Econom¨ªa edita una gu¨ªa de la artesan¨ªa andaluza para contribuir a la difusi¨®n del sector
La artesan¨ªa constituye un brazo indiscutible del legado art¨ªstico andaluz y es tambi¨¦n una actividad econ¨®mica din¨¢mica y fundamental, pero que ha corrido distinta suerte en cada una de las ocho provincias, seg¨²n se recoge en esta gu¨ªa. Pese a ello, cada una conserva un patrimonio ¨²nico que se complementa con una nueva artesan¨ªa. La huella de la historia, las fiestas o la tradici¨®n folcl¨®rica son algunos de los factores que determinan las manifestaciones artesanales de Andaluc¨ªa.
En C¨¢diz, por ejemplo, la guarnicioner¨ªa de caballo constituye una actividad fundamental en Jerez y en poblaciones de la sierra, mientras que el Carnaval determina la producci¨®n de muchos artesanos de la capital y de las localidades pr¨®ximas. A la vez, la provincia re¨²ne, en torno a Ubrique, la mayor concentraci¨®n europea de talleres artesanos dedicados al trabajo de la piel, y surte a algunas de las principales firmas de moda como son Loewe, Christian Dior o Pierre Cardin.
La Semana Santa es otra de las fuentes de la artesan¨ªa andaluza. En Sevilla, la extrema vinculaci¨®n a esta fiesta determina, desde hace siglos, buena parte de la riqueza artesanal de la provincia: imagineros, orfebres, doradores, talleres de bordado, cerer¨ªas y constructores de pasos constituyen labores artesanales esenciales.
La otra gran fiesta de la capital, la Feria de Abril, asegura el trabajo en los talleres de trajes de flamenca, mantones de Manila, flores, peinetas y sombrerer¨ªa. La artesan¨ªa del mueble de madera, la cer¨¢mica, la azulejer¨ªa o la guarnicioner¨ªa perviven tambi¨¦n en la capital y localidades pr¨®ximas.
Algo parecido a lo que ocurre en Sevilla con la Semana Santa y la Feria, sucede en Huelva con el Roc¨ªo. Algunas de las principales manifestaciones artesanas de la provincia est¨¢n vinculadas a esta fiesta: la guarnicioner¨ªa de Almonte, la Palma del Condado, la Puebla de Guzm¨¢n o Zalamea la Real; los bocados, frenos y espuelas para los caballos de Cortegana; los tamboriles de la Palma; o los famosos botos que se fabrican en 12 talleres de Valverde del Camino, son algunos ejemplos.
M¨¢rmol de Macael
Almer¨ªa, por su parte, se caracteriza por conservar una buena parte de las artesan¨ªas tradicionales, pero sin cerrar las puertas a nuevas producciones. Entre las primeras, la afamada jarra de picos trabajada en Vera, las jarapas de N¨ªjar o la alfarer¨ªa tradicional de Sorbas o Albox. Entre las novedades, los objetos fabricados en m¨¢rmol de Macael, que se exporta a toda Europa y que cuenta con m¨¢s de 60 talleres en la denominada Comarca del M¨¢rmol; o los trabajos realizados con coral rojo en Almer¨ªa capital por j¨®venes o por visitantes temporales.
C¨®rdoba y Granada gozan tambi¨¦n de una artesan¨ªa con identidad propia. En la primera destaca la vuelta de la cer¨¢mica califal, a partir de piezas provenientes de Medina Azahara y que est¨¢ determinando la recuperaci¨®n de la historia de C¨®rdoba desde sus artes decorativas. Adem¨¢s, la provincia se ha erigido en la primera productora europea de nueva joyer¨ªa, pero sin abandonar los trabajos de filigrana en plata y la orfebrer¨ªa tradicional. Los muebles de Lucena o Palma del R¨ªo, la alfarer¨ªa de La Rambla o la ebanister¨ªa de Priego contribuyen tambi¨¦n a conservar la fama artesanal de C¨®rdoba.
En Granada resulta decisiva la recreaci¨®n que llevan a cabo los nuevos artesanos de objetos que fueron patrimonio granadino y que se hab¨ªan perdido, como la cer¨¢mica andalus¨ª. La cer¨¢mica de origen musulman, los muebles de estilo renacentista o las escuelas de alfombras o de luthiers son otras de las aportaciones decisivas de la artesan¨ªa de la provincia.
M¨¢laga y Ja¨¦n tienen tambi¨¦n una rica tradici¨®n artesanal, aunque en estas dos provincias, m¨¢s que en otras, se ha asistido a la desaparici¨®n de actividades que dieron renombre a determinadas zonas, como es la seda de los musulmanes jiennnense, prestigiada en toda la Espa?a medieval. Se conservan, no obstante, importantes manifestaciones artesanales, sobre todo, la alfarer¨ªa y la cer¨¢mica con influencias muy variadas, en el caso de la provincia de Ja¨¦n, o los talleres de rejer¨ªa y de piedra o los artesanos del mueble, los alfareros, los esparteros y los guarnicioneros de Ronda, cuna de buena parte de la artesan¨ªa malague?a.
De la Gu¨ªa de la Artesan¨ªa Andaluza, coordinada por el Servicio de Promoci¨®n Comercial y Artesan¨ªa de la Direcci¨®n General de Comercio, se han editado 5.000 ejemplares que se vender¨¢n al p¨²blico al precio de 3.200 pesetas.
Arte a golpe de martillo
El taller de orfebrer¨ªa de la familia Santos tiene m¨¢s de medio siglo de vida, pero las herramientas han cambiado poco. En la era de la producci¨®n en serie ayudada por m¨¢quinas todopoderosas, aqu¨ª se sigue trabajando a golpe de martillo y cincel. Hace tres a?os se mudaron de un min¨²sculo local en el casco antiguo de Sevilla a una nave en un pol¨ªgono industrial de San Jos¨¦ de la Rinconada, muy cerca de la capital. Con la mudanza, se gan¨® en volumen de trabajo, pero no se variaron los m¨¦todos. Daniel Santos, hijo de Luis, el fundador del negocio familiar, s¨®lo aprecia dos grandes cambios: antes trabajaban cuatro personas; ahora, ocho. Antes se dedicaban s¨®lo a fabricar objetos de decoraci¨®n para tiendas o particulares; ahora han encontrado un fil¨®n en la hermandades de Semana Santa. 'Pero sigo trabajando por encargo. No me da tiempo de tener un almac¨¦n', asegura Daniel. La mayor¨ªa de las piezas que fabrican son de lat¨®n plateado. El entallador le da forma a una chapa lisa, para que despu¨¦s los repujadores -'los que martillean'- dibujen a l¨¢piz sobre ella y hagan los relieves con el cincel. El lampistero monta y solda la pieza, y, por ¨²ltimo, se pule, se dora o platea, y se humea -'para que se vea venir de lejos el repujado'. Un candelabro de cola hecho a mano puede costar en torno a un mill¨®n y medio de pesetas. Estos d¨ªas est¨¢n terminando, entre otras piezas, unos ciriales para la Hermandad de la Veracruz de Sevilla y unos arreglos para la Sed. 'Ahora trabajamos sin horario. La hora de taller deber¨ªa salir a 5.000 pesetas, pero no se puede cobrar eso'. Aunque se acerque la Semana Santa, no descuidan los encargos de decoraci¨®n: pies de l¨¢mparas, faroles, candelabros o relicarios que venden, sobre todo, a tiendas de Andaluc¨ªa. 'Por el norte ven estas l¨¢mparas y les parecen cosas de muertos', ironiza el orfebre.
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