Adi¨®s a unas fiestas pol¨¦micas
El 'Magdalena V¨ªtol' da fin en Castell¨®n a una semana festera que este a?o ha resultado peculiar
Magdalena V¨ªtol! El tradicional grito de fin de fiestas son¨® ayer en Castell¨®n, despu¨¦s de nueve d¨ªas de intensa actividad festera. La peculiaridad ha rodeado hasta el ¨²ltimo momento a esta edici¨®n de las fiestas de la Magdalena, que han sido especiales, con matices que las han diferenciado de las de a?os anteriores. Pol¨¦micas, actos at¨ªpicos y multitudinarios, alternativas, siempre junto a la tradici¨®n de las gaiates, la romer¨ªa, el preg¨®n o la ofrenda a la Mare de D¨¦u del Lled¨®, han sido algunas de las caracter¨ªsticas de la semana.
El acto del Magdalena V¨ªtol tambi¨¦n cambi¨®. Antes del desfile final de fiestas, en la plaza del Huerto Sogueros, Xarxa Teatre mont¨® un gran espect¨¢culo como culminaci¨®n de la Magdalena 2001. Una gran torre conformada por pantallas de televisi¨®n simul¨® El Fadr¨ª, el campanario de la ciudad y s¨ªmbolo de castelloner¨ªa. ?ste, desde su altura, y tras cobrar vida, record¨® los principales actos de la semana festiva. Desde una gran plataforma empinada bajaron los romeros a la plaza. Bajo sus pies pas¨® el preg¨®n y, as¨ª, uno tras otro, acab¨® dando paso a las reinas de las fiestas, Natalia Conde y Carla Pont, que bailaron el bolero de Castell¨®n como signo de agradecimiento y gratitud al Fadr¨ª por esta semana festiva.
La alegr¨ªa y la tristeza por el fin de esta semana recorrieron despu¨¦s las calles de Castell¨®n en el desfile fin de fiestas, en el que participaron las 19 gaiates, las collas, los entes vinculados, la junta de fiestas, reina y damas y dem¨¢s gente que ha participado en la fiesta. Desde el balc¨®n del Ayuntamiento, la reina encendi¨® la traca final para, una vez finalizada, dar el tradicional grito de Magdalena, al que la gente responde con el V¨ªtol!, una peculiar forma de vitorear a las fiestas y de renovar el compromiso de los castellonenses por conservar la memoria de la historia de la ciudad, las tradiciones y el esp¨ªritu participativo y alegre que caracterizan las fiestas.
Sin embargo, las fiestas de este a?o se recordar¨¢n como las de la pol¨¦mica. Las de la protesta de las comisiones de sector y su enfado con la junta de fiestas, organizadora de los actos. Las del boicot a la encesa de gaiates, uno de los actos centrales, en el que se iluminan los monumentos de luz. Las fiestas en las que se premi¨® a las gaiates que no se sumaron al boicot. Sin embargo, desde las propias comisiones y tras horas de negociaci¨®n optaron por trasladar las diferencias a un tiempo alejado de las fiestas. As¨ª, a buen seguro, las pr¨®ximas semanas ser¨¢n clave para la programaci¨®n de las fiestas de la Magdalena de 2002.
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