Chirac y Jospin preparan ya la batalla presidencial
La izquierda se presenta unida a las urnas hoy en Par¨ªs frente a una derecha fragmentada
La segunda vuelta de las elecciones municipales se presenta hoy muy incierta en numerosas ciudades de Francia. El envite resulta crucial para el primer ministro socialista, Lionel Jospin, quien se juega el futuro de esa alianza constituida por socialistas, comunistas, ecologistas y republicanos de izquierda, que Francia viene experimentando como mayor¨ªa parlamentaria desde 1997. Pero tambi¨¦n lo es para el presidente de la Rep¨²blica, Jacques Chirac, necesitado de apoyos si quiere competir en las elecciones presidenciales de 2002. En total est¨¢n en juego medio mill¨®n de concejales, que constituyen la base del sistema pol¨ªtico en un pa¨ªs con muy d¨¦bil estructura regional.
Todos los focos iluminan Par¨ªs, cuyos habitantes contemplan la gran crecida del Sena tanto como el sprint de los candidatos por el control de la capital. S¨®lo una victoria en Par¨ªs compensar¨ªa a la izquierda de otras probables derrotas. En Ly¨®n hay un pacto mayoritario que favorece a la derecha, mientras los socialistas conf¨ªan en salir triunfantes en Toulouse gracias al apoyo del movimiento alternativo Motiv¨¦-e-s. Izquierda y derecha tambi¨¦n est¨¢n codo a codo en Estrasburgo, Saint Etienne, Nimes, Blois, Chartes, Tarbes y otras ciudades de tama?o medio.
Los 'verdes', segunda fuerza
Tras el 31,31% de los votos obtenido el pasado domingo -apenas un punto m¨¢s que en las municipales de 1995-, las listas del candidato socialista a alcalde de Par¨ªs, Bertrand Delano?, se presentan hoy fusionadas con las de los verdes (12,35% en la primera vuelta). El partido ecologista est¨¢ llenando el espacio de segunda fuerza de la izquierda, ocupado hasta ahora por los comunistas, que se debilitan en todo el pa¨ªs. 'No vamos a hacer la pol¨ªtica que ellos quieran (los comunistas) ahora que est¨¢n bajando electoralmente', advierte el ministro de Econom¨ªa, Laurent Fabius, quien aguarda el fin de las elecciones para dar un pu?etazo sobre el exceso de gasto p¨²blico.
Jospin tambi¨¦n tiene que extraer lecciones acerca de la modernizaci¨®n pol¨ªtica que hab¨ªa proclamado. A despecho de su voluntad de 'no acumular cargos', muchos ministros han utilizado las carteras como palanca para las campa?as municipales. Y si Fabius consigui¨® una c¨®moda reelecci¨®n en la peque?a localidad de Grand-Quevilly (regi¨®n parisiense), encabezando as¨ª el pelot¨®n de ministros elegidos en primera vuelta (nueve en total), otros 13 miembros del Gobierno lo intentan hoy de nuevo, tres de ellos en escorzo complicado.
S¨®lo un milagro puede salvar a Elisabeth Guigou, ministra de Empleo y Solidaridad, quien se qued¨® en Avi?¨®n a 18 puntos de la alcaldesa neogaullista saliente, el domingo pasado, arruinando sus posibilidades de haber sido alg¨²n d¨ªa primera ministra con un Jospin encaramado a la presidencia. Tampoco son favoritos Jack Lang, titular de Educaci¨®n, y Pierre Moscovici, ministro de Asuntos Europeos, que concurren en Blois y Montb¨¦liard, respectivamente. La ministra ecologista Dominique Voynet, aplastada desde la primera vuelta en Dole, es la oveja negra de los verdes, y Jean-Claude Gayssot, uno de los ministros comunistas, qued¨® en fuera de juego desde la primera vuelta en B¨¦ziers.
Las heridas con que ha vuelto a Matignon una parte de la tropa gubernamental se suman a las dificultades para conquistar Ly¨®n. En esta ciudad, la tercera de Francia, pero en realidad la capital de la segunda regi¨®n econ¨®mica del pa¨ªs, se han desarrollado una serie de maniobras que despejan el camino de Chirac hacia su reelecci¨®n como presidente.
Ly¨®n ha sido el feudo del partido centrista UDF, y en concreto del sector proclive al presidente del mismo, Fran?ois Bayrou, quien aspira a participar en las elecciones por la presidencia de la Rep¨²blica. Pero este plan se ha torcido porque su candidato en Ly¨®n ha renunciado a presentarse hoy, abrumado por un resultado mediocre en la primera vuelta. Le ha sustituido un neogaullista que, para asegurar la elecci¨®n, ha pactado con la lista disidente del democristiano Charles Millon, marginado de la derecha oficial por haberse aliado con la extrema derecha en una elecci¨®n anterior. El aspirante socialista, G¨¦rard Collomb, llama a un 'frente republicano' contra 'el blanqueo de la extrema derecha'.
La misma operaci¨®n se ha intentado en Par¨ªs. Pero si 'el tercer hombre' de Ly¨®n s¨®lo es sospechoso de ultraderechismo, el tercero en discordia de Par¨ªs es el alcalde saliente, Jean Tiberi, expulsado del partido neogaullista como implicado en un amplio sistema de irregularidades. Era demasiado pedir al candidato oficial del neogaullismo, Philippe S¨¦guin, que pactara con el apestado y Chirac no lo ha hecho: 'Doy testimonio de que el presidente no interviene en estas elecciones, porque ni siquiera me ha telefoneado', confiesa S¨¦guin.
Si los votos de centro-derecha y ultraderecha se concentraran en una sola candidatura, todo eso sumar¨ªa el 50% de los sufragios de la capital. De ah¨ª la insistencia de S¨¦guin para que Tiberi retirase sus listas en seis de los distritos de Par¨ªs. Pero el alcalde saliente no le ha hecho caso y esto proporciona el hueco por el que puede colocarse la izquierda. En todo caso, el sistema electoral no es proporcional: en cada uno de los 20 barrios de Par¨ªs se asigna el 50% de los concejales a la lista m¨¢s votada y el resto se reparte entre todas las listas. Por eso podr¨ªa darse el caso de que la opci¨®n ganadora en votos no lo fuera en n¨²mero de concejales.
Poner el cazo
S¨¦guin es un hombre aislado dentro de su propia formaci¨®n pol¨ªtica, hasta el punto de que prefiere perder antes que aliarse con un presunto corrupto. Al final de la campa?a ha expresado su amargura, por el escaso efecto electoral que tienen los esc¨¢ndalos pol¨ªtico-judiciales. As¨ª, en plena entrevista period¨ªstica, sac¨® un cazo de la mesa de su despacho y se lo mostr¨® al periodista mientras hablaba, sin nombrarle, de Jean Tiberi, cuyas implicaciones en varios sumarios judiciales no le han impedido aplastar a sus competidores en el quinto distrito de Par¨ªs.
S¨¦guin se preguntaba si 'poner el cazo' no dar¨¢ una prima al que lo hace. Para asombro de muchos, alcaldes condenados en su momento por los tribunales est¨¢n a punto de regresar a sus despachos: as¨ª ocurre con el socialista Jack Mellich, favorito en B¨¦thune, o con Patrick Balkany en Levallois.
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