Cien kil¨®metros alucinantes
Antonio Garc¨ªa se gan¨® en 20 vueltas un volante en la F-3000 y tendr¨¢ otras 20 para intentar saltar a la F-1
No tiene la apariencia de un piloto de coches, ni mucho menos. Es rubio, de buena estatura. Calmado, muy calmado, se toma su tiempo antes de cada respuesta. Se muestra muy reflexivo. Es como si todo lo hiciera un poco al ralent¨ª. Sin embargo, cuando se sube a un b¨®lido, rompe estos esquemas: es rapid¨ªsimo. Antonio Garc¨ªa fue campe¨®n del Open Telef¨®nica en 2000 y esta temporada competir¨¢ en la F-3000 con uno de los mejores equipos, el RedBull. Sabe que est¨¢ de paso. Su objetivo es seguir la senda de Marc Gen¨¦ y Fernando Alonso, los dos campeones que le precedieron en la Nissan: Garc¨ªa quiere correr en la f¨®rmula 1.
'Pero no es f¨¢cil', asegura; 'en 100 kil¨®metros te juegas tu futuro'. Es el margen que suele conceder una escuder¨ªa a un piloto para realizar una prueba: 'Te pasas la vida corriendo, dando vueltas a un circuito, hasta que tocas el cielo. Y luego te dan un coche que nunca has visto, te metes en ¨¦l y te conceden 20 vueltas para que demuestres si vales o no. Aquel d¨ªa tienes que estar muy fino. No puedes desperdiciar ninguna de estas oportunidades'.
Aunque s¨®lo tiene 20 a?os de edad, Garc¨ªa ya ha pasado varias veces por esta situaci¨®n. No tiene problema en proclamar que su padre, Sebasti¨¢n, le oblig¨® a subirse a un kart a los cinco a?os. '?l ha sido siempre un colgado de las carreras', dice Garc¨ªa; 'desde los tres a?os me llevaba a los rallies y los circuitos. Y a los cinco fuimos a una carrera de coches teledirigidos. Al lado hab¨ªa un circuito de karts. Me propuso subir. Pero yo era reacio. Al final me oblig¨®. Iba bastante acojonado'.
?l no quer¨ªa, pero ya que estaba... Y as¨ª comenz¨®. En 1989 acab¨® el tercero en el Mundial de karts. En 1991 fue campe¨®n de Espa?a. Y en 1994 gan¨® el Mundial j¨²nior y fich¨® con la escuder¨ªa italiana IAME, algo semejante a Ferrari en la F-1. 'Esta profesi¨®n requiere mucho sacrificio', explica Garc¨ªa; 'est¨¢s las 24 horas pensando en los coches. El problema surge si no tienes el apoyo de la familia'.
?se nunca ha sido el problema de Garc¨ªa. Pero ¨¦l, adem¨¢s, logr¨® que su evoluci¨®n no le costara ni un duro a partir de 1994. Muy pocos pueden alardear de eso. S¨®lo los que aprovechan sus opciones. Antonio lo hizo en karts y luego no fall¨® cuando Adri¨¢n Campos le llev¨® a la F-Nissan. Lleg¨® a este campeonato en 1998, con 18 a?os. Compiti¨® con Gen¨¦ y Alonso. Y, cuando los dos saltaron a otras categor¨ªas, se convirti¨® en campe¨®n.
Entonces, su carrera volvi¨® a quedar a expensas de 100 kil¨®metros. 'Contact¨¦ con el equipo RedBull', relata Garc¨ªa; 'les ped¨ª hacer una prueba. No respondieron. Pero justo antes de disputar la ¨²ltima carrera del Open Telef¨®nica me llamaron: 'Ven enseguida a Montmel¨® para hacer el asiento. El jueves pruebas con nosotros'. A las cinco de la madrugada tom¨¦ el coche en Madrid, me fui a Barcelona, hice la prueba y por la tarde me entrenaba en Valencia con el Nissan'.
No eran las mejores condiciones, pero le bast¨®. Lo hizo bien. Pas¨® como si nada de controlar una potencia de 250 caballos (en F-Nissan) a otra de 500 (F-3000): 'No es f¨¢cil. Pero en cinco vueltas ya puedes ir deprisa'. RedBull le volvi¨® a citar varias veces. La ¨²ltima, en Estoril, donde firmaron una opci¨®n sobre Garc¨ªa. 'La opci¨®n expiraba el 20 de diciembre. ?Y agotaron el plazo! Pas¨¦ unos meses terribles porque pod¨ªa quedarme sin nada. Pero, al final, la marca RedBull me hizo un contrato por cinco a?os. El primero lo pasar¨¦ en F-3000, pero me buscar¨¢n una plaza en la F-1 cuando vean opciones', dice.
El objetivo final ya est¨¢ m¨¢s cerca. Le quedan otros 100 kil¨®metros alucinantes. Como campe¨®n de F-Nissan, tiene derecho a probar un Minardi de F-1. Su primer contacto con un b¨®lido de la m¨¢xima categor¨ªa se producir¨¢ probablemente a mediados de marzo.
'Conducir un F-1 es llegar a una meta', confiesa; 'cuando subes al coche, ya sabes que lo que hagas tendr¨¢ repercusiones importantes porque todos los equipos lo sabr¨¢n. Sin embargo, mi sue?o va m¨¢s lejos. No me basta con llegar a la F-1. Si llego, quiero hacerlo bien, estar en un buen equipo, tener oportunidades y acabar ganando'.
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