La econom¨ªa en el banquillo
Las estad¨ªsticas de los juzgados de lo social ponen en entredicho la propaganda oficial sobre empleo
Las cifras arrojadas por los juzgados son uno de los mejores term¨®metros de la realidad social. Antes que los agoreros de la econom¨ªa o que los entretenidos art¨ªculos de literatura sociol¨®gica, los tribunales, con la estad¨ªstica de sus dict¨¢menes, avisan de los procesos en marcha y del inicio de los cambios profetizados. As¨ª, los n¨²meros de los juzgados de lo social de la Comunidad Valenciana reflejan que m¨¢s all¨¢ del triunfalismo de algunos las cosas del mercado laboral van revueltas. 'Nos preocupa', comentaba el otro d¨ªa Fernando de Rosa, juez decano de Valencia, 'el aumento de pleitos relacionados con temas laborales'.
Seg¨²n la memoria del decanato de los juzgados de Valencia del 2000, el a?o pasado aument¨® en un 42,4% respecto a 1999 el n¨²mero de casos en los juzgados de lo social. Un porcentaje que supuso un incremento de un 27,8% del trabajo de cada juzgado. Las reclamaciones por despido sumaron un 26,7%, un 34,9% las sanciones y un 13,4% las reclamaciones por cantidad.
En la antesala de los tribunales que deciden estas cuestiones las cosas no andan mejor. Hace unos d¨ªas el colegio de graduados sociales de Valencia aseguraba que el Servicio de Mediaci¨®n, Arbitraje y Conciliaci¨®n (SMAC) est¨¢ colapsado. Un servicio en el que trabajadores y empresarios intentan resolver sus diferencias antes de comparecer ante los tribunales. Tan colapsado que Manuel Chover, presidente de los graduados sociales, ha solicitado a la Generalitat que habilite nuevas salas para el SMAC.
Seg¨²n Jos¨¦ Lara, coordinador de los jueces de lo social de Valencia, las cifras hablan por s¨ª solas: 'No hay duda que hay una mayor conflictividad laboral'. Seg¨²n el juez, es significativo el n¨²mero de casos relacionados con sanciones a los trabajadores, que 'suelen darse', comenta Lara, 'cuando el empresario intenta evitar el despido improcedente'.
El juez apunta que tambi¨¦n 'se dan m¨¢s reclamaciones por modificaciones de las condiciones laborales', una estrategia empresarial para conseguir que el trabajador abandone su puesto de trabajo sin necesidad de echarle. Lara se?ala que se nota tambi¨¦n una 'mayor morosidad de las empresas, detectada a trav¨¦s del incremento de las reclamaciones de cantidad hechas por los trabajadores'. Y otro dato curioso: 'aumentan', asegura el juez, 'las reclamaciones de mujeres embarazadas despedidas, probablemente porque hoy conocen mejor cu¨¢les son sus derechos'.
En la lista de aumentos destacan las peticiones de invalidez por depresi¨®n generadas en el lugar de trabajo y de personal adscrito a la administraci¨®n por el cese de sus contratos temporales.
En la provincia de Castell¨®n, con dos juzgados especializados en lo social, las cosas van por los mismos derroteros. Seg¨²n datos facilitados por Adela Bard¨®n, juez de lo social, durante el a?o pasado el juzgado que dirige registr¨® 1.346 casos frente a los 898 de 1999. Hasta el pasado14 de marzo han entrado 253 casos en el juzgado de lo social, 70 m¨¢s que el a?o pasado en ese plazo.
S¨®lo la provincia de Alicante parece alejarse de la sombra de los malos indicadores, pero sin conseguirlo. Antonio Heras, juez de lo social en aquella demarcaci¨®n, comenta que 'el aumento de la conflictividad laboral es menor en Alicante, aunque en relaci¨®n con los ¨²ltimos tres a?os ha aumentado un poco'. Seg¨²n Heras, 'hemos notado un ligero incremento de las reclamaciones por cese de contratos precarios'.
As¨ª las cosas, el n¨²mero de sentencias disuelve en la bruma los cantos de sirena sobre la marcha de la econom¨ªa lanzados por la propaganda oficial o ?tal vez anuncian la llegada de tiempos peores?
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