?Otra Sindicatura de Cuentas?
La renuncia del actual s¨ªndic major, Ferran Termes, la necesidad de cubrir su vacante por parte del Parlament y, posteriormente, la designaci¨®n por el Pleno de la Sindicatura de Cuentas de un nuevo presidente de la instituci¨®n, puede abrir las puertas a una reconsideraci¨®n de su papel. El Estatuto de Autonom¨ªa define a la Sindicatura como un ¨®rgano de control del gasto p¨²blico de la Generalitat y del conjunto de las administraciones p¨²blicas catalanas. Se trata de un ¨®rgano especializado, que depende del Parlamento catal¨¢n, al cual tiene que presentar sus informes. Su labor es complementaria con la que realiza la intervenci¨®n de la Administraci¨®n. Mientras los interventores realizan un control a priori del gasto p¨²blico (comprueban que el gasto que debe realizarse est¨¦ previsto en los presupuestos vigentes de la Administraci¨®n objeto de control), la Sindicatura se concentra en el control a posteriori (analiza si lo gastado finalmente se corresponde en realidad con lo que estaba previsto).
Es importante resaltar que la Sindicatura de Cuentas tiene encomendado no s¨®lo un control de legalidad contable, sino que en su ley fundacional se menciona expresamente el control de eficacia, de econom¨ªa y de eficiencia del gasto p¨²blico de la Generalitat. As¨ª, con relaci¨®n a la eficacia, se habla de 'fiscalizar el grado de cumplimiento de los objetivos propuestos en los diversos programas presupuestarios... e indicar, si cabe, las causas del incumplimiento'. M¨¢s adelante (art¨ªculo 11), se menciona expresamente la necesidad de controlar la eficiencia (relaci¨®n entre coste y resultados) y la econom¨ªa (relaci¨®n entre recursos disponibles y recursos utilizados) de ese mismo gasto p¨²blico. No decimos nada nuevo si afirmamos que en los a?os de existencia de la Sindicatura tenemos todos los ejemplos que queramos de control de legalidad contable, y son muy contados y limitados los ejemplos de control de eficacia y de eficiencia.
No ser¨¢ por falta de doctrina al respecto, ni por ejemplos en el derecho comparado o en la pr¨¢ctica de otros parlamentos del mundo. ?Qu¨¦ mejor en momentos como el presente que citar al propio Ferran Termes, s¨ªndic major que ha cesado a petici¨®n propia de su alta responsabilidad? Ferran Termes ha impulsado en sus nueve a?os de s¨ªndic major una notable producci¨®n editorial en estos a?os sobre asuntos de auditor¨ªa p¨²blica, auditor¨ªa de rendimiento o acerca de como conseguir la introducci¨®n de mecanismos para evaluar la eficacia del sector p¨²blico catal¨¢n. Cualquier interesado en esta cuesti¨®n s¨®lo tiene que acudir a las publicaciones de la propia Sindicatura o ver algunos n¨²meros de la revista Auditor¨ªa P¨²blica, editada por los ¨®rganos auton¨®micos de control externo. Lo lamentable y significativo es que esa doctrina no haya podido aplicarse en la labor de la Sindicatura a lo largo de todos estos a?os.
En un informe de fiscalizaci¨®n de la propia Sindicatura de 1995, se dec¨ªa: 'Las cuentas generales, por su propia naturaleza, por su amplitud y por su volumen, no pueden ser sometidas a los controles de eficiencia y econom¨ªa... ni tampoco a los de eficacia previstos..., ya que estos controles ¨²nicamente podr¨¢n efectuarse sobre cada centro de gesti¨®n individualizado y sobre programas espec¨ªficos'.
O lo que es lo mismo, no podemos controlar en general si el programa de gobierno que cada a?o se concreta en el presupuesto se lleva a cabo, pero s¨ª podemos hacerlo sobre actuaciones o programas concretos. Pero tampoco por ah¨ª la cosa ha funcionado, ya que en muchas ocasiones los propios auditores de la Sindicatura reconocen que no pueden medir la eficacia o la eficiencia de los que examinan, ya que no se establecen con claridad y de manera previa los objetivos que se deben conseguir. De esta manera, salvo algunas excepciones, m¨¢s fruto de la buena voluntad de alg¨²n s¨ªndic o con ocasi¨®n de algunas jornadas sobre el control de eficacia que se han celebrado (indicadores de gesti¨®n de servicios p¨²blicos locales como transportes o recogida de basuras, an¨¢lisis de eficacia de alguna empresa p¨²blica como el Centro de Alto Rendimiento), pocos ejemplos tenemos de eso que, enf¨¢ticamente, Ferran Termes llamaba 'auditor¨ªa de performance'.
?Es importante todo ello, o es s¨®lo un ejemplo m¨¢s de una instituci¨®n que podr¨ªa funcionar mejor de como lo hace? Desde mi punto de vista, la cuesti¨®n es crucial para el buen funcionamiento de las administraciones p¨²blicas catalanas y, por tanto, para el buen funcionamiento de Catalu?a. Los catalanes, ?no deber¨ªamos tener derecho a saber si nuestro dinero ha servido para lo que nos han dicho que servir¨ªa? ?No deber¨ªamos saber si se han obtenido los resultados esperados? ?No deber¨ªamos saber si el valor conseguido es proporcional al esfuerzo inversor? ?Y no deber¨ªamos poder pedir responsabilidades por todo ello? ?Se justifica una instituci¨®n como la Sindicatura si presenta al Parlament unos imprescindibles y meritorios, pero insuficientes, informes sobre legalidad contable? Me temo que la salida de Ferran Termes, cansado de la 'inoperancia' de la instituci¨®n y de los que 'no quieren hacer nada', no sea aprovechada para dar un nuevo giro a la instituci¨®n. Lo que predomina es el juego de mayor¨ªas, la distribuci¨®n de parcelas de poder, y la sensaci¨®n de que nadie est¨¢ muy interesado de hecho en hacer m¨¢s transparente el proceso de dar cuentas a la sociedad catalana de qu¨¦ se hace con sus recursos. No me vale que ello no es posible dado nuestro sistema administrativo. Un viajecito a Francia, a su Cour des Comptes y a su Consejo Cient¨ªfico de la Evaluaci¨®n, servir¨ªa para disipar dudas. Tal vez debamos esperar que el anunciado programa Cat 21 de la Generalitat defina los objetivos de gobierno para poder controlar luego su cumplimiento, aunque uno, en su ignorancia, pensaba que en 20 a?os han tenido tiempo para hacerlo.
Joan Subirats es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UAB.
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