Manolo Quejido expone en Pamplona su explosi¨®n de color m¨¢s reciente
El artista presenta 50 cuadros realizados en los dos ¨²ltimos a?os
La galer¨ªa Garc¨ªa Casta?¨®n de Pamplona expone hasta abril la ¨²ltima obra de este consagrado pintor cuyos cuadros est¨¢n presentes en pinacotecas como el Reina Sof¨ªa, el IVAM o colecciones como las de La Caixa, Caja Madrid y la Fundaci¨®n Coca Cola.
Nacer pintor, Las de Antill¨®n, Las gach¨ªs y La pintura, son los t¨ªtulos de series esquem¨¢ticas y profundamente crom¨¢ticas sobre motivos que van desde el ciclo vital del hombre al retrato femenino pasando por la recreaci¨®n de cuadros famosos o el eterno tema del pintor y su modelo.
Carlos Catal¨¢n, comisario de la muestra pamplonesa, que incluye un recient¨ªsimo lienzo de la serie La pintura finalizado este mismo a?o, considera que Quejido 'ha hecho suyas algunas conquistas de los fauves, como que el color aplicado arbitrariamente en sus armon¨ªas y disonancias, cobra vida propia e independiente del dibujo, sometido a su jerarqu¨ªa'.
Mirar sosegadamente las series, algunas de ellas de car¨¢cter secuencial, sobre ba?istas, del pintor y su modelo o las variaciones sobre un rostro de mujer traen ecos de Matisse, Derain, C¨¦zanne y Picasso, 'aunque ¨¦l ejecuta la partitura con sus instrumentos, su tempo y su propia orquestaci¨®n', indica Catal¨¢n.
Volver a la sencillez
El pintor, que asisti¨® a la inauguraci¨®n de la exposici¨®n pamplonesa, considera que el artista 'no decide el proceso. Se deja llevar y todo acaba configur¨¢ndose'. El autor habl¨® del retorno a la sencillez de sus ¨²ltimos cuadros y de su deseo de recuperar la pintura m¨¢s natural y espont¨¢nea, tras haber atravesado una ¨¦poca m¨¢s abstracta. 'El color es el protagonista', reconoce Quejido, y su presencia persigue una 'aceptaci¨®n infantil y primaria a trav¨¦s del cual surge la pintura'.
La serie m¨¢s extensa, la llamada La pintura, compuesta por 30 cuadros sobre el pintor y su modelo, es el ejemplo m¨¢s evidente de que la obra del artista sevillano afincado en Madrid tiene vida propia. 'Empiezo entrando en una obra, la desarrollo y, llegado un punto, la pintura empieza a funcionar por s¨ª misma. El proceso se configura', a?ade Quejido, 'y el pintor es expulsado del cuadro. M¨¢s tarde el espectador est¨¢ ah¨ª para seguir pintando, por lo que tambi¨¦n se introduce dentro de ella'.
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