Esquematismo y comunicaci¨®n

En la galer¨ªa bilba¨ªna Col¨®n XVI muestra sus ¨²ltimas obras el pintor barcelon¨¦s Joan Hern¨¢ndez Pijuan. En total son tres ¨®leos grandes y cuatro m¨¢s de tama?o reducido, con media docena de gouaches y un par de acuarelas, asimismo de peque?as dimensiones. En una carpeta hacen guardia una decena de aguafuertes.

El mundo que ofrece Hern¨¢ndez Pijuan es sumamente esquem¨¢tico. La factura de los cuadros aparece clara, sin tapujos. Toma un lienzo y lo carga de ¨®leo de un color oscuro. A continuaci¨®n, superpone sobre lo pintado otra carga de color claro, cuidando de no anular del todo la densidad del color de la capa inferior. A partir de esa construida pared, el artista traza unos signos simples. Puede ser un cuadrado grande, de dimensiones un poco menores que las dimensiones del propio lienzo. Luego, traza una especie de c¨ªrculo peque?o aformal y dentro de ¨¦l, unos signos como si fueran trocitos de lluvia. Pero esos trazos signales est¨¢n hechos con la punta del palo del pincel. Son incisiones sobre las capas de ¨®leo que permanecen todav¨ªa frescas. Y as¨ª, frente al color claro de la primera capa surgen los colores oscuros del fondo primero, gracias al surco que producen las incisiones.

Otras veces no utiliza las incisiones -el hecho de sustraer-, sino que puede trabajar por adiciones. Un lienzo se carga con un fondo determinado y sobre ese fondo se introduce una mancha sencilla, una forma redonda, por ejemplo, y sobre ¨¦sta superpone unos toques de color en forma de puntos salpicados (otra vez esos puntos semejante a lluvia de corte infantil).

A la vista est¨¢ que en cuanto a la factura la cosa no puede ser m¨¢s simple y directa. Lo que no se dice, porque no se ve, es que para llegar a esa s¨ªntesis el creador tiene que eliminar un gran n¨²mero de signos y elementos que revolotean en torno a la obra. Por naturaleza, el pensamiento art¨ªstico tiende a la acumulaci¨®n, por la sobreabundancia de datos que ofrece la sociedad avanzada. S¨®lo a trav¨¦s de una voluntad, que aspira a la s¨ªntesis esquem¨¢tica, pueden alcanzarse logros casi minimalistas. Y para conseguirlo, a cambio corre el riesgo de resultar demasiado simplista y, por ende, poco profundo. Sobra advertir que el minimalismo no siempre debemos asociarlo a la elementalidad de las formas geom¨¦tricas.

En cuanto a las gouaches y acuarelas, por su car¨¢cter de estricta inmaterialidad, s¨®lo cuentan los signos mostrados, que exhiben una voluntad igualmente esquem¨¢tica y simple como la de los ¨®leos.

Si hemos repetido la palabra voluntad del artista tenemos que elucidar cu¨¢l es el esp¨ªritu que se desprende de su esquematismo pl¨¢stico. No es dif¨ªcil pensar que en Hern¨¢ndez Pijuan pervive una forma de emparentarse con la escritura de los poetas orientales adscritos a la creaci¨®n de los haikus. En todo caso, se les acerca en cuanto a la aplicaci¨®n de un axioma fundamental, aquel que se?ala que lo menos es m¨¢s. El fundamento de este axioma tambi¨¦n lo podemos encontrar en la mayor¨ªa de los postulados que enarbola el minimalismo.

Y como toda creaci¨®n verdadera comporta su inherente riesgo, aqu¨ª el riesgo tiene relaci¨®n con unas palabras del propio artista, quien asegura lo siguiente: 'Mi pintura es m¨¢s una forma de conocerme que de comunicar'. ?Quiere decir que cuanto m¨¢s esquem¨¢tica su pintura tanto m¨¢s se conoce a s¨ª mismo? ?Es el arte para Hern¨¢ndez Pijuan una manera de averiguarse?

Ahora falta saber si su mejor yo puede llegar a calar profundamente en el espectador, sin mostrar por parte del artista ninguna pretensi¨®n estimulante de cu?o comunicativo.