'Quiero que el Gobierno legalice a todos los inmigrantes ya'
Hace media hora que el medio centenar de inmigrantes irregulares que esta ma?ana irrumpieron en el despacho del Defensor del Pueblo han abandonado el edificio. Tras la algarada, Enrique M¨²gica parece tranquilo. Desde luego, el susto no ha alterado su apetito. Ha ordenado que le suban un bocadillo de jam¨®n, del que da buena cuenta mientras atiende a EL PA?S.
Pregunta. Los manifestantes que acaban de estar aqu¨ª gritaban: 'Ning¨²n ser humano es ilegal'. ?Est¨¢ de acuerdo?
Respuesta. Todo ser humano tiene derechos fundamentales. Pero hay que diferenciar entre ¨¦stos y los derechos legales.
P. La Ley de Extranjer¨ªa no reconoce a los irregulares los derechos de reuni¨®n y de manifestaci¨®n. Sin embargo, hoy se han manifestado y se han reunido con usted, que es alto cargo de la Administraci¨®n. Y no ha pasado nada. ?C¨®mo explica esta paradoja?
R. La legislaci¨®n internacional reconoce los derechos de reuni¨®n y de manifestaci¨®n. Yo entiendo que la Ley de Extranjer¨ªa es constitucional en tanto que permite modularlos.
P. ?Quiere decir que los sin papeles tienen los derechos de reuni¨®n y de manifestaci¨®n?
R. Tienen derechos fundamentales que pueden ser modulados por los estados. Mire usted: yo voy m¨¢s lejos. Yo quiero que sean legalizados todos. Los que tienen trabajo y los que tienen opci¨®n de trabajo. S¨®lo se trata de hacer las cosas bien.
P. Insisto: ?Seg¨²n usted nadie ha privado a los irregulares de los derechos de reuni¨®n y de manifestaci¨®n?
R. No los tienen. Es que no son derechos fundamentales, son derechos pol¨ªticos. Pero hasta el momento el Gobierno no les ha prohibido ninguna reuni¨®n ni ninguna manifestaci¨®n. El Gobierno est¨¢ actuando con gran generosidad. Habr¨¢ visto usted la ¨²ltima encuesta del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas. Seg¨²n ella, el 80% de los espa?oles quieren que los inmigrantes vengan con contrato de trabajo. Yo comparto esa opini¨®n. S¨®lo el 13% dice que entren libremente. Ese 13% de almas generosas, ?cu¨¢ntos quieren que vengan? ?Dos millones, tres millones, cinco millones? ?Qu¨¦ hacemos con ellos? ?Que vengan en condiciones! La ley es generosa. S¨®lo dice: ¨¦stas son las condiciones. Y yo he hecho varias recomendaciones para mejorarlas.
P. ?Qu¨¦ propone usted exactamente?
R. He propuesto que se regularice al mayor n¨²mero posible de personas. Sobre todo a las que tengan un trabajo o puedan tenerlo seriamente. Yo tengo una empleada de hogar que est¨¢ regularizada, pero tiene amigas que no lo est¨¢n. Y el Gobierno debe regularizarlas desde ya. Y lo va a hacer antes de seis meses. Van a regularizar a todos y a todas ya. Lo que pasa es que antes deben saber qui¨¦nes son.
P. Su afirmaci¨®n de que la Ley de Extranjer¨ªa es 'constitucional' ha provocado una tormenta pol¨ªtica.
R. Yo no he calificado la ley. Lo que he dicho es que de un mont¨®n de informes se deduce que es constitucional.
P. ?En todos esos informes que menciona no ha habido ninguna discrepancia?
R. Absolutamente ninguna.
P. Quienes s¨ª han discrepado han sido sus antiguos compa?eros socialistas.
R. El PSOE sabe perfectamente que actuo conforme a mi conciencia. Que no est¨¦n de acuerdo con mis criterios no afecta a nada.
P. Debi¨® satisfacerle el elogio que le hizo el presidente Aznar desde Estocolmo.
R. Claro que me satisfizo. Es un elogio que habr¨ªa satisfecho a cualquiera. Claro. ?Por qu¨¦ no? Yo me considero amigo del presidente Aznar. ?Es que tener ideas distintas significa no poder ser amigos? Aznar es amigo m¨ªo.
P. Usted es el Defensor del Pueblo. ?Son 'pueblo' los irregulares?
R. Naturalmente. Tienen derechos fundamentales. Otra cosa son los derechos pol¨ªticos. Entre los derechos fundamentales est¨¢ la capacidad de dirigirse a m¨ª.
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