El contubernio de Sitges
El ex director del festival de teatro de Sitges explica los entresijos de su dimisi¨®n y la de Roc Villas, responsable del festival de cine, por desacuerdo con el Ayuntamiento de la ciudad.
La cosa ven¨ªa de lejos, unos tres a?os m¨¢s o menos. El talante y la competencia de Ramon Bux¨¦s como gerente de los festivales de cine y teatro de Sitges hab¨ªa sido cuestionada repetidamente no s¨®lo por tres directores (?lex Gorina, Roc Villas y el que suscribe) y por el coordinador general (Jaume Flor), sino tambi¨¦n por la pr¨¢ctica totalidad del equipo de ambos cert¨¢menes e incluso ?por los representantes de TV-3 y la Generalitat en el patronato del festival de cine! ?Qu¨¦ ha hecho el alcalde Pere Junyent ante tan reiterada petici¨®n? Deso¨ªrla, ir aplicando pa?os calientes cuando no entrar en c¨®lera y advertir que seg¨²n qu¨¦ asuntos mejor no menearlos. Siempre escuch¨® s¨®lo los argumentos de una de las partes. El epicentro de la cuesti¨®n, a la que el alcalde siempre fue evasivo, es: ?Qu¨¦ inconfesable fidelidad, afinidad o deuda vincula al alcalde y el gerente para llegar a condicionarlo todo a la permanencia del ex interventor Bux¨¦s en su cargo?
'El alcalde me acusa de 'chantajista', palabra cuya gravedad debe desconocer'
La cronolog¨ªa de los hechos es la que sigue: el pasado 16 de enero, despu¨¦s de un en¨¦simo desencuentro con el gerente, Jaume Flor, persona clave en la estructura de ambos festivales, nos comunica a Roc Villas y a m¨ª su decisi¨®n de dimitir. El d¨ªa 18, Jordi Penas, flamante director del Instituto de Industrias Culturales, enterado de la intenci¨®n de Villas y un servidor de hacer causa com¨²n con la postura de Flor, sugiere que no presentemos por el momento dimisi¨®n alguna, que la crisis no salga a¨²n a la luz ya que al d¨ªa siguiente debe celebrarse un encuentro entre el alcalde de Sitges, el director general de Promoci¨®n cultural, Vicen? Llorca, y el propio Penas. En dicha reuni¨®n el alcalde les comunic¨® que no podr¨ªa pronunciarse antes de participar el asunto a la comisi¨®n de gobierno que deb¨ªa celebrarse el martes 23 de enero. El 24 nos dir¨ªa algo.
Ni dijo nada ni estuvo localizable. Ante tanto silencio, y venciendo los plazos de preparaci¨®n del festival, el d¨ªa 30 Jaume Flor decide presentar su dimisi¨®n y Villas y yo lo hacemos a trav¨¦s de un documento conjunto el 1 de febrero. El d¨ªa 5, durante un pleno del Ayuntamiento, un representante de la oposici¨®n pregunta al alcalde sobre la crisis y Junyent, faltando a la verdad, responde que no pasa nada, s¨®lo la dimisi¨®n de un t¨¦cnico.
El d¨ªa 7 de febrero Vicen? Llorca nos cita en su despacho para ejercer de conciliador. Estamos todos: Junyent, Penas, Bux¨¦s, Villas, Flor y yo. Resumen de lo sucedido: el alcalde advierte con tono solemne que los festivales son propiedad del Ayuntamiento de Sitges, y Penas y Llorca se ofrecen, sin especificar c¨®mo, para tutelar la fracturada relaci¨®n con el fin de intentar salvar como sea la edici¨®n de 2001 i despr¨¦s ja en parlarem. Los dimisionarios pedimos un comp¨¢s de espera para meditar la propuesta, que se nos concede. Quedamos citados al d¨ªa siguiente a la misma hora y lugar. Despu¨¦s de considerarla, decidimos que la tercera v¨ªa propuesta por Llorca es inviable y nos reiteramos en nuestra dimisi¨®n: no confiamos ya en un viraje de la actitud de Bux¨¦s, ya que todos los anteriores intentos de conciliaci¨®n han acabado acrecentando el ego del personaje.
D¨ªa 8 de febrero, cuatro y media de la tarde. Los mismos excepto Villas, que ha volado al festival de cine de Berl¨ªn pero ha dejado una carta en la que se reafirma, como Flor y yo hacemos de viva voz, en su voluntad de dimitir siempre que Bux¨¦s no sea relevado de su cargo. El director general Llorca se dirige al alcalde Junyent y le solicita que destituya a Bux¨¦s. El alcalde, grave y teatral, pide que nos ausentemos unos instantes de la sala para hablar en privado con los representantes de la Generalitat. Pasados unos buenos 20 minutos -parece que se habl¨® por tel¨¦fono- se nos invita a entrar y el alcalde nos comunica a Flor y a m¨ª la aceptaci¨®n de nuestras dimisiones. Llorca no sabe hacia d¨®nde mirar: el poeta est¨¢ pasando un mal rato porque all¨¢ no rima nada. Los ¨²ltimos minutos de la reuni¨®n los invertimos pactando los t¨¦rminos en que deber¨ªa ser redactado el comunicado de prensa que firmar¨¢ el alcalde como presidente del Patronato. En ¨¦l, Junyent se limit¨® a hablar de 'motivos de gesti¨®n interna', obviando, naturalmente, las implicaciones pol¨ªticas de la incombustibilidad de Bux¨¦s.
Los estatutos de los festivales prev¨¦n que ante casos de cierta trascendencia, como ser¨ªan la aceptaci¨®n de dimisiones o la designaci¨®n de directores, sea convocado el pleno del Patronato, a saber: el Ayuntamiento, la Generalitat, la Diputaci¨®n y el Ministerio de Cultura. No se hizo as¨ª. Si la Diputaci¨®n y el ministerio estuvieron en todo momento al corriente de la crisis fue s¨®lo por iniciativa de un servidor; en ning¨²n momento llegaron a recibir ninguna comunicaci¨®n oficial. La Generalitat y el Ayuntamiento, ambos del mismo signo pol¨ªtico y 'socios mayoritarios' del festival de teatro, se limitaron a aplicar la ley del m¨¢s fuerte sin siquiera atender a las formas.
Conversaci¨®n telef¨®nica con el alcalde Junyent, el d¨ªa 12 de febrero. Un servidor: 'Pere, en confianza, ?no tienes la sensaci¨®n de haber cometido una enorme injusticia?'. ?l: 'Calla, calla, no me hables de eso, me lo estoy pasando fatal. Pero ahora me toca hacer de pol¨ªtico. Cuando todo esto se acabe espero que, delante de una copa, podamos discutir tranquilamente'.
?sta es la lecci¨®n: lo pol¨ªtico como antinomia de lo justo. Quiz¨¢ por eso Vicen? Llorca no sab¨ªa hacia d¨®nde mirar, porque acababa de descubrirse mejor pol¨ªtico que poeta (el poeta aspira a la verdad).
En declaraciones recientes a Catalunya Informaci¨®, el alcalde me acusa de 'chantajista', palabra cuyo significado preciso, dada su gravedad, debe desconocer. Quiz¨¢ a Junyent la palabra dimisi¨®n le asusta, ya que en su gremio muy raramente se lleva a la pr¨¢ctica, e imagina resonancias coactivas detr¨¢s de una expresi¨®n que s¨®lo significa 'hasta aqu¨ª pod¨ªamos llegar'. ?Quiz¨¢ los muchos colaboradores que han optado por quedarse en la calle antes que seguir tratando con Bux¨¦s son tambi¨¦n chantajistas? ?Nos hallamos ante un contubernio? Ya que ahora, alcalde, como t¨² mismo dices, te toca hacer de pol¨ªtico, hazlo: preoc¨²pate de que nunca nadie vuelva a pedir la documentaci¨®n a los homosexuales en tu paseo mar¨ªtimo, preg¨²ntate por qu¨¦ ha dimitido la comisi¨®n organizadora de un signo de identidad de Sitges como es el carnaval, repara en la anorexia cultural en la que vive tu pueblo fuera de festivales, aprende qu¨¦ significa exactamente la palabra chantaje y procura no ser v¨ªctima de ella por parte de personas demasiado cercanas a ti...
Las cosas ya est¨¢n reorientadas: agradezco a Magda Puyo, directora esc¨¦nica y ex asesora del Teatre Nacional de Catalunya -todo queda en casa- que haya aceptado hacerse cargo de un festival que he considerado m¨ªo desde muchos a?os ante de ocuparme de ¨¦l, as¨ª como tambi¨¦n y de manera muy especial a todos quienes nos han hecho sentir que estos ocho ¨²ltimos a?os del Sitges Teatre Internacional han servido para algo. No nos corresponde a nosotros hacer balance. Si la crisis recientemente vivida ha de servir, como prometen los responsables pol¨ªticos, para reactivar presupuestariamente el festival y mejorar sus condiciones de trabajo, bienvenida sea.
Joan Oll¨¦, director STI 1993-2000.
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