Una imagen nueva para Jes¨²s
La BBC recurre a la ciencia forense y la tecnolog¨ªa digital para reconstruir el posible rostro de Cristo
M¨¢s de 2.000 a?os de era cristiana no han conseguido poner de acuerdo a artistas, te¨®logos, antrop¨®logos o creyentes an¨®nimos acerca del aspecto de Cristo. Por m¨¢s que su rostro haya inspirado a artistas de todos los credos y procedencias, ¨¦ste contin¨²a siendo un enigma que pintores ilustres s¨®lo han podido evocar a base de genio o imaginaci¨®n. Dos cualidades que han cedido paso ahora, de la mano de la BBC, a un intento cient¨ªfico de dar con la cara de Jes¨²s apoy¨¢ndose en dos cosas bien dispares: un cr¨¢neo del siglo I hallado en un cementerio durante la construcci¨®n de una carretera en Jerusal¨¦n y la tecnolog¨ªa gr¨¢fica digital m¨¢s avanzada.
Al esfuerzo de la televisi¨®n p¨²blica brit¨¢nica hay que a?adir un tercer elemento, la cuidadosa tarea de reconstrucci¨®n facial efectuada por el forense Richard Neave, de la Universidad de Manchester, que ha tratado de acercarse a la cara original a base de cubrir de capas de arcilla la calavera de la persona encontrada por casualidad en el cementerio jud¨ªo excavado en Jerusal¨¦n. Utilizada por ¨¦l mismo con ¨¦xito en el pasado para identificar a la v¨ªctima calcinada de un accidente ferroviario en Londres, esta t¨¦cnica suele ayudar a la polic¨ªa a reconocer a personas muertas y desfiguradas en circunstancias violentas. De su laborioso trabajo ha surgido esta vez una nueva y sorprendente faz de un Cristo de p¨®mulos y nariz prominentes, cabello rizado y tez morena, ajena al p¨¢lido y l¨¢nguido treinta?ero de media melena casta?a parecido a la imagen del velo de La Ver¨®nica.La imagen de dicha tela, hallada en el siglo XII y guardada en el Vaticano como una reliquia hasta su destrucci¨®n en el saqueo de Roma de 1527, ha sido la fuente de inspiraci¨®n de arte sacro m¨¢s utilizada por los pintores y escultores europeos. La obtenida por el artista forense Neave es mucho m¨¢s chocante. Seg¨²n Jeremy Bowen, antiguo corresponsal de la BBC en Oriente Medio y presentador de la serie titulada El hijo de Dios para la que ha sido reconstruida su cara, ¨¦sta podr¨ªa ser la versi¨®n m¨¢s fiel a la realidad. 'Hay muchos varones parecidos a ¨¦ste en Jerusal¨¦n. Es un aut¨¦ntico jud¨ªo de la zona y todav¨ªa puedes verle hoy pasear por la ciudad repetido en multitud de rostros', ha dicho.
El cr¨¢neo utilizado para la reconstrucci¨®n fue elegido en primer lugar por el arque¨®logo Joe Zygas, miembro del grupo que inspeccion¨® el cementerio descubierto durante la construcci¨®n de la carretera en Jerusal¨¦n. Una vez comprobado que los esqueletos all¨ª incluidos eran jud¨ªos por la forma en que estaban alineadas las tumbas y los objetos esparcidos por el terreno, el equipo de expertos fech¨® la excavaci¨®n hacia el siglo I de nuestra era. A continuaci¨®n, Zygas escogi¨® el cr¨¢neo que le pareci¨® m¨¢s representativo de un vecino de la ¨¦poca. Neave y la BBC llegaron despu¨¦s. El primero reprodujo sin demasiados problemas las cejas, la nariz y la mand¨ªbula, que, seg¨²n ¨¦l, 'vienen dadas por la forma misma del cr¨¢neo'. El pelo, la barba y el color de la piel fueron a?adidos con ayuda de la BBC en funci¨®n de las caras de Cristo pintadas hacia el siglo III en frescos conservados en Siria e Irak. 'La arqueolog¨ªa y la ciencia anat¨®mica arrojan m¨¢s luz que el arte sobre el posible rostro de Cristo', en opini¨®n de Jean Claude Bragard, productor de la serie, que empezar¨¢ a emitirse el pr¨®ximo domingo y es una colaboraci¨®n de la BBC con el canal Discovery y France 3.
El programa, que ha costado dos a?os de esfuerzos, no pone en el nuevo rostro de Cristo toda su fuerza. Tambi¨¦n trata de brindar explicaciones a pasajes del Evangelio tan sobrecogedores como el hecho de que Cristo sudara sangre. 'Hay m¨¢s de un centenar de casos documentados en Estados Unidos de gente condenada a morir en la c¨¢mara de gas que llegaron empapados en un sudor ensangrentado', asegura Bragard, que no ha abordado los milagros en el programa porque son una cuesti¨®n de fe. La serie s¨ª se atreve con una de las escenas m¨¢s delicadas de la vida de Cristo: el beso de Judas. Tras una cuidadosa lectura de la versi¨®n griega de los Evangelios, el equipo televisivo llega a la conclusi¨®n de que el ap¨®stol traidor tal vez creyera recibir treinta monedas de plata a cambio de 'organizar un encuentro entre su Maestro y Pilatos y no tanto para entregarle a las autoridades'.
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