La clave del arco

A finales de la d¨¦cada de los 80 Alfonso Guerra reuni¨® en X¨¤bia un seleccionado grupo de militantes y simpatizantes del PSOE para que dise?aran el futuro del socialismo en Espa?a y Europa. De aquella tenida surgi¨® el Manifiesto 2000 del que muy pocos guardan memoria y que no parece influyera demasiado en el devenir de los partidos socialdem¨®cratas europeos. Respecto de la incidencia que tuvo sobre el propio PSOE y la sociedad basta con repasar los ¨²ltimos resultados electorales para extraer las conclusiones pertinentes.

Ayer, en Alicante, Eduardo Zaplana congreg¨® a sus m¨¢s finos te¨®ricos para que dise?aran el futuro de la Comunidad Valenciana de aqu¨ª a 10 a?os, con el ambicioso prop¨®sito de exportar sus conclusiones a Espa?a y a Europa. Todo un reto si no fuera porque detr¨¢s de tanta parafernalia ret¨®rica se maldisimula el objetivo ¨²ltimo de esta aparente 'tormenta de ideas': presentar en sociedad el delfinario completo de sus probables sucesores a la presidencia de la Generalitat. De tal suerte que sea quien sea el ungido por el dedo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, siempre quedar¨¢ que es el candidato de Zaplana. La alcaldesa de Valencia, que las huele de lejos, ya lo advirti¨® ayer: 'Hay que cerrar el debate sucesorio de Aznar y Zaplana', que es una manera como cualquier otra de mantenerlo abierto. Rita Barber¨¢ fue m¨¢s lejos y afirm¨® que el presidente de la Generalitat 'seguir¨¢ liderando el PP' en la Comunidad Valenciana. La alcaldesa de Valencia parece querer cerrar cualquier fisura partidista -presente o futura- con sus bienintencionadas palabras, pero s¨®lo logra abrir m¨¢s v¨ªas de agua: a?ade le?a a la hoguera de la sucesi¨®n y propone un futuro bicef¨¢lico en el que Zaplana liderar¨¢ la Comunidad Valenciana, aunque sea otro u otra quien se siente en el sill¨®n del Palau de la Generalitat. Brillante.

?Y el futuro? Enredados con El acierto de Espa?a y su presentaci¨®n Madrid, y atascados en el calendario electoral valenciano y espa?ol se nos escurre entre los dedos una convocatoria m¨¢s cercana en el tiempo: las elecciones catalanas a las que concurrir¨¢ el ministro de Asuntos Exteriores Josep Piqu¨¦ como candidato del PP. Una vacante en el Consejo de Ministros de primer orden. ?La irrefrenable vocaci¨®n internacional y europea de Zaplana tiene algo que ver con este horizonte? ?El fichaje de un diplom¨¢tico de carrera por la presidencia de la Generalitat es ajeno a este camino que se abre? ?La clave del arco de la sucesi¨®n de Zaplana pasa por su marcha a Madrid antes, incluso, de que concluya esta legislatura? Ah!, qu¨¦ interesantes hip¨®tesis nos depara el futuro inmediato.