n con el Rey a los 40 minutos de salir del Congreso
El teniente coronel Tejero irrumpi¨® en el Congreso a las 18.21h de aquel lunes 23 de febrero. Apenas 40 minutos despu¨¦s, sobre las 19 horas, la diputada socialista Anna Balletb¨®, habl¨® con el Rey para explicarle los acontecimientos. Antes tuvo que convencer a los golpistas para que la dejaran salir -estaba embarazada de gemelos-, llegar al despacho del grupo socialista y pensar qu¨¦ hacer. Finalmente hizo tres llamadas. Primero a su familia, despu¨¦s a Jordi Pujol para que le diera el tel¨¦fono del Rey y luego llam¨® a la La Zarzuela.
Balletb¨® rememora ahora aquellos momentos y recuerda lo primero que le pregunt¨® el Rey: '?Hay heridos?' . 'No, no Majestad', respondi¨® la diputada. '?Y cu¨¢ntos son?'. 'Pues unos 150 ¨® 200'. '?Y qu¨¦ graduaci¨®n tienen?', le pregunt¨® entonces el Rey. '?C¨®mo? No lo s¨¦, yo no entiendo de eso', contest¨® la diputada. 'Vamos a ver...?Cu¨¢ntas estrellas llevaban en sus uniformes? ?Eran grandes o peque?as??XCu¨¢ntas puntas ten¨ªan?'. 'Entonces, como pude, le describ¨ª los galones y estrellas que recordaba haber visto en las chaquetas de los militares', aclar¨® Balletb¨®, 'y todo esto con continuas interrupciones, pues su Majestad a su vez iba explicando a diferentes miembros de Capitan¨ªa por otro tel¨¦fono lo que yo le contaba. Al mismo tiempo pod¨ªa o¨ªr que el Rey recib¨ªa otras llamadas que tambi¨¦n le informaban'. Seg¨²n Balletb¨®, de repente record¨® un nombre que le hab¨ªa susurrado un diputado, un militar democr¨¢tico, pocos minutos despu¨¦s de la entrada de los guardias en el Congreso. All¨ª, agazapados bajo los asientos del hemiciclo, este compa?ero murmur¨®: 'Al que manda lo conozco. Es Tejero, un golpista de la Operaci¨®n Galaxia'. 'Majestad', interrumpi¨® la diputada, 'un compa?ero me dijo que el que mandaba era un tal Rajero o Conejero...'. '?Tejero!', exclam¨® el Rey, recuerda Balletb¨®. La ex parlamentaria explic¨® que, tras m¨¢s aclaraciones sobre otras cuestiones, 'no pude evitar decirle: Perdone, ?puedo ahora preguntar yo?'. A su juicio el Rey pareci¨® dudar, y la diputada le espet¨®: '?Pero qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando?'.'Alguien se ha puesto nervioso y ha hecho una tonter¨ªa', respondi¨® el Rey. '?Y qu¨¦ piensa usted hacer al respecto?', le pregunt¨® de nuevo Balletb¨®. La respuesta de su majestad Juan Carlos I fue 'el Rey est¨¢ al servicio de los m¨¢s altos intereses del Estado y...' '?Y...?', inquiri¨® Balletb¨®. '...y de la democracia' concluy¨® el Rey. Y colg¨®.
Balletb¨® as¨ª lo explic¨® el pasado d¨ªa 21 en la FNAC de Barcelona, en una mesa redonda que comparti¨® con otros dos diputados de entonces, Santiago Carrillo y Carles Sent¨ªs, y el periodista de la cadena SER Rafael Luis D¨ªaz , tambi¨¦n presente en el Congreso aquel fat¨ªdico d¨ªa de febrero. La conferencia, organizada por el Colegio de Periodistas de Catalu?a bajo el nombre 23-F, veinte a?os despu¨¦s, rememora el golpe militar que a punto estuvo de tumbar la democracia. El periodista de la SER Rafael Luis D¨ªaz, dijo: 'Lo que nunca olvidar¨¦ son los silencios espantosos de gente importante ante nuestras llamadas y preguntas. No se atrev¨ªan a posicionarse antes de saber qui¨¦n iba realmente a ganar'. Santiago Carrillo dijo que 'la clave del fracaso del golpe fue el mismo Tejero, al desobedecer las ¨®rdenes de quien el mismo teniente coronel denomin¨® en el Congreso como la nueva autoridad competente, el supuesto cerebro de la trama, el general Armada'.
Carrillo afirm¨® que cuando lleg¨® a manos del teniente coronel la lista de futuribles miembros civiles del nuevo Gobierno militar, que inclu¨ªa alg¨²n nombre 'izquierdoso', Tejero bram¨®: '?As¨ª que yo me he sublevado para que Carrillo sea ministro?' Carles Sent¨ªs dijo, por su parte, que la UCD fue un partido hecho 'a golpe de tel¨¦fono', que aglutin¨® a gente con intereses, sin esp¨ªritu de partido, y que eso precipit¨® la ca¨ªda de Suarez. Sent¨ªs a?adio que aquella noche no tuvo miedo. Crey¨® que los llevar¨ªan a todos a un campo de concentraci¨®n.
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