Doro

Lo dijo el rector Ruiz en el Paraninfo: del enunciado Verdad (¨®rgano provincial del PCE) a la proposici¨®n Cal Dir (semanario del PCPV) hubo todo un cambio de cultura pol¨ªtica. Tampoco fue casualidad que se bautizara Trellat aquel papel de reflexi¨®n impulsado por Doro Balaguer, que ha recibido la Medalla de Oro de la Universidad 'por su compromiso con la democracia, la libertad y la defensa de los derechos colectivos del pueblo valenciano'.

Crescat una veritas / floreat fraternitas / patriae presperitas (que crezca la ¨²nica verdad / que florezca la fraternidad / y la prosperidad de la patria).

A esas horas, las Cortes valencianas viv¨ªan uno de sus m¨¢s bochornosos episodios: la mayor¨ªa, sobrada de votos pero falta de modales, sacaba la piel a tiras a una S¨ªndica ausente y por tanto indefensa, y negaba a otros representantes de la voluntad popular el derecho a la libre expresi¨®n.

Vivat et Republica / et qui illam regit (Viva tambi¨¦n el Estado / y quien lo dirige).

Aunque s¨®lo tiene 70 jovenc¨ªsimos a?os, me temo que nunca sabremos si Doro habr¨ªa llegado a ser un pintor con genio. La militancia bajo una obligatoria y bastante f¨¦rrea clandestinidad, y la polic¨ªa franquista, se cruzaron en ese camino por cuyo abandono jam¨¢s se le ha o¨ªdo ni el m¨¢s imperceptible lamento. Debe haber pocas personas tan serenas y con tan sincero talante conciliador como ¨¦l, por eso nos gust¨® tanto que la otra ma?ana se soltara la melena c¨ªvica lamentando la renuncia a la sociedad de la dignidad con que so?¨¢bamos, el abandono de los principios... que la Transici¨®n se haya convertido 'en una ocasi¨®n perdida, un fracaso'.

A esas horas, el Tribunal Superior de Justicia ya hab¨ªa declarado nulo de pleno derecho el veto del Consell al art¨ªculo de los estatutos de la Universidad de Valencia que permite examinar de valenciano a los profesores. El Gobierno valenciano recurrir¨¢.

Vivat nostra societas! / Vivant studiosi! (?Viva nuestra sociedad!, ?Vivan los que estudian!)

Pero lo mejor de todo fue que Doro hablara en un acto solemne, y que protagonistas de aquella Transici¨®n y directores generales de ahora tuvieran que escucharle sin pesta?ear. Y hasta aplaudirle al final.

Alma Mater floreat. Gaudeamus.