El llanto de Centeno
Por las cloacas de los partidos pol¨ªticos habitan adormilados demasiados monstruos que cuando se desperezan se suelen comer a dentelladas can¨ªbales a una parte del partido en el que habitan. En el PSOE se han despertado demasiados monstruos antes de tiempo.
En un partido pol¨ªtico lo normal es tenerlos sedados cuanto m¨¢s tiempo mejor, para evitar que se manifiesten. Pero en el PSOE parece que les dan de comer a deshoras y no lo suficiente, y, claro, se van derechos a la despensa, donde se iban apilando los votos de la esperanza zapatera, y en una org¨ªa desenfrenada se comen hasta las estanter¨ªas.
En la lista del ¨¢gape tienen a Rold¨¢n, a Juan Guerra, a Urralburu, a Vera, Barrionuevo... y al hasta ahora ¨²ltimo de la lista, el ya ex diputado Rafael Centeno.
Con Rafael Centeno, por mucho que en su comparecencia ante los medios de comunicaci¨®n se deshiciera en llantos, se pone de manifiesto, como antes con otros, una de las verdaderas dimensiones de un partido pol¨ªtico que ni es socialista ni obrero.
Las palabras, cargadas de sentido, que Centeno vomit¨® antes del inicio del pleno sobre la inmigraci¨®n, forman parte del mapa por el que transitan los demonios internos del partido que se presenta como la alternativa de gobierno. No es casual que precisamente cuando se preparaba el pleno sobre la inmigraci¨®n, una frase de un destacado cargo socialista defina del tir¨®n d¨®nde est¨¢ la soluci¨®n al problema. El ex diputado llor¨®n, como sus jefes de San Vicente, se traiciona con su intento de querer parecer lo que no es. Bajo sus l¨¢grimas medi¨¢ticas hay miles de llantos de moros, asi¨¢ticos, negros y sudacas que por no tener no tienen ni cloacas en las que dejarse caer para que las oportunas ratas los devoren y les quiten tanto sufrimiento. El llanto de Centeno s¨®lo habla de su pena por saberse un monstruo de su partido. Y sus l¨¢grimas no tienen otra excusa que la de saberse apartado del ¨¢tico soleado del PSOE. Centeno lloraba ante los periodistas porque su mundo est¨¢ entre los desperdicios, con otros colegas que ya han sido detectados en medio de una legi¨®n an¨®nima.
No es casual que este partido pol¨ªtico sea la cuna de nacimiento de algunos de los mayores ladrones del reino o que los jueces sigan abriendo la puerta del h¨²medo s¨®tano del PSOE para cazar las equis inconclusas de alguna cacer¨ªa del Estado.
En el PSOE todav¨ªa hay demasiados demonios que andan sueltos bajo el solar de su edificio. Lo malo es que a veces se escapan porque a alguien se le olvid¨® tapiar los fondos anegados. En la entreplanta y los pisos superiores todav¨ªa queda gente a los que nadie les ha hablado del s¨®tano. As¨ª que luego pasa lo que pasa. Y es que los demonios est¨¢n acostumbrados a vivir entre tinieblas y cuando quieren darse una vuelta nos asustan a todos los dem¨¢s, con tanta aparici¨®n.
El PSOE deber¨ªa cambiarse de edificio o llamar a los cazafantasmas.- Cayetano L¨®pez Rodr¨ªguez. Sevilla.
Hiriente Bay¨®n
El tono desabrido, ¨¢spero e hiriente de la columna publicada por F¨¦lix Bay¨®n el pasado 23 de febrero, en la edici¨®n andaluza de EL PA?S, me empuj¨®, en primer t¨¦rmino, a contestarle con la misma dureza empleada. Con esfuerzo, me contuve; la libertad de expresi¨®n tiene unos l¨ªmites ¨¦ticos que yo no quiero traspasar.
Por ello, no quiero caer en la misma tentaci¨®n de este se?or, m¨¢s conocido por su condici¨®n de impagable tertuliano y de columnista fustigador que por su dign¨ªsimo oficio de novelista. S¨ª pretendo que con ¨¦stas l¨ªneas se pueda replicar al agrio y envenenado discurso de este pr¨®cer de las letras malague?as con el fin a?adido de, en la medida de lo posible, aclarar a los ciudadanos que los dirigentes del PSOE o de cualquier otro partido, no son monstruos sin cabeza, avinagrados de esp¨ªritu y con vocaci¨®n personal tendente al sectarismo. Es m¨¢s, luchar¨¦ para evitar que esta perniciosa identificaci¨®n, adobada con valoraciones y opiniones sesgadas y obsesivamente enfermizas, llegue a calar en la ciudadan¨ªa.
Como estoy convencido de la ecuanimidad de EL PA?S, al que leo desde que tengo uso de raz¨®n pol¨ªtica, espero, de alg¨²n modo, contrarrestar y equilibrar la balanza frente al cuasi omnisciente poder de descalificar desde prepotentes atalayas medi¨¢ticas.
Volviendo a la dichosa columna, se encuentran alusiones f¨ªsicas a Jos¨¦ Caballos, cuyo papel preponderante en la vida institucional de nuestra comunidad aut¨®noma en los ¨²ltimos 20 a?os lo convierte en referente hist¨®rico para dos generaciones de socialistas al mismo nivel que Felipe Gonz¨¢lez, Alfonso Guerra o Manuel Chaves, aun siendo m¨¢s joven que ellos.
Si bien esas descripciones podr¨ªan considerarse s¨®lo anecd¨®ticas -aunque totalmente fuera de lugar y que no destilan m¨¢s que inquina- no lo es el que se propaguen ideas y conclusiones sobre el Partido Socialista basadas en invectivas y descalificaciones gen¨¦ricas. El PSOE es un partido de gobierno cuyas orientaciones y estrategias pol¨ªticas se debaten continuamente no s¨®lo en el seno de sus c¨²pulas, tambi¨¦n en los estratos inferiores del mismo, y, lo que es m¨¢s importante, las decisiones tomadas democr¨¢ticamente por el conjunto de la militancia para la elecci¨®n de sus cargos org¨¢nicos y de representaci¨®n pol¨ªtica en todos los procesos electorales no se hacen contra nadie. Ni el se?or Caballos, tan injusta y repetidamente maltratado por la pluma de este se?or, ni ning¨²n otro dirigente socialista han sido elegidos por gusto o por capricho o por tacticismo. No voy a defender a Pepe Caballos en lo pol¨ªtico pues se basta y sobra ¨¦l mismo dada su capacidad. Pero s¨ª lo voy a hacer en lo personal, al menos por compa?erismo.-
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