Sirven, el ex 'n¨²mero dos' de Elf, se rebela contra un juicio que considera 'una farsa'
El ex ministro Roland Dumas, a EL PA?S: 'Yo no s¨¦ d¨®nde va a acabar este proceso'
'Yo no s¨¦ en qu¨¦ va a acabar el proceso', coment¨® a este peri¨®dico otro de los acusados, el ex ministro de Exteriores, Roland Dumas. Lejos de abrir la caja de Pandora, Sirven eligi¨® el camino de deslegitimar todo lo actuado. Lo primero que intentaron sus abogados es que la justicia francesa se declare incompetente para juzgar los pagos que una filial suiza de Elf haya hecho a Christine Deviers-Joncour, antigua amante del ex ministro Dumas, alegando que Suiza no ha dicho una palabra sobre esos pagos. Los abogados sostuvieron que los supuestos delitos han prescrito.
Despu¨¦s de que el tribunal rechazara esas alegaciones, Sirven intervino personalmente. 'Tengo una declaraci¨®n que hacer, se?ora presidenta', dijo a la magistrada. 'Bien, pero sea breve'. 'S¨ª, se?ora: yo no quiero prestarme a una farsa, a un simulacro de juicio. Rechazo explicarme mientras las condiciones equitativas de justicia no sean garantizadas'.
Y sigui¨® con calma, a la manera de un buen ciudadano que descubre lo malo que es el mundo: 'Yo cre¨ªa sinceramente que la justicia seguir¨ªa su curso de una manera leal. Pero asisto, estupefacto, a un espect¨¢culo inquietante. Primero, las presiones de las autoridades francesas sobre las alemanas para traerme aqu¨ª ; despu¨¦s, la carrera entre los jueces encargados de mis diferentes sumarios para recoger en primicia mis declaraciones; y en fin, la celebraci¨®n de mi detenci¨®n con champ¨¢n'. Imputaci¨®n que alude al consumo de unas botellas de champ¨¢n en el edificio de los juzgados de delitos financieros, el 2 de febrero, cuando fue detenido en Manila.
Sirven anunci¨® que no dir¨¢ nada hasta que haya finalizado la instrucci¨®n del sumario por las comisiones vinculadas a una venta de seis fragatas militares francesas a Taiwan en 1991. Un argumento que tiende a incriminar al entonces ministro de Exteriores, Roland Dumas, quien habr¨ªa levantado su veto a esa operaci¨®n gracias al dinero pagado a su amante. Pero ese asunto se sigue en sumario aparte del que est¨¢ siendo juzgado en el Tribunal Correccional de Par¨ªs. 'Ya s¨¦ que ustedes no son responsables de que esa cuesti¨®n se lleve por separado, pero no pueden ignorar que, al hacerlo, me est¨¢n privando de mi derecho a defenderme', argument¨® Sirven, en medio de incesantes concili¨¢bulos entre los abogados de otros procesados.
La vista se suspendi¨® ayer dos veces. A medida que se produc¨ªan interrupciones, las m¨¢s de 400 personas que se apretujaban en una sala donde normalmente cabr¨ªan 150 se precipitaban al exterior, en busca de alg¨²n ¨¢tomo libre. Mientras las c¨¢maras segu¨ªan a Christine Deviers-Joncours en su paseo hasta un caf¨¦ cercano, Roland Dumas opt¨® por quedarse dentro de la sala.
'Todo esto es muy delicado', coment¨® Dumas a EL PAIS, pasando r¨¢pidamente al espa?ol al reparar en el acento del interlocutor. Pr¨¢cticamente s¨®lo, durante los recreos provocados ayer por las batallas de procedimiento, el ex ministro permaneci¨® en pie, junto al trozo de banquillo que eligi¨® desde el primer d¨ªa para asistir al juicio, a algunos metros del lugar ocupado habitualmente por su antigua amante. '?Las consecuencias de lo que est¨¢ pidiendo el se?or Sirven...? Francamente, no s¨¦ lo que va a pasar'.
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