De emigrante a futuro empresario
La C¨¢mara de Comercio imparte cursos a espa?oles que quieren crear su propia empresa tras varios a?os en el extranjero
'En diez a?os ha cambiado todo. Es una vuelta a empezar'. La frase brota de los labios de Rosa Ortiz de Z¨¢rate, una bilba¨ªna de nacimiento educada en Madrid que, despu¨¦s de una d¨¦cada de ausencia, ha decidido volver a Espa?a y quedarse para siempre. Pero volver a empezar no resulta f¨¢cil. Y ella lo sabe.
Rosa pertenece a un grupo de 22 espa?oles que participan en unos talleres de formaci¨®n dise?ados por la C¨¢mara de Comercio para emigrantes retornados que quieren ser empresarios. Se trata, en palabras de Francisco Espasand¨ªn, responsable del proyecto, de facilitar el retorno a estos ciudadanos que, por una raz¨®n u otra, no encuentran una f¨¢cil adaptaci¨®n al mercado laboral espa?ol.
'?Uff, los problemas que uno tiene para conseguir trabajo aqu¨ª!', dice Mariluz
Para ello, el programa ofrece una serie de sesiones conjuntas e individualizadas en las que los alumnos reciben clases de marketing, finanzas, fiscalidad, plan estrat¨¦gico e inform¨¢tica, entre otros. Adem¨¢s, proporciona asesor¨ªa jur¨ªdica y laboral y ayudas para la financiaci¨®n econ¨®mica.
Entre los participantes hay algunos que se fueron a probar suerte por una necesidad irremediable de aventura; otros, por razones de trabajo, y algunos, sin haber nacido aqu¨ª, llevan sangre espa?ola en sus venas, aunque jam¨¢s han vivido en estas tierras. Ahora est¨¢n aqu¨ª y quieren quedarse.
Rosa se fue a Nueva York a hacer un m¨¢ster en alimentaci¨®n, nutrici¨®n y diet¨¦tica. Fue s¨®lo a estudiar, pero encontr¨® un trabajo y quiso quedarse. A Espa?a volvi¨® en marzo de 1999. Regres¨®, entre otras cosas, porque su visado de trabajo caduc¨® y porque, en el fondo, ten¨ªa ganas de volver. 'Podr¨ªa haberme quedado y solicitar el permiso de residencia, pero es el cuento de nunca acabar. Puedes tardar hasta cinco a?os en conseguirlo', explica esta mujer. La vida no ha sido f¨¢cil para Rosa en estos dos ¨²ltimos a?os. 'No he encontrado trabajo. He mandado muchos curr¨ªculos, pero mi perfil no encaja. He hecho algunas cosas, pero no muy bien remuneradas', cuenta.
A Mariluz Achaval le ocurre algo parecido. Ella no naci¨® en Espa?a, pero su padre s¨ª. ?l sali¨® del pa¨ªs hace m¨¢s de cuarenta a?os y su trabajo lo llev¨® a vivir en Per¨² y en Venezuela. Mariluz naci¨® en Lima y vivi¨® all¨ª hasta los 17 a?os. Despu¨¦s, la familia se traslad¨® a Venezuela, donde ha permanecido los ¨²ltimos 25 a?os.
Ahora, la familia entera ha decidido volver. Han regresado porque F¨¦lix Achaval, el padre, ya est¨¢ jubilado, y porque, en realidad, la situaci¨®n en Venezuela 'ya se hac¨ªa invivible'.
'?Uff, los problemas que uno tiene para conseguir trabajo aqu¨ª!', dice Mariluz con su impecable acento venezolano. Pero no parece agobiada: 'La verdad es que aqu¨ª estamos muy contentos, la tranquilidad lo compensa todo. Ya no tenemos que andar por las calles pensando qui¨¦n camina a nuestro lado y si nos van a atracar o no', a?ade.
En Venezuela, Mariluz trabaj¨® como tesorera en varias compa?¨ªas multinacionales y en bancos. Es triling¨¹e y su experiencia puede llenar hojas y hojas de curr¨ªculos. Pero, aun as¨ª, el mercado laboral espa?ol se presenta para ella como un gran muro impenetrable. '?Sabes cu¨¢l es mi problema? Que soy mujer y tengo 42 a?os', asegura. Desde que lleg¨® a Madrid, en junio del pasado a?o, Mariluz no ha hecho otra cosa que enviar solicitudes de trabajo. Pero la respuesta nunca llega. Su esposo, que ha trabajado en multinacionales de primera l¨ªnea, y su hermana Asunci¨®n se encuentran en la misma situaci¨®n.
Con los talleres de la C¨¢mara de Comercio, Rosa y Mariluz piensan dar un giro radical a sus vidas. Hartas de esperar un trabajo que no llega, han decidido montar sus propias empresas.
Rosa abrir¨¢ el pr¨®ximo mes su consulta de asesoramiento en nutrici¨®n, alimentaci¨®n y diet¨¦tica, para lo que ha invertido ya aproximadamente un mill¨®n de pesetas y Mariluz est¨¢ a la espera de conseguir un buen local para abrir una especie de 'pasteler¨ªa casera', en la que tambi¨¦n estar¨¢n involucrados su padres, su esposo y su hermana.
El ¨²nico obst¨¢culo de los futuros empresarios es, como siempre, el econ¨®mico: 'Para que mi negocio arranque, lo que necesito ahora es financiaci¨®n. Y que mis ahorros aguanten', dice Mariluz. Y a?ade: 'Pero pedir un cr¨¦dito teniendo la referencia de la C¨¢mara es m¨¢s f¨¢cil. Adem¨¢s, yo soy optimista, optimista por ley de vida'.
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