Las trabas t¨¦cnicas dificultan la conexi¨®n a la red el¨¦ctrica de las instalaciones solares
Los peque?os generadores esperan meses la homologaci¨®n de sus centros fotovoltaicos
'Tenemos la sensaci¨®n de que nos est¨¢n tomando el pelo. Y lo que es peor, el entusiasmo de los primeros tiempos se est¨¢ convirtiendo en desmotivaci¨®n', dice Francisca Guerola, directora del colegio Celest¨ª Bellera de Granollers (Barcelona) en una carta de queja por los intentos frustrados de que FECSA (filial de Endesa) compre la energ¨ªa fotovoltaica que genera el colegio. La profesora a?ade que la instalaci¨®n ha servido de modelo para otros colegios. Cada d¨ªa reciben consultas de empresas o particulares que ven con buenos ojos la instalaci¨®n y la quieren copiar. 'Creo -concluye- que si en lugar de entusiasmo transmitimos agotamiento, las expectativas levantadas sobre este tipo de energ¨ªa habr¨¢n sido vanas'.
Quejas as¨ª llegan por docenas y desde toda Espa?a a la Asociaci¨®n de la Industria Fotovoltaica (ASIF). 'Para que la energ¨ªa fotovoltaica se desarrolle no necesitamos que los usuarios sean h¨¦roes', dice el representante de uno de los mayores fabricantes de placas solares en Espa?a, pa¨ªs que se ha aupado al primer puesto europeo en la producci¨®n de placas solares. No as¨ª en la lista de usuarios.
Desde octubre del a?o pasado toda la energ¨ªa solar producida por tejados o instalaciones fotovoltaicas de una potencia inferior a los 5 kilovatios se puede verter a la red sin ninguna limitaci¨®n, siempre que se cumplan determinadas especificaciones t¨¦cnicas. Los propietarios de estas instalaciones, p¨²blicos o particulares, tienen derecho a cobrar de la compa?¨ªa el¨¦ctrica de su zona a la que vierten y 'venden' energ¨ªa: 60 pesetas por cada kilovatio/hora (si la instalaci¨®n es de una potencia superior a los 5 kilovatios esta prima se reduce a 30 pesetas), m¨¢s el precio medio establecido por el 'pool el¨¦ctrico' que viene a ser de unas seis pesetas por kilovatio/hora.
Eso es as¨ª en teor¨ªa. De hecho, si ya cost¨® a?os que el Ministerio de Industria y Energ¨ªa aprobara las reglas de conexi¨®n, los promotores e instaladores se encuentran con tales barreras burocr¨¢ticas que desisten o acaban regalando su producci¨®n.
Los primeros obst¨¢culos aparecen en las comunidades aut¨®nomas. Seg¨²n Ignacio Rosales, presidente de ASIF, carecen de funcionarios entrenados en autorizar estas instalaciones por lo que el tr¨¢mite se prolonga innecesariamente o se relega. A continuaci¨®n topan con las compa?¨ªas el¨¦ctricas que son las que dan el visto bueno a las instalaciones de conexi¨®n y compran (como intermediarias del sistema el¨¦ctrico) la energ¨ªa.
Desbordados
La relaci¨®n de documentos, certificaciones y homologaciones que exigen es tan copiosa como disuasoria. 'No pedimos nada que no figure en el decreto de Industria', responde Jos¨¦ Luis Serrano, encargado de Iberdrola para este ¨¢rea en su sede central de Bilbao, donde se gestionan los contratos. Serrano desmiente que sean las el¨¦ctricas las culpables de las demoras: 'Estamos desbordados por las solicitudes que nos llegan de toda Espa?a. Tanto es as¨ª, que se ha decidido descentralizar esta gesti¨®n y en breve se podr¨¢ tramitar en cualquier oficina de la compa?¨ªa'. A?ade que la exigencia de homologaciones persigue garantizar la salud de los consumidores y evitar que puedan electrocutarse por una inadecuada instalaci¨®n. Tambi¨¦n previene de posibles alteraciones en la red por el vertido de la energ¨ªa fotovoltaica.
Aunque Espa?a fabrica el 10% de los paneles solares del mundo, la energ¨ªa instalada s¨®lo alcanza 9 megavatios de potencia, el 0,021% de la que produce el pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.