La hora de Valdano
El partido frente al Lazio sirvi¨® para medir al segundo batall¨®n del Real Madrid, del que apenas se ten¨ªa noticias durante la temporada. En su l¨ªnea habitual de prudencia, Del Bosque ha desde?ado las famosas teor¨ªas de la rotaci¨®n, que generalmente suelen traer p¨¦simas consecuencias a los equipos.
Frente aquellos que consideran necesaria la utilizaci¨®n masiva de la plantilla, el t¨¦cnico del Real Madrid ha preferido tirar de una alineaci¨®n b¨¢sica, sin apenas cambios. De esa manera ha logrado dos objetivos: mejorar el mecanismo de juego colectivo y hacer reconocible el equipo a los ojos de los aficionados. No se sabe el efecto que tendr¨¢ la fatiga sobre un equipo que ahora empieza el tramo m¨¢s duro de la temporada. Pero muchas veces es peor la distracci¨®n de las rotaciones que la certeza del cansancio. Algunos ejemplos abundan en esta idea. Con una plantilla corta y pocos cambios, el Manchester gan¨® la Liga, la Copa y la Copa de Europa en 1999.
En Roma, el Madrid jug¨® el partido ideal para aligerar el trabajo de Valdano. Desde su posici¨®n probablemente sabe mejor que nunca las necesidades de su equipo para el futuro. Algunas de las necesidades est¨¢n parad¨®jicamente relacionadas con la extraordinaria calidad de sus estrellas.
A nadie se le escapa que el eje b¨¢sico del Madrid est¨¢ integrado por Hierro, Roberto Carlos, Figo y Ra¨²l. A ellos se puede unir Morientes por lo que significan los delanteros centro en cualquier equipo. En el caso de Hierro, Roberto Carlos y Figo, no hay sustitutos de garant¨ªas. En el caso de Morientes, no hay sustitutos. Esto coloca al Madrid en una posici¨®n muy delicada cuando sus jugadores sustanciales sufren problemas por lesi¨®n o sanci¨®n. Si en Bilbao pag¨® la baja de Figo, ?qu¨¦ suceder¨ªa con la de Hierro o Roberto Carlos? ?C¨®mo podr¨ªa Del Bosque remediar tales agujeros? Lo mismo ocurre con Morientes, cuya referencia se echa de menos en el equipo.
Se puede argumentar que las estrellas lo son porque marcan una diferencia abismal con cualquier competidor. Son insustituibles. Pero en el Madrid ni tan siquiera hay sustitutos naturales para sus mejores futbolistas. De ah¨ª que comience a hablarse de Julio ?lvarez -cedido al Racing- y Etoo -ahora en el Mallorca- como buenos jugadores de complemento para la pr¨®xima temporada. Quedaba por ver la aportaci¨®n del segundo batall¨®n, integrado por futbolistas apenas analizados en grandes compromisos. El partido de Roma fue perfecto para medirlo. El cr¨¦dito de algunos sali¨® muy da?ado, como sucedi¨® con Geremi. Otros salieron lastimados por comparaci¨®n. Uno de ellos fue Savio, que no jug¨®. Despu¨¦s de recibir varias oportunidades, el brasile?o est¨¢ claramente por detr¨¢s de McManaman, Solari y Munitis. Por el prestigio y cotizaci¨®n de Savio en el mercado, el Madrid puede sacar un buen dinero. En el centro de la defensa, Geremi hizo internacional a Karanka, cuya continuidad se da por garantizada tras una s¨®lida temporada, pero no hasta el punto de considerarle la pareja perfecta de Hierro. El Madrid necesita en ese puesto alg¨²n fiera que no despierte dudas. Ah¨ª se encuentra Valdano con el gran problema: los dos mejores -Nesta y Samuel- tienen un precio prohibitivo. Detr¨¢s no hay mucho donde elegir.
Quiz¨¢ Cannavaro, quiz¨¢ Thuram. Peores y casi igual de caros que los anteriores. Fuera de ese cuarteto, muy poco o nada. Ni en Espa?a, ni en Argentina, ni en Brasil, ni en Francia. Ser¨¢ un buen momento para comprobar el olfato de Valdano.
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