La polic¨ªa exige a la sala Saatchi de Londres que retire unas fotos de ni?os
Scotland Yard intervino tras varias denuncias que consideraron que la muestra era obscena
Poco pod¨ªa imaginar Charles Saatchi, millonario y coleccionista de arte, que la visita de la polic¨ªa a su galer¨ªa de arte en Londres acabar¨ªa tan mal. La sala exhibe fotograf¨ªas elegidas por ¨¦l de su archivo personal para la muestra Soy una c¨¢mara. Dos de ellas, firmadas por Tierney Gearon y en las que aparecen sus hijos jugando desnudos en la playa y orinando en la nieve, han merecido la atenci¨®n de la unidad especial de publicaciones obscenas de Scotland Yard.
Tras haber recibido tres quejas an¨®nimas de ciudadanos molestos por su tono supuestamente provocativo, el inspector Brian Ward ha exigido a la sala la retirada de ambas im¨¢genes antes del jueves. De no hacerlo, sus agentes las requisar¨¢n sin contemplaciones porque podr¨ªan considerarse pornogr¨¢ficas y hay menores involucrados.
La sala Saatchi no se ha repuesto a¨²n de la impresi¨®n que le produjo recibir la visita de Ward, vestido de paisano, que regres¨® luego de forma oficial con sus subalternos. La muestra lleva cerca de ocho semanas abierta, ha recibido buenas cr¨ªticas y nadie se hab¨ªa quejado de la presencia de las fotos ahora en litigio. Gearon es una fot¨®grafa estadounidense afincada en el Reino Unido que se hizo profesional el pasado a?o y capt¨® a sus dos hijos durante sendas vacaciones. Seg¨²n ella, todos los padres guardan en sus ¨¢lbumes fotos de sus ni?os en la playa con poca ropa. Para el tr¨ªo de visitantes que formul¨® la denuncia, sin embargo, los cuerpos desnudos de Michael y Emily, que ocultan sus rostros tras unas m¨¢scaras, son de lo m¨¢s turbador. La otra foto, en las que el chico orina en la nieve mientras su hermana patina resulta tambi¨¦n equ¨ªvoca y podr¨ªa atraer a pederastas y pervertidos.
Con la pol¨¦mica servida y el mundo del arte brit¨¢nico apoyando sin reservas a Saatchi y a la conservadora de la galer¨ªa, Jenny Blythe, la prensa seria del pa¨ªs da por hecho que una de las quejas fue suscrita de forma interesada por el diario sensacionalista The News of the World, famoso por su vigorosa campa?a contra la pederastia. La direcci¨®n de dicho rotativo lo niega, pero la fot¨®grafa ha desvelado que recibi¨® la visita de dos reporteros a los que no conoc¨ªa de nada horas despu¨¦s de haber sido advertida por la polic¨ªa de que sus instant¨¢neas deb¨ªan desaparecer de la muestra. 'Los periodistas dijeron que ven¨ªan de parte de The Daily Telegraph, pero no era verdad. Adem¨¢s, nadie ten¨ªa mi tel¨¦fono particular hasta que se lo di a los agentes', ha dicho Gearon.
Scotland Yard pidi¨® asesor¨ªa legal antes de exigir la retirada tanto de las fotos como de las p¨¢ginas del cat¨¢logo de la muestra donde ¨¦stas aparecen, firmado por el editor de arte Edward Booth-Clibborn. La sala Saatchi tambi¨¦n ha solicitado consejo, esta vez al abogado experto en asuntos relativos a la libertad de expresi¨®n Geoffrey Robertson. Seg¨²n ¨¦l, la polic¨ªa est¨¢ errada porque las im¨¢genes carecen de matiz sexual y no pueden considerarse indecentes. La sala se enfrentar¨ªa por tanto a la simple censura policial. De todos modos, el plazo dado por Scotland Yard para la retirada de las fotograf¨ªas sigue en pie, y la galer¨ªa tendr¨¢ que decidirse entre descolgarlas de sus paredes o bien demandar a los agentes por extralimitarse en sus funciones.
Mientras el asunto se aclara, los comentaristas brit¨¢nicos han recordado que la presentadora televisiva Julia Sommerville tuvo un problema similar en 1995. Un empleado de una tienda de revelado de fotos la denunci¨® a la polic¨ªa cuando vio unas fotos de su hija desnuda en la ba?era. Cuatro semanas despu¨¦s de analizar a fondo la Ley de Protecci¨®n de Menores para ver si pod¨ªa aplic¨¢rsele alguno de sus apartados, la fiscal¨ªa dej¨® correr el asunto.
'Es alentador pensar que nuestra polic¨ªa tiene tiempo para visitar una sala de arte. Es una pena que no dedique sus horas de asueto a perseguir a pederastas en Internet o en la calle, en lugar de arrancar de las paredes fotos inocentes que suscitan toda clase de emociones, como cualquier expresi¨®n art¨ªstica', dec¨ªa el editorial dedicado el s¨¢bado a la pol¨¦mica por The Guardian.
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