La insensibilidad de un presidente

Lo que son las cosas del toreo, un joven mexicano llamado Fabi¨¢n Barba tiene capacidad para ser torero, pero no pudo demostrarlo porque pech¨® con el peor lote de la tarde. Su primero era novillo inc¨®modo y cabeceaba; su segundo, un mansote declarado. Estuvo el azteca muy por encima de los novillos que le tocaron. Demostr¨® valor y oficio.

La otra cara de la moneda la tuvieron los dos restantes novilleros: Salvador Vega, que tore¨® a su segundo con muy buenos derechazos, ligados, templados y con cadencia. Mas el novillo por el pit¨®n derecho era un aut¨¦ntico bomb¨®n. Su primer ejemplar tambi¨¦n le ayud¨® mucho porque humillaba muy bien. A ese novillo le instrument¨® derechazos con la mano alta. Donde estuvo mejor fue en una serie de naturales ligados.

El triunfador de la tarde se llama C¨¦sar Jim¨¦nez. Estuvo en todo momento con rabieta de novillero. En su primero inici¨® la faena con pases cambiados y sigui¨® con tres tandas de derechazos largos y ligados. En ese novillo cort¨® la oreja. Donde se mostr¨® con m¨¢s clase fue en el ¨²ltimo de la tarde, al que instrument¨® derechazos y naturales muy ligados; especialmente ligados. L¨¢stima que mat¨® mal. De todos modos, hay torero, aunque en algunos puntos se le encuentre un poco verde e incluso con una tendencia al toreo de escayola.

Hay que destacar la falta de sensibilidad del presidente de la corrida. Aplic¨® el reglamento con una severidad que no la hemos encontrado cuando participan las grandes figuras del toreo en esta plaza de Illumbe. Lo decimos porque el cuarto novillo, que era, como se ha dicho, un aut¨¦ntico mansote, cre¨® muchas complicaciones a la hora de dejarse matar. Fabi¨¢n Barba trat¨® de irse hacia arriba a matar el toro. No obstante, no consigui¨® acertar, pese a que se tiraba de buena ley. Pues bien, faltando segundos para que el toro cayera muerto definitivamente, el presidente no tuvo la generosidad de esperar unos segundos y solt¨® el tercer aviso de forma implacable. En ese momento, el p¨²blico percibi¨® que el reloj del presidente parec¨ªa que era la horca de la Revoluci¨®n Francesa: dura, implacable, sin alma.

Este a?o las entradas m¨¢s baratas han subido un 60%. Los que pagaron 500 pesetas, ahora tienen que soltar 800. Buena parte del p¨²blico se pregunta si eso obedece a lo de las vacas locas o es que alguien se ha vuelto loco de repente. Alg¨²n vecino de la localidad ha asegurado que m¨¢s que nada alguien se ha hecho el loco de repente. ?Esa subida es un adelanto de lo que va a suceder con el billetaje de los festejos taurinos a partir de la temporada que est¨¢ a punto de empezar?