Para¨ªso y Orenga comprar¨¢n la sede social del C¨¢ceres, su actual equipo
El C¨¢ceres, agobiado por las deudas que amenazan, incluso, con su desaparici¨®n del equipo, toma un poco de aire gracias a la actitud de dos de sus jugadores m¨¢s importantes: Jos¨¦ Antonio Para¨ªso y Juan Antonio Orenga quienes, a trav¨¦s de una empresa madrile?a, est¨¢n a punto de cerrar la operaci¨®n de compra de la sede social del C¨¢ceres por un importe de 52 millones de pesetas. En el club se guarda un silencio total sobre los posibles compradores aunque se admite que la operaci¨®n est¨¢ a punto de cerrarse.
Curiosamente, Para¨ªso y Orenga son los ¨²nicos jugadores de la plantilla que tendr¨ªan garantizada la continuidad en el equipo si ¨¦ste sigue en la ACB. Para¨ªso tiene contrato en vigor por las pr¨®ximas tres temporada y Orenga, por uno m¨¢s. Para¨ªso, m¨¢ximo encestador nacional de la ACB en la presente temporada, es toda una instituci¨®n entre los aficionados.
La sede social est¨¢ situada en los bajos de un edificio ubicado en pleno coraz¨®n de la ciudad moderna cacere?a. Su venta aliviar¨¢ las penurias de una entidad que desde hace tres temporadas se encuentra sin patrocinador y sin presidente desde hace unos meses, tras la dimisi¨®n de Valent¨ªn Pinilla.
La deuda se eleva a unos 250 mllones de pesetas. De ellos, 160 corresponden a la Agencia Tributaria y el resto a acreedores. Hacienda ha embargado los derechos de imagen que le restan por percibir al club hasta el final de temporada, algo m¨¢s de 50 millones.
Desde que el C¨¢ceres ascendi¨® en 1992 a la ACB ha sido uno de los equipos con una de las aficiones m¨¢s entusiastas, hasta el punto de que el promedio de espectadores se sit¨²a entre los m¨¢s altos de la competici¨®n. Los aficionados y las autoridades han iniciado una aut¨¦ntica cruzada para intentar salvar al club, y poco a poco van llegando ayudas que garantizar¨¢n la superviviencia: a los 52 millones que aportar¨¢n Para¨ªso y Orenga, se suman otros 10 de la multinacional francesa Lecler, que patrocinar¨¢ el equipo en tres partidos y otros diez millones de aportaciones de distintos empresarios. Hasta el momento se han pagado puntualmente las n¨®minas.
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