La 'Mir', lista para su destrucci¨®n
Jap¨®n, Fiji, Nueva Zelanda, Australia y Chile adoptan medidas ante la ca¨ªda de la estaci¨®n rusa en el Pac¨ªfico
Desde Jap¨®n a Fiji, desde Nueva Zelanda a Chile, una preocupaci¨®n rayana con la alarma se extiende por los pa¨ªses del Pac¨ªfico amenazados, siquiera m¨ªnimamente, por el ¨²ltimo vuelo de la estaci¨®n orbital Mir, cuya muerte programada est¨¢ fijada por la agencia espacial rusa para las 7.30 de ma?ana, hora peninsular espa?ola. La nave alcanz¨® ayer, con un d¨ªa de adelanto, su ¨®rbita cr¨ªtica con un apogeo de 220 kil¨®metros de altitud, considerada ¨®ptima para la maniobra de descenso.
Si la realidad se ajusta a los c¨¢lculos, la mayor parte de la Mir se desintegrar¨¢ a su paso por las capas densas de la atm¨®sfera, pero buena parte de ella (hasta 40 de sus 135 toneladas) sobrevivir¨¢ a esa prueba y, convertida en una lluvia de hasta 1.500 fragmentos s¨®lidos, se precipitar¨¢ al oc¨¦ano Pac¨ªfico, entre las costas de Nueva Zelanda y las de Chile. Ayer, para alejar el peligro de algunas islas francesas, se alteraron ligeramente las coordenadas. El centro de la ca¨ªda se sit¨²a ahora en los 44,2 grados de latitud sur y los 150,4 grados de longitud oeste. Los fragmentos deben caer en un ¨¢rea de 100 kil¨®metros de ancho y 6.000 de largo.
Los paneles solares de la Mir se reorientar¨¢n hacia el Sol para garantizar el suministro de energ¨ªa a la acoplada nave de carga Progress cuyos motores garantizar¨¢n la maniobra de frenado. En la madrugada de ma?ana, a la 1.33, est¨¢ previsto que se produzca el primer frenazo, y el segundo a las 3.02. El tercero y definitivo llegar¨¢ a las 6.00, cuando la nave se encuentre sobre territorio africano.
En su ¨²ltima ¨®rbita, la nave pasar¨¢ por Rusia y Jap¨®n, aunque las posibilidades de que alg¨²n fragmento caiga sobre estos pa¨ªses parecen remotas. Menos seguridad se puede abrigar para el caso de Nueva Zelanda, Australia, los min¨²sculos pa¨ªses del Pac¨ªfico sur e incluso las zonas meridionales de Chile y de Argentina y la isla chilena de Pascua.
'Si los impulsos de frenado resultaran insuficientes, la estaci¨®n volar¨ªa m¨¢s de lo previsto', lo que podr¨ªa afectar a los dos ¨²ltimos pa¨ªses citados. ?sa es la opini¨®n de Nikol¨¢i Anf¨ªmov, director del Instituto Central de Investigaci¨®n de Ingenier¨ªa Cient¨ªfica.
La nave pas¨® ya ayer en varias ocasiones por la zona del Pac¨ªfico sur en la que se espera se dispersen los fragmentos de la estaci¨®n orbital que, en alg¨²n caso, podr¨ªan alcanzar en teor¨ªa el tama?o de un autom¨®vil y ser capaces de romper una barrera de hormig¨®n de dos metros de espesor.
La marina chilena est¨¢ realizando un seguimiento de la estaci¨®n espacial 'permanente' y en coordinaci¨®n con las armadas de Australia y Nueva Zelanda.
Las autoridades de Australia han montado un dispositivo de emergencia. En Nueva Zelanda, los responsables de la seguridad mar¨ªtima anunciaron ayer que estaban intentando contactar con una flota de barcos de EE UU que se encuentran pescando en el ¨¢rea donde caer¨¢ la Mir, seg¨²n los nuevos c¨¢lculos rusos que sit¨²an su localizaci¨®n mucho m¨¢s cerca de sus costas tros al este de la isla de Stewart de lo que se hab¨ªa previsto anteriormente. 'Hemos estado emitiendo alertas de navegaci¨®n y me sorprender¨ªa de que queden barcos en la zona sin haberse enterado del descenso de la Mir', dijo ayer un portavoz en Wellington.
Las autoridades de Fiji han pedido a los 800.000 habitantes del pa¨ªs que no salgan a la calle en las horas clave. Lo mismo han hecho las de Jap¨®n. El embajador de Chile en Mosc¨², Pablo Cabrera, no asistir¨¢ ma?ana al Centro de Control de Vuelos, desde donde se seguir¨¢ la muerte de la Mir, en se?al de protesta por el vertido de basura espacial en el Pac¨ªfico.
Desde Fiji, un grupo de astronautas y cient¨ªficos rusos, y turistas que pagar¨¢n una fortuna por presenciar un espect¨¢culo ¨²nico volar¨¢n hasta unos 100 kil¨®metros de la zona de contacto de los fragmentos con el agua. Una filmaci¨®n de los minutos finales de la Mir se podr¨¢ contemplar probablemente horas despu¨¦s en la p¨¢gina de Internet www.mirreentry.com.
En una Rusia castigada por a?os de crisis econ¨®mica y malgobierno, la muerte programada de la Mir (que triplica ya con creces su prevista vida ¨²til) es recibida con una mezcla de indiferencia, fatalismo e indignaci¨®n. ?ste ¨²ltimo sentimiento es el que embarga al partido comunista, que ve, y con raz¨®n, c¨®mo se sella el fin de una era en la que Rusia era una superpotencia. El diario Sovi¨¦tskaya Ross¨ªa califica la decisi¨®n de dejar caer la Mir como 'un error colosal del equipo del presidente Vlad¨ªmir Putin (...) que arruinar¨¢ su reputaci¨®n'.
El comunista moderado Guennadi Selezniov, presidente de la Duma, propuso el martes en una carta al l¨ªder del Kremlin construir una nueva estaci¨®n orbital, la Mir-2, tomando como base el m¨®dulo de reserva gemelo del Zari¨¢ (Amanecer), hoy desplegado en la IIS.
Sergu¨¦i Zhiltsov, portavoz del complejo espacial y de fabricaci¨®n de cohetes Jr¨²nichev, le respondi¨® ayer que, en teor¨ªa, tal haza?a es posible, pero que, habida cuenta del tiempo y el dinero necesario para ello, se trata poco menos que de una fantas¨ªa.
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