El nuevo presidente de la patronal gallega llevar¨¢ al juzgado a sus antecesores
Ayudas para parados se dedicaron a gastos privados
La proclamada voluntad de hacer limpieza del reci¨¦n elegido presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios de Galicia (CEG), Antonio Fontenla, puede permitir a los tribunales investigar el desv¨ªo de fondos p¨²blicos destinados a cursillos de formaci¨®n para financiar congresos y publicidad de la patronal gallega. Adem¨¢s de la investigaci¨®n abierta por los interventores de la Xunta de Galicia y de la exigencia de la Uni¨®n Europea para que se aclare el asunto, Fontenla ha anunciado que denunciar¨¢ en los tribunales a los anteriores gestores de la CEG.
Fontenla basar¨¢ su denuncia en la desaparici¨®n de gran parte de los archivos contables de la patronal, de la que responsabiliza a su anterior secretario general, Rafael S¨¢nchez Sostre. Tanto ¨¦ste como el ex presidente, Antonio Ramilo, abandonaron sus cargos hace unos meses al descubrirse un 'desfase' de 1.000 millones de pesetas en las cuentas de la organizaci¨®n. A ra¨ªz de ese hallazgo, aparecieron documentos de los que se deduce que la CEG us¨® dinero de los cursillos de formaci¨®n de parados y trabajadores en activo -financiados por la Uni¨®n Europea y el Inem- para sufragar actividades particulares de la organizaci¨®n.
Las irregularidades contables aparecen estrechamente ligadas a la gesti¨®n de los fondos de empleo, que eran la principal fuente de ingresos de la patronal gallega en los ¨²ltimos a?os. S¨®lo la Xunta de Galicia le entreg¨® por ese concepto, desde 1995, m¨¢s de 3.200 millones de pesetas, procedentes de planes europeos. Adem¨¢s, el Forcem, fundaci¨®n gestionada por sindicatos y patronal y financiada por el Inem, transfer¨ªa a la CEG un m¨ªnimo de 80 millones por a?o.
Para realizar los cursillos la patronal contrataba a sus proveedores de confianza. A nombre de algunas de estas empresas se emitieron facturas duplicadas, con el mismo n¨²mero e importe pero bajo conceptos distintos. As¨ª, en una de las facturas se hac¨ªa constar un gasto propio de la patronal -campa?as de publicidad en la prensa, por ejemplo- y en la otra se atribu¨ªan esos pagos a actividades relacionadas con los cursillos, lo que permit¨ªa a la CEG justificar ante la Administraci¨®n el uso de los fondos para formaci¨®n laboral y empresarial. En los archivos de la patronal, seg¨²n documentos en poder de este peri¨®dico, tambi¨¦n estaban registradas facturas falsas, por trabajos con cargo a proyectos europeos que nunca llegaron a hacerse.
La Xunta ya abri¨® una investigaci¨®n interna el pasado noviembre, y la pasada semana, tras la divulgaci¨®n de nuevas pruebas, admiti¨® por primera vez la existencia de 'posibles irregularidades'. Pero la proximidad pol¨ªtica del anterior presidente de la patronal, Antonio Ramilo, al Gobierno de Manuel Fraga ha desatado las sospechas de los partidos de la oposici¨®n, que acusan al ejecutivo auton¨®mico de 'encubridor' o 'c¨®mplice'.
Al margen de los calificativos, hay algunos detalles que revelan cierta relajaci¨®n de los controles p¨²blicos. La empresa que impart¨ªa los cursillos en Santiago, Estudio Global de Gesti¨®n S. L. -a nombre de la cual se registraron en los archivos de la CEG facturas duplicadas- no ten¨ªa licencia de apertura de los locales utilizados como aulas, un requisito administrativo imprescindible.
Fuentes de la Consejer¨ªa de Familia y Promoci¨®n de Empleo de la Xunta explicaron que a la empresa se le otorg¨® una 'autorizaci¨®n provisional' para impartir los cursillos ya que en la zona donde est¨¢n los locales exist¨ªa un contencioso entre los comerciantes y el Ayuntamiento que bloqueaba la concesi¨®n de licencias. Sin embargo, fuentes municipales informaron de que la empresa pod¨ªa haber dispuesto de licencia si hubiese contestado a un requerimiento para que presentase la documentaci¨®n necesaria. Por el alquiler de esos locales la CEG pagaba un mill¨®n de pesetas mensuales, tres veces m¨¢s que los precios habituales del mercado en esa zona. Adem¨¢s, abonaba aparte el uso de los muebles y el material de oficina. Al mismo tiempo, la patronal dispon¨ªa en su propia sede de tres aulas homologadas para impartir cursillos que no se utilizaban.
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