Al Madrid le sali¨® cruz
Los blancos, eliminados ante un Paf de Bolonia muy superior
Un desastre de apuesta. Doble o nada. Esa pareci¨® la postura del Madrid ayer en Bolonia. Y toc¨® perder. Perder doble. Doble de puntos de los italianos desde los primeros parciales ( 52 -25 al final del segundo periodo), doble de personales de los blancos ( seis en los primeros dos minutos), doble de desacierto en el tiro (un triste 30 por ciento para los blancos frente al casi perfecto 84 por ciento de los chicos del Paf), y el doble de triples (ning¨²n intento de los nueve primeros lanzamientos desde los 6,25 metros de los blancos). En definitiva, el Madrid que salt¨® al Paladozza fue un doble borroso del equipo que la semana pasada maniat¨® a los bolo?eses en Madrid. El resultado del desaf¨ªo a la l¨®gica del baloncesto es el adi¨®s precipitado, en cuartos, de la Euroliga.
Sin embargo, el propio Sergio Scariolo, descifr¨® el pasado martes la caligrafia con la que se escribir¨ªa el partido: 'Si les dejamos lanzar sin una mano encima marcar¨¢n la diferencia'. Y eso fue lo que pas¨®, que la indolente defensa madridista permiti¨® a los italianos dibujar escorzos para anotar desde todas las posiciones de la cancha. No s¨®lo el imponente albatros Fucka, que aunque brill¨®, en esta ocasi¨®n cedi¨® el papel de protagonista principal a Carlton Myers.
El escolta machac¨® al Madrid desde la l¨ªnea de tres. 21 puntos suyos en el descanso atestiguaban la exactitud de las palabras de Scariolo 'marcar¨¢n las diferencias'. A eso, a marcar las diferencias y a provocar ingenuas faltas a Lucio Angulo, e incluso al propio Djorjevic, se dedic¨® Myers durante todo el choque.
Los italianos, adem¨¢s de aplicados en el arte de anotar, enredaron a los blancos en una madeja defensiva con tres en zona y sus dos hombres peque?os, Basile y Myers, incordiando a Herreros y Djorjevic. La estrategia de cansar al yugoslavo de 34 a?os con una constante presi¨®n funcion¨®. La falta de recambios, Ra¨²l L¨®pez lesionado y N¨²?ez tocado, propici¨® la insistencia en el agotamiento del base madridista, que acab¨® cediendo al joven N¨²?ez los trastos al comienzo del tercer periodo.
El ¨²ltimo cuarto del encuentro fue una acelerada carrera contra el tiempo de los blancos por adecentar los n¨²meros que mostrar¨ªan los almanaques. Herreros empez¨® a anotar de tres, e incluso Iturbe encontr¨® algunas posiciones c¨®modas de tiro, incluido un triple. La victoria hac¨ªa muchos minutos que se hab¨ªa puesto en juego y se hab¨ªa dejado escapar. No era eso, la b¨²squeda del milagro que hubiese supuesto ganar, lo que multiplicaba el esfuerzo madridista, sino el miedo a una derrota hist¨®rica.
Los ¨²ltimos minutos del partido sirvieron para que Fucka recuperase su rol de jugador estrella (dos bandejas consecutivas majestuosas con personal incluida) y para que Milic demostrase que es un tipo con car¨¢cter de ganador. Fue el jugador madridista que mostr¨® m¨¢s orgullo en la derrota.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.