Arcadi Espada re¨²ne en un libro sus art¨ªculos sobre peque?os placeres

'En el fondo, ¨¦ste es un libro franc¨¦s', coment¨® Llu¨ªs Bassets, director adjunto de EL PA?S, en la presentaci¨®n de Un instante de felicidad, del periodista Arcadi Espada. Bassets sab¨ªa lo que se dec¨ªa, ya que la mayor¨ªa de los 39 textos reunidos en el libro editado ahora por Lumen fueron publicados en la edici¨®n catalana de EL PA?S en el verano de 1998. Por si hab¨ªa alguna duda, sin embargo, el mismo Arcadi Espada se encarg¨® de corroborarlo. '?ste es un libro fruto de ciertas satisfacciones que me he querido dar', dijo, 'y una de ellas es la de ser franc¨¦s'.

El auditorio de la FNAC de Barcelona, donde ayer por la tarde se present¨® el libro, registr¨® un lleno poco habitual; y un lleno de calidad por otra parte, ya que entre el p¨²blico pod¨ªa verse a los escritores Pere Gimferrer, Eduardo Mendoza, Nuria Amat y Cristina Peri Rossi, entre otros. En la mesa, junto a Espada, estaban la hasta hace poco directora de Lumen, Esther Tusquets, Llu¨ªs Bassets y Joana Bonet, directora de la revista Marie Claire. Faltaba Perico Pastor, autor de las ilustraciones que acompa?an a los textos.

Esther Tusquets explic¨® que la idea de reunir en un libro los textos de Arcadi Espada surgi¨® de su hija Milena, en pleno verano en Cadaqu¨¦s. Y, dirigi¨¦ndose a Espada, a?adi¨®: 'T¨² escribes muy bien, pero eres un poco raro, at¨ªpico. Por otra parte, el pr¨®logo de Iv¨¢n Tubau, que es excelente, en vez de esclarecer el texto, lo complica un poco m¨¢s. En resumen, que somos tres falsos antip¨¢ticos. La gente nos considera antip¨¢ticos y raros, cuando en realidad somos encantadores'.

Llu¨ªs Bassets cont¨® c¨®mo surgi¨® la idea de publicar en el peri¨®dico los textos de Un instante de felicidad y destac¨® que 'no se trata de recomendaciones tur¨ªsticas, sino de instrumentos de destrucci¨®n de t¨®picos y estereotipos'. 'Los diarios son, demasiado a menudo, una f¨¢brica de t¨®picos', a?adi¨®.

Los instantes de felicidad reunidos por Arcadi Espada van desde el placer de comer chocolate con sal, hasta conducir un Saab, leer a Joubert, ver amanecer en el delta del Ebro o comer un cruas¨¢n.