Enrique Santana pinta el paisaje urbano de Chicago con un esp¨ªritu rom¨¢ntico
El artista recibir¨¢ la Medalla de Andaluc¨ªa
Enrique Santana (Lepe, 1947) echa de menos Espa?a y Andaluc¨ªa, su luz y su gente, en un Chicago, la ciudad de las anchas espaldas, cuyo paisaje urbano retrata intensa y apasionadamente desde hace 10 a?os. Alumno que fue de Antonio L¨®pez, Santana se distancia de lo que parece pintura hiperrealista para definirse como un rom¨¢ntico. 'Igual que los rom¨¢nticos pon¨ªan al hombre frente a la naturaleza, yo coloco al hombre frente a los grandes edificios; busco la glorificaci¨®n de la arquitectura', dice mientras ultima para la Reserva Federal de Chicago un cuadro de gran formato (2,5 por 3,5 metros) y dos piezas que retratan un ca?¨®n de rascacielos reflejado en el r¨ªo que da nombre a la ciudad.
Santana va a recibir el mi¨¦rcoles la Medalla de Andaluc¨ªa, que otorga la Junta, por el modo de plasmar la luz y el mar de la regi¨®n. 'Yo nac¨ª en la Costa de la Luz y eso se lleva para toda la vida', dice en su piso de Chicago, en una torre construida por Mies van der Rohe junto al lago. 'Mies era un artista. Crea una atm¨®sfera y unas proporciones que hacen m¨¢gico vivir en uno de sus pisos'.
Desde su casa tiene a punta de pincel todos los rascacielos de la ciudad, algo muy ¨²til en un Chicago que puede vivir seis meses de invierno. 'Aqu¨ª la luz es muy limpia', dice. 'La intensidad del fr¨ªo y la falta de nubes dan un sol muy brillante. Y el viento, adem¨¢s, hace que el aire est¨¦ muy limpio'.
El onubense lleg¨® a Chicago, atra¨ªdo por su arquitectura, para una visita que pensaba de meses y aqu¨ª lleva 10 a?os. 'Yo siempre he pintado aguas', se?ala. 'En Chicago empec¨¦ pintando el lago y en los reflejos de los edificios descubr¨ª la arquitectura. Luego ya ha sido profundizar en ello'.
Su obra es un retrato infinito y dram¨¢tico de la ciudad, desolador en la l¨ªnea de Hopper, que s¨®lo en los reflejos sobre el agua da respiro al espectador. Las figuras humanas, cuando muy espor¨¢dicamente aparecen, quedan aplastadas por los edificios. Santana relaciona este retrato urbano del siglo XXI con el de la naturaleza del romanticismo novecentista. Cita al alem¨¢n Friedrich antes de matizar: 'Mi pintura es rom¨¢ntica, pero tambi¨¦n m¨¢gica y simbolista'.
Santana es un autodidacta que estudi¨® Magisterio, Filosof¨ªa y Letras y Psicolog¨ªa antes de entregarse en exclusiva a la pintura. Se siente deudor de Antonio L¨®pez, con quien hizo un curso en Bellas Artes en 1982, y del profesor Jos¨¦ Mar¨ªa Garayo. Los estudios de psicolog¨ªa produjeron 'una carga surrealista muy fuerte' en su primera obra. 'Cuando se es joven se es expresionista porque se tiene m¨¢s fuerza que intelecto. Prima la necesidad de decir cosas', explica. 'Ahora hay m¨¢s conexi¨®n entre sentimiento y raz¨®n. Es una forma m¨¢s sutil, no tan llamativa, de decir cosas'.
A Espa?a viaja de vez en cuando y, adem¨¢s de la retrospectiva del a?o pasado en Lepe y el Museo de Huelva, ha expuesto en Madrid, Barcelona, Valencia. Tiene obra suya la baronesa Thyssen. Su mundo -a pesar de la a?oranza por Espa?a: 'Echo de menos la intensidad de la vida, la forma de relacionarse, la luz'- est¨¢ en Chicago. 'Esta ciudad me ha dado la oportunidad de desarrollarme como persona y como artista', dice. Pinta y vende cuadros a precios que oscilan entre los 5.000 y los 60.000 d¨®lares (de 900.000 a 11 millones de pesetas), que est¨¢n en colecciones particulares e institucionales de Europa y EE UU, sobre todo en Chicago.
El doble cuadro en que trabaja ahora para la Reserva Federal de Chicago es una instant¨¢nea de la ciudad asomada al r¨ªo, con un juego complementario y contradictorio de luces: la vista hacia el sur es matutina y de luz fr¨ªa; la del norte, vespertina y c¨¢lida. 'Me siento a gusto aqu¨ª'. Nueva York no le tienta. 'Arquitect¨®nicamente, Chicago es mucho m¨¢s interesante. Y la vida es m¨¢s agradable. Nueva York es el mercado. No tanto para producir arte. Antes era imprescindible vivir en Nueva York. Hoy se puede vivir en Madrid o en Chicago y con la globalizaci¨®n y las ferias de arte se puede estar en todo el mundo'.
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