Kiko tira del Atl¨¦tico

El Atl¨¦tico en su versi¨®n de gelatina rojiblanca, tembloroso, regresaba a su estadio tras dos jornadas de desarraigo fuera de casa en las que s¨®lo consigui¨® un punto. Venci¨®. Pero cost¨®. Mucho. Tanto, que el primer gol no llegar¨ªa hasta bien entrada la segunda mitad y lo tuvieron que meter entre dos jugadores. Amaya, que salt¨® a ciegas enbistiendo a Salva, y el sevillano, que acert¨® a cruzar el bal¨®n ante los aspavientos del meta canario Moises.

Hasta que los n¨²meros de colores del marcador mostraron que el Atl¨¦tico iba ganando, el popular fatalismo que circula por el Calder¨®n ya se hab¨ªa instalado entre los rojiblancos. Los jugadores salieron nerviosos desde el t¨²nel de vestuarios, un t¨²nel que parec¨ªa el del tiempo y devolv¨ªa al peor Atl¨¦tico de principios de temporada.

Tanto es as¨ª que en el primer tiempo las mejores ocasiones fueron para los canarios. Una clara oportunidad del trotamundos Prieto tuvo que sacarla Mena cuando la pelota traspasaba la l¨ªnea de gol. La banda izquierda era cosa de los canarios, y Jonathan y Santana conectaron en m¨¢s de una ocasi¨®n para liar a Njegus.

Entre tanto nudo en el est¨®mago de los rojiblancos, el bal¨®n se enmara?aba de ¨¢rea a ¨¢rea, de banda a banda, sin que nadie frenase el vaiv¨¦n con un poco de inteligencia. Hugo Leal, convencido de su misi¨®n de mes¨ªas salvador, se empe?¨® en buscar el pase definitivo. Sin ¨¦xito. Mois¨¦s, el portero canario, no ten¨ªa m¨¢s que adelantarse y coger el bal¨®n. Correa provoc¨® m¨¢s de un suspiro de impaciencia por su facilidad para regatear sin m¨¢s objetivo que el de refugiarse en el c¨®rner para Dios sabe qu¨¦.

Mientras, el Universidad se aprovechaba del v¨¦rtigo en la frontal del ¨¢rea que padec¨ªan, un bal¨®n si y otro tambi¨¦n, Hibic y Amaya. El segundo tiempo mostr¨® un Atl¨¦tico levemente mejorado de sus ataques de p¨¢nico. M¨¢s vertical, encaden¨® varias acciones de m¨¦rito. Una pared entre Kiko y Dani acab¨® con un disparo de Salva que detuvo Mois¨¦s. Los rojiblancos, comandados por un Kiko con aspecto de pirata al abordaje, animoso y entonado, forzaron hasta cuatro c¨®rners consecutivos: un fil¨®n por la p¨¦sima colocaci¨®n de los centrales canarios. Primero fueron Kiko y Amaya los que cabecearon sin oposici¨®n. Despu¨¦s, el jerezano de nuevo dispuso de un remate franco. Pero lanzaron fuera. El que acert¨® fue Salva: uno a cero y un poquito de aire.

Despu¨¦s, todo fueron carreras sin sentido, faltas desperdiciadas al borde del ¨¢rea para los visitantes y los aficionados rojiblancos al borde de un ataque de nervios en la grada.

Sin embargo, a¨²n hubo tiempo para la redenci¨®n de Aguilera, que fall¨® en el ¨²ltimo minuto frente al C¨®rdoba un gol cantado. Esta vez aprovech¨®, tambi¨¦n en el descuento, un pase magistral de Kiko para cerrar el partido.