Bull se divide en dos para recuperar la rentabilidad La multinacional francesa de tecnolog¨ªa segrega sus actividades de servicios e infraestructuras y recorta un 10% de su plantilla
Bull se desintegra. La multinacional francesa de ordenadores por excelencia ha decidido, despu¨¦s de 68 a?os de historia, dividir la compa?¨ªa en dos para recuperar sus cifras de ventas y beneficios, que caen desde hace dos a?os, y adaptar su modelo de negocio a la nueva era de los servicios para y por Internet. La compa?¨ªa ha segregado sus dos l¨ªneas b¨¢sicas de ingresos: la cl¨¢sica, la venta de ordenadores, quedar¨¢ bajo el paraguas de Bull Infraestructura y Sistemas, y la moderna y de mayor crecimiento, los servicios, ser¨¢ parte de una nueva empresa llamada Integris. La idea es 'darle autonom¨ªa a estos dos negocios, porque los procesos, el perfil de los empleados, la cultura y los clientes son muy distintos', explica Cyrille du Peloux, presidente de Integris. Ambas compa?¨ªas siguen siendo propiedad al 100% de la matriz.
Bull se desengraba. Las ventas cayeron un 2,3% en 2000 respecto a 1999, y tuvo unas p¨¦rdidas netas de 243 millones de euros (unos 40.400 millones de pesetas). Adem¨¢s, su negocio de servicios estaba creciendo m¨¢s r¨¢pidamente que el de la venta de sistemas e infraestructuras, y en 2000 la venta de soluciones ya era su principal negocio (1.711 millones de euros frente a los 1.077 de los sistemas). Por eso, la compa?¨ªa decidi¨® seguir el camino de IBM -que cre¨® IBM Global Services-, y segregar su actividad m¨¢s din¨¢mica, los servicios, en una compa?¨ªa independiente.
Recorte de plantilla
Integris ha aprovechado para reestructurar su plantilla, recort¨¢ndola en un 10%, unos 1.000 trabajadores de 10.000. El recorte afecta a Francia, Alemania y Reino Unido. 'Nuestra intenci¨®n es seguir contratando gente', dice el presidente de Integris, aunque preferiblemente m¨¢s joven que la que hab¨ªa. 'Es m¨¢s un refresco que una reducci¨®n', a?ade.
Y es que no es lo mismo vender m¨¢quinas que cerebros, insisten en Bull. Desde el punto de vista de la plantilla, por ejemplo, la compa?¨ªa de productos tiene mayores costes indirectos y una organizaci¨®n muy centralizada, 'pero en los servicios hay que poner el ¨¦nfasis en tu negocio local, porque las operaciones se realizan sobre el terreno, con los clientes', dice el presidente de Integris.
La necesidad de reducir costes y los distintos tempos de los negocios de la tecnolog¨ªa y los servicios son la razones b¨¢sicas del divorcio, pero no las ¨²nicas. En el mundo de los negocios, y m¨¢s a¨²n en un submundo tan inestable como el tecnol¨®gico, las relaciones espor¨¢dicas son mucho m¨¢s comunes, y suelen ser m¨¢s efectivas, que los matrimonios para toda la vida. 'En ciertos negocios', explica Du Peloux, 'necesit¨¢bamos asociarnos con otras compa?¨ªas y, si queremos crecer en los servicios, debemos tener la posibilidad de realizar esas asociaciones, e incluso joint-venture'.
Queda la duda de si la segregaci¨®n es una ventaja para los clientes. La mayor parte de las empresas necesitan equipos, programas y servicios de consultor¨ªa, es decir, soluciones completas, y Bull ahora est¨¢ dividida en dos. 'Para el cliente, lo importante es la calidad de servicio, y nuestra relaci¨®n con ¨¦l no cambiar¨¢', explica Du Peloux. Bull Infraestructura y Sistemas e Integris mantendr¨¢n cierta relaci¨®n especial, de socios preferentes, no exenta posiblemente de problemas si Integris decide recomendar a un cliente que adquiera equipos de un competidor de Bull. 'S¨ª, podemos elegir sistemas de otras empresas, pero eso ya ha ocurrido en el pasado, y nuestro inter¨¦s est¨¢ en las necesidades del cliente', insiste Du Peloux. 'A veces es m¨¢s sencillo', concluye, 'mantener relaciones cuando hay contratos por medio'.
En el divorcio, Integris se lleva la parte del le¨®n, es decir, la mayor parte de los empleados y los ingresos, pero pierde un nombre con mucha historia. Para la compa?¨ªa, este te¨®rico problema se convierte en ventaja en determinados pa¨ªses como Francia, donde Bull est¨¢ ligada, en buena parte, con su pasado estatal. 'Somos claramente una compa?¨ªa Bull, y no lo ocultamos', dice Du Peloux. 'Pero el nombre de Integris es una forma de empezar de nuevo en las mentes de clientes y empleados'.
Los objetivos de Integris y Bull Infraestructura y Sistemas, en su primer a?o separados, son recuperar el crecimiento en los ingresos y cerrar 2001 con beneficios.
Crecimiento en Espa?a
'Iberia es distinto'. Cyrille du Peloux insiste en que los problemas financieros y la reestructuraci¨®n de plantilla de Bull no afecta a la filial espa?ola de la multinacional. Bull Espa?a lleva creciendo tres a?os en ventas y empleo, desde 1998, y la compa?¨ªa ya realiza el 70% de sus ventas en servicios, es decir, en la parte del negocio que ahora queda bajo la marca de Integris. En Espa?a, Bull Infraestructura y Sistemas estar¨¢ dirigida por Pablo Gal¨ªndez, mientras que Mariano Gonz¨¢lez, actual director general de Bull, dirigir¨¢ Integris, y trabajar¨¢ tambi¨¦n como presidente de las dos entidades. A pesar de que el negocio espa?ol va bien, Gonz¨¢lez reconoce que a Integris le queda el reto de captar clientes entre las telecos, uno de los fuertes de Bull a nivel mundial (trabaja para France T¨¦l¨¦com o Deutsche Telekom).
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