'La ley de uniones de hecho cuestiona el supuesto talante liberal de Aznar y del PP'
P. ?Hay homofobia en la sociedad? R. Las agresiones son la expresi¨®n m¨¢s cruda de una homofobia m¨¢s light que, por ejemplo, puede verse estos d¨ªas en las Fallas
Ximo C¨¢diz es el coordinador general del Col¡¤lectiu Lambda, una organizaci¨®n que trabaja por la igualdad social y jur¨ªdica de las personas homosexuales. Tiene 28 a?os, es licenciado en Historia Contempor¨¢nea y trabaja en el Ayuntamiento de Mislata (Valencia) como informador juvenil. Desde 1994 pertenece a este colectivo que ha jugado un papel fundamental, aunque muy cr¨ªtico, en el impulso de la ley por la que se regulan las uniones de hecho, que ser¨¢ aprobada en el pr¨®ximo pleno de las Cortes valencianas.
Pregunta. ?La condici¨®n homosexual exige formas organizativas de defensa?
Respuesta. He estado vinculado a asociaciones estudiantiles, juveniles, de tipo pol¨ªtico y, m¨¢s tarde a Lambda, al ser consciente de la discriminaci¨®n que padecemos en el colectivo de gays de mi ciudad. Es importante que aquellos que tenemos problemas comunes unamos nuestro esfuerzo para buscar soluciones, en este caso conseguir el respeto que merecemos como personas.
P. Ustedes acaban de presentar una denuncia contra unos guardias jurado de Renfe por agresiones, ?hay homofobia en la sociedad?
R. Desgraciadamente, s¨ª. Las agresiones son la expresi¨®n m¨¢s cruda de la homofobia y, a la vez, el resultado de otro tipo de homofobia m¨¢s ligth pero no menos grave: la que ejercen las leyes que a¨²n hoy nos niegan la igualdad que consagra el art¨ªculo 14 de la Constituci¨®n, la educaci¨®n sexual deficiente o reaccionaria que no contribuye a presentar con normalidad la homosexualidad, o, por ejemplo en estas fechas, las canciones insultantes que alegremente corean las comisiones falleras. Todo ello contribuye a crear el caldo de cultivo, la coartada que sirve a los que agreden f¨ªsicamente.
P. ?Una ley de uniones de hecho no es una contradicci¨®n en sus propios t¨¦rminos? Si las uniones est¨¢n reguladas por la ley y se les reconocen determinados derechos, ya no son s¨®lo de hecho.
R. Pedimos al Gobierno estatal el derecho a casarnos. Mientras tanto, lo m¨¢ximo que puede ofrecer la Generalitat valenciana es una limitada ley de parejas de hecho. Esta ley trata de ofrecer garant¨ªas legales en el escaso ¨¢mbito competencial auton¨®mico. A¨²n as¨ª tiene sombras. El PP reconoce por primera vez que las uniones de hecho son uniones afectivas, pero la ley se queda corta porque no acaba de reconocernos como familia y mantiene cierta ambig¨¹edad a la hora de equiparar los derechos de los miembros de la uni¨®n a los de los c¨®nyuges. En cualquier caso, esta ley deja en evidencia a Aznar; ?por qu¨¦ aqu¨ª se reconocen algunos derechos a gays y lesbianas pero para otros asuntos se nos sigue negando la igualdad?
P. Cont¨¦stese usted mismo...
R. Voy a intentarlo. Con esta ley aparece una contradicci¨®n que el partido que gobierna aqu¨ª y en Madrid debe resolver. Reconocer la igualdad a gays y lesbianas es un acto de justicia, que la mayor¨ªa de pa¨ªses de Europa est¨¢ asumiendo. El gesto legal y social que con esta ley hacen Eduardo Zaplana y Rafael Blasco les pone un paso por delante del discurso social del PP. No obstante, hay que ser rigurosos: la ley valenciana de uniones de hecho ha provocado un debate social, una pol¨¦mica con los sectores duros de la Iglesia cat¨®lica que est¨¢ por encima del contenido real de la ley. A¨²n as¨ª, su mera existencia pone en entredicho el supuesto talante liberal de Aznar y del PP.
P. ?Y por qu¨¦ Zaplana se ha atrevido a ir por delante de su partido en este tema?
R. Zaplana no es el ¨²nico dirigente del PP que ha lanzado esta iniciativa, aunque s¨ª el primero. Ruiz Gallard¨®n ha hecho lo mismo en Madrid. Tampoco es casual que la ley salga de la consejer¨ªa que dirige Rafael Blasco, persona que ha estado vinculada a la izquierda. Nuestras reivindicaciones marcan la diferencia entre las posiciones liberales o progresistas y las conservadoras.
P. En ocasiones se habla de la existencia de mafias rosas entre determinados colectivos de profesionales ?ustedes han reflexionado sobre la percepci¨®n social de ese fen¨®meno?
R. Cuando nos agreden, cuando se nos niega la igualdad ante la ley, cuando muchos y muchas han de reprimir su orientaci¨®n sexual para evitar el rechazo en el trabajo, en sus familias... me causa cierta perplejidad o¨ªr hablar de la 'amenaza' de la mafia rosa. Es lo mismo que hablar de guetos en referencia a los barrios gays. Un gueto es un espacio del cual no se puede salir y si alguna caracter¨ªstica tienen los barrios gays es su permeabilidad. Son espacios de libertad donde todos y todas sabemos que podemos expresar tranquilamente nuestra afectividad. Lambda plantea el reto a los gobiernos y a la sociedad de que se nos reconozca nuestro derecho a ser diferentes. Lo queremos conseguir en todos los ¨¢mbitos y vamos a conseguirlo.
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