Bel¨¦n Gopegui plantea el miedo en el trabajo en su nuevo libro
La escritora parte de hechos hist¨®ricos en 'Lo real', su cuarta novela
En su apuesta por narrar la realidad de la vida, Bel¨¦n Gopegui ha querido huir de idealismos y manifiesta que Lo real 'est¨¢ escrita contra el sue?o de la loter¨ªa y de los amores ideales, que parecen destinados en otros libros a redimir vidas vulgares'. En su cuarta novela, Gopegui ha partido de unos presupuestos reales, de unos personajes concretos que giran alrededor del protagonista, Edmundo G¨®mez Risco, hijo de un hombre encarcelado por corrupci¨®n durante el franquismo que 'organiza su vida para no tener que ser servil y no ser amo de nadie'. La narradora es Irene Arce, una realizadora de televisi¨®n de 56 a?os que cuenta la vida de Edmundo. Como contrapunto, un original Coro de Asalariados y Asalariadas de Renta Media Reticentes ofrece una mirada alternativa.
'?sta es una novela que huye de las may¨²sculas', insiste Bel¨¦n Gopegui, 'un libro que se bate contra el coro de los convencidos, que es el que m¨¢s suena en los medios de comunicaci¨®n y que est¨¢ compuesto de personajes a los que gustan mucho las may¨²sculas. Hablan de la Infancia, de la Democracia, de la Guerra, etc¨¦tera, siempre en may¨²sculas. Mi novela, en cambio, va a verdades concretas, que es lo que creo que debe buscar la literatura. La escrib¨ª pensando que en el fondo muchos piensan que ser bueno es ser un poco tonto y quer¨ªa rebatir esta idea'.
Continuidad
En Lo real hay muchos hechos que remiten de un modo concreto a la Espa?a de los ¨²ltimos a?os. Est¨¢ el caso Matesa, por el que es encarcelado el padre del protagonista; est¨¢ el refer¨¦ndum de la OTAN y el mundo de la televisi¨®n, por el que Edmundo G¨®mez Risco circula procurando pasar oculto. 'He querido poner la historia del padre, una historia de corrupci¨®n durante el franquismo, porque creo que hubo una cierta continuidad entre el franquismo y lo que vino despu¨¦s', afirma Gopegui. 'No creo que hubiera una ruptura'.
Para hablar de las relaciones de trabajo, que Gopegui considera que 'siempre parten de la desigualdad', la autora de La escala de los mapas no ha recurrido ni a las minas ni a las f¨¢bricas, sino que ha buscado un mundo en teor¨ªa menos sospechoso, con redactores jefe y superiores aparentemente civilizados. 'Creo que este pa¨ªs est¨¢ inm¨®vil en estos momentos', opina. 'Nadie reacciona. Un ejemplo lo tenemos en los premios literarios. Todos sabemos que un 80% est¨¢n dados de antemano, pero los escritores no lo denunciamos. ?Qu¨¦ miedo tenemos? ?A qu¨¦ viene tanto servilismo?'.
Babelia
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