Las claves del esc¨¢ndalo en las misiones
Las denuncias ante el Vaticano exponen los fraudes y la azarosa vida sentimental del nuncio Kada
El 21 de enero de 1999, un delegado de Jos¨¦ Luis Ir¨ªzar y Artiach, un vasco de 68 a?os director nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) de Espa?a, la organizaci¨®n que atiende las necesidades de 30.000 misioneros, atraves¨® la sede de la Sagrada Congregaci¨®n para la Evangelizaci¨®n de los Pueblos, un viejo palacio situado junto a la embajada de Espa?a ante el Vaticano.
El mensajero portaba un documento explosivo: el recurso que interpon¨ªa Ir¨ªzar ante ese organismo y luego ante el tribunal de la Signatura Ap¨®stolica. En 30 p¨¢ginas, el cura bilba¨ªno, antiguo misionero en Bolivia, denunciaba graves irregularidades econ¨®micas en las obras misionales pontificias, que ¨¦l mismo dirig¨ªa, y desvelaba una estafa consistente en la venta de 12 grabados para recaudar fondos que ir¨ªan destinados a un falso homenaje al papa Juan Pablo II. En el fraude implicaba al h¨²ngaro Lajos Kada, el todopoderoso nuncio de su santidad en Espa?a.
El promotor del del falso homenaje papal desoy¨® a Roma y sigui¨® vendiendo los grabados
Ir¨ªzar suger¨ªa que Mar¨ªa del Bosque, de 54 a?os, la protagonista de la sospechosa venta, manten¨ªa una estrecha relaci¨®n con Kada y aseguraba que ¨¦ste ten¨ªa una hija natural en Costa Rica fruto de su relaci¨®n con otra mujer. Adem¨¢s, el cura vasco, perteneciente a una de las familias m¨¢s ricas de Bilbao, exig¨ªa que le restituyeran las riendas de la gesti¨®n econ¨®mica de las obras misionales, para las que hab¨ªa recaudado m¨¢s de 20.000 millones de pesetas desde que fue nombrado director en 1995, y que le hab¨ªan recortado tras su enfrentamiento con el administrador Jos¨¦ Mar¨ªa Castro que previamente le hab¨ªa denunciado ante el nuncio.
Tras dos horas de conversaci¨®n con el arzobispo Slecker, secretario del Dicasterio, ¨¦ste recogi¨® el escrito y firm¨® su recepci¨®n. No sin antes advertir que la actitud de Ir¨ªzar era una 'locura' y que acudir al tribunal de la curia romana derivar¨ªa en un esc¨¢ndalo que trascender¨ªa a la opini¨®n p¨²blica.
Cuando el enviado de Ir¨ªzar descend¨ªa por las escaleras del antiguo palacio, el arzobispo canadiense volvi¨® a reclamar su atenci¨®n: 'Por favor, no se vaya. Por la tarde quiere verle un espa?ol, monse?or L¨®pez Quintana'. En un elegante despacho del Vaticano, el influyente gallego, asesor del Sustituto de Estado, el hoy cardenal Re, que cada d¨ªa despacha con el pont¨ªfice, y el mensajero se vieron las caras al atardecer en una 'larga y tensa' conversaci¨®n. Seg¨²n el enviado, la directriz de Quintana fue clara: 'Hay que disuadir a Jos¨¦ Luis Ir¨ªzar'.
Pero frenar a Ir¨ªzar, un vasco de c¨¢racter fuerte y contestatario, que estudi¨® derecho en Deusto (Bilbao), don¨® su herencia millonaria a la Iglesia, guard¨® en un caj¨®n sus t¨ªtulos nobiliarios (ducado de Misnia, marquesado de Valpara¨ªso, de Acillona y Oura?ona), se recluy¨® en el seminario de Vitoria, donde se licenci¨® en filosof¨ªa, visti¨® el h¨¢bito a los 23 a?os y se march¨® a la di¨®cesis minera de Oruro (Bolivia), no era tarea f¨¢cil.
El ¨²nico que pod¨ªa conseguirlo era el cardenal Dar¨ªo Castrill¨®n, prefecto de la Sagrada Congregaci¨®n del Clero, es decir, el ministro de los sacerdotes. El 17 de febrero, cuando el recurso de Ir¨ªzar hab¨ªa recibido el silencio por respuesta, el cardenal, que ten¨ªa una gran ascendencia sobre el cura vasco, acudi¨® a Madrid, durmi¨® en la sede de la OMP y le redact¨® de su pu?o y letra la carta en la que renunciaba al recurso ante el Tribunal de la Signatura. Hab¨ªa que evitar el esc¨¢ndalo a toda costa. El fraude de los grabados pod¨ªa salpicar al nuncio Lajos Kada, un hombre con gran reputaci¨®n ante la iglesia h¨²ngara, y representante del Papa en Espa?a.
Castrill¨®n consigui¨® tambi¨¦n que el cura renunciara a la querella que hab¨ªa presentado dos meses antes, el 18 de diciembre de 1998, en los juzgados de Madrid, contra Mar¨ªa del Bosque, Jos¨¦ Mar¨ªa Castro, ex gerente de la OMP, y Manuel Capa, promotor de la venta de los grabados Homenaje al XV aniversario del pontificado de Juan Pablo II, que la primera ofrec¨ªa a obispos y creyentes a un mill¨®n y medio de pesetas. Un timo en toda regla, seg¨²n reconoce Gabino D¨ªaz Merch¨¢n, obispo de Oviedo y ex presidente de la Conferencia Episcopal.
La querella de Ir¨ªzar, redactada por un catedr¨¢tico de derecho can¨®nico, les acusaba de estafa, apropiaci¨®n indebida y administraci¨®n fraudulenta de la OMP. En la misma se relataba con documentos el apoyo del nuncio Kada a este vidrioso negocio.
Como la carta que el 17 de septiembre de 1997 dirigi¨® el nuncio Kada a los obispos espa?oles para presentar a la atractiva se?ora que desde las oficinas de la OMP en Madrid dirig¨ªa la sospechosa venta de grabados: 'Excelencia. Con la presente me permito presentarle a la se?ora do?a Mar¨ªa Bosque, quien colabora en la preparaci¨®n del homenaje al Santo Padre que se celebrar¨¢ en el Vaticano... Ella trata de recaudar fondos para dicho homenaje vendiendo la colecci¨®n preparada para el 15? aniversario del Pontificado de su santidad Juan Pablo II. Dicha colecci¨®n consta de 12 grabados con las obras maestras de los mejores pintores contempor¨¢neos. Conozco a do?a Mar¨ªa y creo que merece que se le ayude en su trabajo, por lo cual agradecer¨ªa a VE que le prestase su apoyo para el ¨¦xito de la empresa que se propone'.
Antonio Montero, arzobispo de M¨¦rida-Badajoz, fue uno de los receptores de dicha carta y ofreci¨® a Mar¨ªa, 'directora comercial' de la colecci¨®n, seg¨²n su tarjeta de presentaci¨®n, una reuni¨®n con Mari Murillo, 'animadora de un peque?o grupo' de personas cercanas a la Iglesia que tienen en su ¨¢mbito de relaciones a otras del mundo art¨ªstico y financiero. No obstante, el obispo advert¨ªa que tanto su feligresa como ¨¦l cre¨ªan que 'en esta regi¨®n existen muy pocas personas con capacidad para adquirir obsequios a tal precio, aunque suponga una buena inversi¨®n'.
O la misiva de la propia Mar¨ªa del Bosque, dirigida el 8 de enero de 1998 al obispo de Logro?o Ram¨®n Bua, en la que cita como introductor al nuncio Kada y describe los grabados 'cuyo n¨²mero uno la tiene el santo padre en sus aposentos'. 'Una aut¨¦ntica obra de arte, editada en la imprenta vaticana y presentada en una cartera de ante de dise?o Loewe. Est¨¢ valorada en al menos tres millones, pero su precio es de un mill¨®n y medio'.
Del Bosque, que dirig¨ªa el negocio desde un despacho en la OMP regentada por Ir¨ªzar y remit¨ªa los grabados a cargo de ¨¦sta, aseguraba en sus cartas a los obispos, instituciones religiosas, bancos, cajas, y gobiernos aut¨®nomos, que con el dinero recaudado se celebrar¨ªa una ampl¨ªa exposici¨®n de pintura y escultura moderna y contempor¨¢nea en uno de los museos vaticanos, 'que inaugurar¨¢ el santo padre, el cual tiene un gran inter¨¦s e ilusi¨®n en este proyecto que con tanto acierto, cari?o y dedicaci¨®n se est¨¢ preparando'.
La colaboradora del nuncio inclu¨ªa en sus cartas de presentaci¨®n los nombres de los autores de la colecci¨®n (Monir Islam, Eduardo Chillida, Joaqu¨ªn Vaquero, Antonio Lorenzo, Pedro Maruna, Denis Long, Michel Conde, Elisa Ruiz, Eduardo Naranjo, Rafael Canogar, Joaqu¨ªn Capa y Guayasamin) y destacaba que los 12 grabados estaban autentificados por Antonio Vianello, notario del Vaticano. Pero antes de que se iniciaran las diligencias penales contra los presuntos autores de la estafa, la renuncia de Ir¨ªzar abort¨® la investigaci¨®n judicial.
Al mismo tiempo, finales de 1998, monse?or Re hab¨ªa ordenado desde Roma al nuncio Kada que se retirara la colecci¨®n de grabados o se suprimiera las referencias pontificias, una advertencia que ya se hab¨ªa dado a Capa, el promotor, un a?o antes sin que la atendiera ni la comunicara porque no hab¨ªa amortizado su inversi¨®n.
?Por qu¨¦ renunci¨® el sacerdote bilba¨ªno a sus denuncias? En un escrito de 53 p¨¢ginas que Ir¨ªzar ha remitido a Juan Pablo II le explica que dio ese paso cuando el cardenal Castrill¨®n le garantiz¨® que se anular¨ªa la revocaci¨®n de poderes y acabar¨ªa la supervisi¨®n econ¨®mica del cardenal Arzobispo de Madrid Antonio Mar¨ªa Rouco.
Ante las cr¨ªticas de los denunciados a Ir¨ªzar, se hab¨ªa nombrado un nuevo consejo de administraci¨®n y, a trav¨¦s de monse?or C¨¦sar Franco, obispo auxiliar de Madrid, se comenz¨® a intervenir con medidas tales como que todos los cheques emitidos por la OMP deb¨ªan de llevar su conformidad. 'Medidas llenas de desconfianza que siguieron atentando contra mi honor y mi fama', se?ala el sacerdote. Pero para que acabara esta intromisi¨®n en los poderes recortados a Ir¨ªzar, la condici¨®n era que retirara el recurso presentado en Roma y renunciara a la denuncia penal.
El ex misionero vasco obedeci¨®, pero dio fe p¨²blica ante un notario de las 'presiones y coacciones' a las que le somet¨ªan sus superiores y de la 'falta de libertad interna' con la que estaba actuando. Seg¨²n Ir¨ªzar, hasta que no se recibi¨® su renuncia en el tribunal de la curia romana, se retras¨® su toma de posesi¨®n como can¨®nigo de la Almudena (Madrid), cargo que compatibilizaba con el de director de las Obras Misionales Pontificias.
El 30 de noviembre de 1998, poco antes de que le recortaran sus poderes, Ir¨ªzar hab¨ªa despedido a Castro, gerente de la OMP y uno de los denunciados, 'que se negaba a rendir cuentas y a que se hiciera una auditora en las obras misionales pontificias' que manejan m¨¢s de 3.000 millones al a?o. Seg¨²n las denuncias del director de la OMP, Castro ten¨ªa los dep¨®sitos de la sociedad en el Banco de Castilla a la mitad de inter¨¦s del mercado, pagaba sin facturas ni IVA, se asignaba gratificaciones y utilizaba una Visa Oro con un l¨ªmite mensual de 800.000 pesetas. En su opini¨®n, esta gesti¨®n caus¨® un lucro cesante de 95 a 140 millones. Castro lo niega y recuerda que ¨¦l denunci¨® primero a Ir¨ªzar por las disposiciones que hac¨ªa para supuestos pagos extraordinarios.
El despido de Castro, que, junto a su esposa, sal¨ªa a cenar y al teatro con el nuncio Kada y Mar¨ªa del Bosque, fue apoyado por el consejo de delegados diocesanos de las OMP y no se le pag¨® ni un c¨¦ntimo 'por el da?o econ¨®mico' que hab¨ªa causado a la instituci¨®n. Pero a Ir¨ªzar le enmendaron la plana sus superiores, y monse?or Franco reconoci¨® el despido como improcedente, abon¨® al ex gerente una indemnizaci¨®n de 21 millones y alab¨® sus servicios.
El pasado mes de marzo, el cardenal Rouco concluy¨® su intervenci¨®n en la gesti¨®n econ¨®mica de las OMP que todav¨ªa dirig¨ªa Ir¨ªzar y se?al¨® que la comisi¨®n nombrada s¨®lo pretend¨ªa 'ayudar' al vasco en su trabajo. A partir de entonces, Ir¨ªzar deb¨ªa remitir un informe mensual a Roma apoyado por una comisi¨®n.
El ex misionero comprob¨® entonces que las promesas del cardenal Castrill¨®n no se cumpl¨ªan y decidi¨® continuar con su batalla legal ante el tribunal eclesi¨¢stico romano. En su escrito, pide al Papa que su anterior renuncia sea declarada nula. Y recuerda que a partir de entonces se propici¨® desde la jerarqu¨ªa que planeara sobre ¨¦l 'una m¨¢s que sospechosa conducta de ileg¨ªtimo uso y lucro'. Ir¨ªzar tilda de 'maquinatorias, imprudentes y omisivas' la conducta de sus superiores.
Y entre los argumentos que utiliza para describir su situaci¨®n, incide en el inter¨¦s de la jerarqu¨ªa por esconder la estafa de los grabados, la implicaci¨®n del nuncio y sus estrechas relaciones con Mar¨ªa del Bosque. El ex misionero relata al Papa la visita en junio de 1999 de su abogado, un catedr¨¢tico de derecho can¨®nico, al cardenal Rouco en la que ¨¦ste le manifest¨® 'que la vida privada del nuncio no era cosa relevante'. 'La vida privada del nuncio s¨ª que es relevante y, por ello, hab¨ªa inter¨¦s en ocultarlo', se?ala el cura vasco, que confiesa a Juan Pablo II su tristeza y 'cierto desencanto sacerdotal' por esta experiencia. 'Besa su anillo de pescador su devot¨ªsimo hijo, que pide gracia, justicia y paternal bendici¨®n', concluye el extenso escrito del cura vasco.
Pero las peticiones de Ir¨ªzar de seguir como director de las obras misionales hasta que se resuelva el fondo de este conflicto no han sido atendidas. El pasado d¨ªa 12 fue cesado, ya hab¨ªa cumplido los cinco a?os del primer mandato, y sustituido por Francisco P¨¦rez-Gonz¨¢lez, obispo de Osma-Soria. El asunto sigue en el tribunal de Roma. Mientras el ex nuncio Kada, que se jubil¨® el a?o pasado a los 75 a?os, sigue sin responder a las acusaciones de Ir¨ªzar y la Iglesia no aclara d¨®nde est¨¢ el dinero de la estafa.
Mar¨ªa del Bosque se defiende: 'S¨®lo se vendieron 32 colecciones. Imagino que una parte del dinero ir¨ªa al Vaticano, otra al promotor Capa y otra para pagar mi sueldo. Todo fue legal. Kada ni lo ha comido ni lo ha bebido. Recibi¨® la orden de que se dejara de vender y me hizo firmar un papel para que parara la comercializaci¨®n. Es un tema cerrado. Ir¨ªzar es un miserable'.
Pagos extraordinarios prohibidos
El cardenal Charles Schleck, presidente de las Obras Misionales Pontificias (OMP), prohibi¨® a Jos¨¦ Luis Ir¨ªzar, director de las OMP, que dispusiera de un dep¨®sito a su nombre, por cuenta de Animaci¨®n Misionera, para atender los gastos extraordinarios de los misioneros m¨¢s necesitados. Seg¨²n el testimonio de Ir¨ªzar, a trav¨¦s de la misma se atend¨ªan casos excepcionales como sacerdotes enfermos de sida, operaciones o entierros de familiares, en los casos de los m¨¢s humildes. En un libro de contabilidad anotaba las fechas, cantidades, raz¨®n y los nombres de las personas a las que facilit¨® estas ayudas. Ir¨ªzar dispuso de entre 12 y 16 millones de pesetas anuales para estos fines, entre un 2% y un 3% del presupuesto anual, que asciende a unos 3.500 millones de pesetas. La Santa Sede autoriza un gasto de hasta un 15% de dicho presupuesto para actividades de animaci¨®n misionera, pero al cardenal prohibi¨® estos pagos. De esta misma cuenta, el ex gerente Jos¨¦ Mar¨ªa Castro, que, seg¨²n Ir¨ªzar, ten¨ªa organizado as¨ª este sistema de ayudas, sufrag¨® gastos de las OMP por 16 millones. Castro lo niega y asegura que ¨¦l denunci¨® a Ir¨ªzar por estas disposiciones. 'Denunci¨¦ que se hab¨ªa apropiado de donativos particulares', dice. Auditor¨ªas de BDO y Pryce Waterhouse Coopers se?alan que del estudio del libro y sus facturas no se desprende que las cantidades se usaran para usos diferentes a los de animaci¨®n misionera y que Ir¨ªzar no incurri¨® en apropiaci¨®n indebida. El ex director de las OMP acept¨® la orden del cardenal, 'contraria a la caridad cristiana y al esp¨ªritu misionero', y ces¨® los pagos. Seg¨²n dice, sigui¨® atendiendo a estas ayudas 'con su pecunio particular'.
Jos¨¦ Luis Ir¨ªzar, ex director de las Obras Misionales Pontificias alert¨® por escrito a Lajos Kada, nuncio del Papa en Espa?a, de la actividad de Mar¨ªa del Bosque y del despacho que ¨¦sta utilizaba, por orden de su antecesor, en la sede de la OMP para la venta de unos grabados con los que se financiar¨ªa un falso homenaje al Papa. Pero el nuncio le respondi¨® que le permitiera seguir con su actividad. El ex misionero vasco se pregunta, en su recurso remitido a Roma, c¨®mo es posible esta postura del nuncio Kada, y se responde a s¨ª mismo: 'Monse?or Kada, reci¨¦n llegado a Madrid en 1995 y en un nuevo ambiente, encontr¨¢ndose quiz¨¢s desplazado o sintiendo la soledad caracter¨ªstica de un hombre con responsabilidades y cierta contestaci¨®n social por sus actitudes y posturas pol¨ªticas, prest¨® o¨ªdos a las palabras de la se?ora Bosque, mujer de mundo y a¨²n joven, que us¨® sus gracias naturales para reforzar sus peticiones'. Bosque neg¨® a EL PA?S esta presunta relaci¨®n, que otras personas califican de 'gran afecto mutuo'. Ir¨ªzar se?ala que la conducta del nuncio 'no parece carente de fundamento habida cuenta de otro documento que acompa?amos en que se afirma que de las relaciones del nuncio con una costarricense ha nacido una ni?a'. Este documento es un acta notarial, fechada el 16 de diciembre de 1998 en San Jos¨¦ de Costa Rica, en la que el sacerdote espa?ol Luis Vara Carro declara ante el notario Maureen Medrano que en una reuni¨®n de la vicar¨ªa de Nicoya 'se convers¨® acerca del papel que juegan los nuncios, y uno de los presentes asegur¨® que el anterior nuncio, Lajos Kada, era un poco apegado al dinero. En ese momento, el padre Luis Gerardo Brenes dijo que ¨¦l conoc¨ªa a una se?ora que le hab¨ªa manifestado abiertamente que ella fue amante del nuncio y que hab¨ªa procreado una ni?a fruto de esa relaci¨®n. Este comentario motiv¨® un impacto y una sensaci¨®n de extra?eza ante los presentes, e incluso se coment¨® que tendr¨ªa que tenerse m¨¢s cuidado a la hora de elegir a los nuncios'. Este peri¨®dico intent¨® sin ¨¦xito obtener la versi¨®n de Kada, que reside en Hungr¨ªa.
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