Los protagonistas de una nueva causa humanitaria
Voluntarios de distintas organizaciones confluyen en la Coordinadora Estatal de Inmigrantes, el principal instrumento contra la Ley de Extranjer¨ªa
Hace dos a?os trabajaban de forma descoordinada, pero la implantaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas y la sucesi¨®n de tr¨¢gicos acontecimientos han unido sus fuerzas y su discurso. Son miles de voluntarios que pertenecen a distintas plataformas y colectivos de apoyo a los inmigrantes. Ahora han tejido su propia red y la han lanzado en Espa?a. La semana pasada formaron la Coordinadora Estatal de Inmigrantes con y sin Papeles, reunida hoy en Valencia. Tienen entre 20 y 50 a?os y profesiones diferentes, pero les une una causa com¨²n: acabar con una Ley de Extranjer¨ªa 'que no respeta los derechos humanos', como cree uno de estos voluntarios.
'?Ellos vienen aqu¨ª a trabajar y a buscar una vida mejor, no a luchar contra una ley que les afecta directamente pero que desconocen por completo!', dice exaltada Medi Parrilla, perteneciente a Pro Derechos Humanos de Murcia e integrada en la nueva plataforma (asociaci¨®n de asociaciones) Desobedecer la Ley. Su implicaci¨®n en la ayuda social voluntaria comenz¨® hace tiempo. A los 18 a?os se sinti¨® atra¨ªda por el movimiento anti OTAN, despu¨¦s por el movimiento por la paz y el antimilitarista, adem¨¢s perteneci¨® a un grupo ecologista y, finalmente, aterriz¨® en la asociaci¨®n Pro Derechos Humanos de Murcia, despu¨¦s de estar cinco a?os en la Ejecutiva regional de CC OO. Ahora, a sus 35 a?os, trabaja como auxiliar administrativo en un centro psiqui¨¢trico por las ma?anas, y las tardes las dedica a 'tratar de aliviar algunos problemas de los inmigrantes'.
La proliferaci¨®n de colectivos de apoyo a los inmigrantes comenz¨® en 1990, cuando empez¨® a sentirse en Espa?a la llegada de personas procedentes de terceros pa¨ªses. Las continuas coincidencias de sus miembros en manifestaciones y movilizaciones de apoyo a los extranjeros han originado la formaci¨®n de plataformas e incluso de una coordinadora estatal, cuyo objetivo es organizar las reivindicaciones de y por los inmigrantes.
El perfil de los miles de voluntarios que actualmente trabajan en todo el pa¨ªs para apoyar a los colectivos de inmigrantes es bastante similar. La mayor¨ªa son ciudadanos espa?oles de entre 20 y 50 a?os que, siendo estudiantes, publicistas, profesores, asistentes sociales, administrativos, abogados, m¨¦dicos y un largo y variopinto etc¨¦tera, han dedicado y dedican sus ratos libres a colaborar con los grupos m¨¢s desfavorecidos de la sociedad. 'Ver de cerca la situaci¨®n de desamparo de la gente te mueve a hacer algo por ellos, algo que ellos por s¨ª solos no pueden llevar a cabo debido a su total desprotecci¨®n', comenta Parrilla, tratando de verbalizar el esp¨ªritu com¨²n que les une.
Lo cierto es que el problema de la inmigraci¨®n ha servido para tejer una red entre las distintas ONG que trabajaban de manera aut¨®noma por toda Espa?a. La Red Acoge (Federaci¨®n de Asociaciones pro Inmigrantes), con 33 delegaciones en todo el pa¨ªs, y el grupo Pro Derechos Humanos, con 11, son las dos organizaciones m¨¢s asentadas y veteranas, con casi 10 a?os de antig¨¹edad. Entre las dos cuentan con m¨¢s de 3.500 socios.
Con una implantaci¨®n menor dentro del territorio espa?ol pero igualmente activas y en permanente contacto con agrupaciones de inmigrantes, hay otra multitud de colectivos: SOS Racismo, con fuerza en Madrid, Barcelona y Pa¨ªs Vasco principalmente; Papeles para Todos, en Madrid, Barcelona y Valladolid; Derechos para Tod@s, EntrePueblos, M¨¦dicos del Mundo, HOAC (Hermandad Obrera de Acci¨®n Cat¨®lica), RECADE (Red de Condonaci¨®n de la Deuda Externa), Liberaci¨®n, Xenofilia, Revolta (Valencia) y una interminable lista que crece d¨ªa a d¨ªa. La mayor¨ªa de ellas se autofinancian a base de las cotizaciones de sus socios y algunas, como la Red Acoge y Pro Derechos Humanos, reciben subvenciones de la Administraci¨®n.
La ayuda humanitaria, la formaci¨®n jur¨ªdica, la sensibilizaci¨®n social, la integraci¨®n y la denuncia de las situaciones que viven los inmigrantes son algunos de los aspectos en los que inciden estos colectivos, que se re¨²nen semanalmente en asambleas. 'Lo que nos une es una l¨ªnea de acci¨®n y no tanto las siglas', se?ala Mar¨ªa Gasc¨®n, presidenta de Pro Derechos Humanos en Madrid. En concreto, est¨¢ previsto que en la reuni¨®n de la Coordinadora de hoy se establezca un calendario de movilizaciones para el pr¨®ximo mes. Podr¨ªan convocarse manifestaciones en todas las comunidades aut¨®nomas para el pr¨®ximo d¨ªa 21 de marzo, coincidiendo con el D¨ªa Internacional Contra el Racismo y con la finalizaci¨®n del plazo para presentar recursos de inconstitucionalidad contra la Ley de Extranjer¨ªa.
Este grado de coordinaci¨®n se ha visto favorecido por el avance de las nuevas tecnolog¨ªas. 'El correo electr¨®nico es una forma inmediata de poner iniciativas en com¨²n. Documento que elaboramos, documento que mandamos a 200 direcciones que tenemos archivadas', explica Manuel Lario, de la plataforma Desobedecer la Ley. 'Con nuestro nombre no nos dejan legalizarnos, pero s¨ª podemos tener nuestra p¨¢gina web para que sirva de foro de debate y de informaci¨®n. Pronto estar¨¢ lista', asegura.
La mayor notoriedad de estos colectivos ha venido marcada por los propios acontecimientos de los ¨²ltimos dos a?os. La pol¨¦mica por la modificaci¨®n de la Ley de Extranjer¨ªa origin¨® la primera movilizaci¨®n, que desemboc¨® en el Congreso Internacional de los Derechos Humanos en C¨¢diz, en octubre de 1999. 'All¨ª estuvimos todos, incluso delegaciones europeas, poniendo en com¨²n estrategias para combatir la legislaci¨®n', cuenta Gasc¨®n. En febrero de 2000 se produjeron las agresiones de El Ejido. '?se fue un momento clave de movilizaciones que consigui¨® que los inmigrantes se manifestaran en las calles y que, posteriormente, les llev¨® a encerrarse en las iglesias', se?ala Manuel Lario, de Pro Derechos Humanos de Murcia. Casi un a?o m¨¢s tarde, se produce el accidente de Lorca que se cobra la vida de 12 ecuatorianos. D¨ªas despu¨¦s miles de personas recorrieron decenas de kil¨®metros en una multitudinaria marcha hacia Murcia. 'Son los momentos que muestran el iceberg de una situaci¨®n tremenda de explotaciones y miserias, pero que a la vez desencadenan una serie de movilizaciones que congregan a las asociaciones y empiezan a surgir plataformas de apoyo. Luego, aunque escasas e interesadas, algunas reacciones de la Administraci¨®n', explica Lario.
El horizonte es el mismo para todas estas organizaciones y algunos lo expresan as¨ª: 'Se trata de mostrar la invalidez de una normativa que margina a un grupo de la sociedad. Eso se consigue demostrando que humanamente estamos obligados a desobedecerla para ayudar a otros. De ah¨ª nuestro nombre y nuestro lema: Desobedecer la Ley'.
Un cura sin parroquia
A los 24 a?os se hizo sacerdote y ocho a?os m¨¢s tarde colg¨® la sotana para entregarse a la lucha antimilitarista y al movimiento del 0,7%. Jos¨¦ Mar¨ªa Pacheco, ahora con 33 a?os 'y soltero', es uno de los miembros de la plataforma de ayuda a los inmigrantes de Molina de Segura (Murcia) y de otra m¨¢s reciente, que aglutina a distintos colectivos de Murcia, bautizada con el nombre de Desobedecer la Ley. 'Yo no he cambiado nada, mis ideales y mis luchas siguen siendo las mismas, s¨®lo que ahora sin parroquia', dice entre risas. Pacheco, como le llaman sus amigos, tiene un trabajo de auxiliar administrativo a media jornada en el ayuntamiento de Molina. A la vez est¨¢ estudiando Trabajo Social y, sobre todo, est¨¢ colaborando con los inmigrantes que mantienen el encierro m¨¢s largo de Espa?a (m¨¢s de un mes), 'el de Molina'. 'Todo el pueblo est¨¢ implicado. Las amas de casa les traen comida que hacen ellas y v¨ªveres b¨¢sicos. Aunque no est¨¢n encerrados en la iglesia (donde s¨®lo puede entrar la polic¨ªa con permiso del p¨¢rroco), de momento no ha venido nadie a sacarles del local', cuenta. Y concluye: 'En realidad, sigo trabajando con la misma gente por las cosas de siempre'.
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